¿Solo
era un trato no?
Un azabache de ojos negros y tez pálida
caminaba por los pasillos. Miró la pantalla de su móvil.
-Las 7:10-dijo para luego suspirar.
Guardó su teléfono y volvió a
suspirar.
A esa hora todavía no había nadie así
que se dirigió hacia su salón tranquilamente.
Durante todo el camino estuvo mirando
por la ventana. Ya había llegado a su aula y, estando enfrente de la
puerta, se disponía a entrar cuando alguien salió de repente,
chocando con el y cayendo estrepitosamente al suelo en el proceso.
-Itte...-se quejó esa persona
sobándose la cabeza.
-Tendrías que tener más cuidado...-se
calló un segundo mientras miraba cuidadosamente al rubio,
analizándolo. Entonces esbozó una sonrisa ladeada y
prosiguió.-...Dobe.
-No me llames Dobe ¡Teme!- le gritó
ese chico levantándose.
El azabache solo sonrió aún más.
-Hmp.¿Y como quieres que llame a
alguien tan torpe como tu? Dobe.-dijo prepotentemente.
-¡Bakka! Serás engreído y
arrogante.-gritó el otro mientras salía por la puerta.
Mientras caminaba por el pasillo,
alejándose del azabache, este solo le miraba sin borrar su sonrisa.
Cuando el chico desapareció de su
vista , este se disponía a entrar, cuando se fijó que en el suelo
había una pequeña libreta.
-Si será Dobe.-dijo mientras se
agachaba para recogerla.
Como el azabache no tenía nada mejor
que hacer, salió del aula y se dirigió por el camino por el cual se
había ido aquel chico. En el camino, se dedicó a leer el contenido
de ese objeto.
(N/A: Es un carné de identificación
con la información básica del estudiante ^^)
-Bien Uzumaki.¿ Podrías coger estos
libros y colocarlos?-dijo una voz femenina. El azabache se giró y
vio que se trataba de la biblioteca.
Volvió a esbozar una sonrisa ladeada y
entró en el salón.
-Vaya Uchiha...¿qué te trae por aquí?
Es raro verte tan temprano.-volvió a decir esa voz. La mujer era
pelirroja, con gafas.
-Karin-sensei.-dijo el joven en modo de
saludo.-Solo me aburría y pasé por aquí.-dijo indiferente.
-Ya veo.-dijo ella.- Pues haz lo que
gustes.- añadió dedicándole una sonrisa.
El chico solo asintió y se dirigió
hacia uno de los tantos pasillos.
Justo por el primer pasillo por el que
iba, reconoció al chico de antes.
Era un chico rubio, de ojos más azules
que el propio cielo y más deslumbrantes que hubiera visto en su
vida, con esa piel ligeramente tostada y unas extrañas marcas en
cada mejilla que lo hacían ver como un adorable e indefenso zorrito.
Ese chico le había parecido muy
interesante.
El rubio estaba intentando coger un
libro de un estante, bastante alto,en el cual no llegaba. Esto le
hizo un poco de gracia al azabache que se acercó y se colocó detrás
del rubio para ayudarle.
Observó el libro que intentaba coger,
entonces alzó el brazo y lo cogió, sorprendiendo al ojiazul, que
ante la sorpresa, al girar, se tropezó y acabó entre los brazos del
mayor, apoyando la cabeza en el pecho del azabache.
-Hmp.-dijo simplemente el ojinegro
mientras veía el sonrojo que se apoderaba de las mejillas del más
bajo.
-Gra-gracias...-susurró el rubio
mientra se separaba del mayor. Apoyando los brazos en el pecho de
este.
No es nada.- respondió este, divertido
ante la expresión avergonzada del rubio, mientras le daba el libro.
-¿Qu-qué...haces aquí?- preguntó el
menor mientras cogía el objeto y ladeaba la cabeza, queriendo
escapar de la mirada del ojinoche.
-Bueno...-dijo el otro mientra cogía
la libretita de su bolsillo y con la otra mano le acariciaba un
mechón de esos orbes rubios.- A cierto Dobe despistado se le olvidó
algo.
Ante este comentario el rubio se
sonrojó aún más y, por lo oído, levantó la mirada observando el
objeto que el Uchiha tenía en la mano.
-¿Cómo...?-preguntó este incrédulo
metiendo la mano en el bolsillo para comprobar que, efectivamente,
esa si era su identificación escolar. El mayor sonrió de lado otra
vez al ver la confusión del ojiazul.
-Se te cayó en clase cuando chocaste
conmigo.
-So...sokka...-dijo el otro mientras
giraba el rostro, avergonzado.- Etto...¿me lo podrías devolver?-
preguntó en casi un susurro.
-Mmmm....no sé. ¿Qué me darás a
cambio?- preguntó el azabache mientras se acercaba al rubio.
-¿Eh? Bu...bueno yo...-decía el otro
mientras se alejaba un poco hacia atrás pero, con la mala suerte,
que la estantería no le dejó retroceder más. Quedando así entre
la estantería y el mayor.
-Hmp.-el azabache se divertía mucho
ante las expresiones y acciones del rubio.- Tranquilo...nos vemos en
la azotea a la hora del almuerzo. Allí te diré lo que tendrás que
hacer.- le dijo con una sonrisa seductora.
Sin decir nada más se dirigió a la
salida de la biblioteca para dirigirse hacia su salón. El rubio
estaba en tal shock que solo vio al azabache alejarse.
-¡Q-qu-qué...QUÉ DEMONIOS!- gritó
este perplejo.
Desde fuera el ojinoche oyó el grito y
sonrió de lado para luego irse de verdad hacia su clase.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
Por fin las clases
comenzaron y el ojiazul estaba muy nervioso.
-¿Tú eres
Uzumaki?-preguntó un hombre alto, con el cabello plateado y una
máscara que le cubría toda la cara menos un ojo.
-Emm...hai...-dijo más que
nervioso.
-Tranquilo, quédate aquí y
entras cuando te llame.- el rubio asintió y el profesor entró en
clase.- Bien alumnos. Siento la espera pero resulta que al venir aquí
me encontré a un perro perdido y...
-MENTIRA.- gritaron todos
los alumnos.
-*Cof cof cof* Pero aún
así...tenemos a un nuevo alumno en clase, entra.
El rubio entró al aula bajo
la atenta mirada de todos los presentes.
-E-etto...soy Uzumaki Naruto
y... espero que nos llevemos bien.-dijo este algo sonrojado pero con
una gran sonrisa en el rostro.
Todos en el aula comenzaron
a gritar, silbar y aplaudir. Las chicas le miraban con corazoncitos
en los ojos y los chicos no paraban de gritar cumplidos y halagos
sobre lo lindo que era.
El profesor les intentaba
calmar y el rubio solo agachó la cabeza avergonzado.
-Bien, bien calmaos.- decía
el peliplateado.- Bueno, Uzumaki sientate al lado vacío de Uchiha.
El rubio asintió y mientras
se dirigía al sitio indicado alguien aprovechó para tocarle el
trasero.
-¿Qué...?- dijo el ojiazul
mientras se giraba a ver al culpable de tal acto.
-Gomen, Naru-chan pero tenía
que hacerlo.-dijo un moreno de piel blanca y una sonrisa farsa.
Eso no le hizo mucha gracia
a un azabache y tampoco al rubio.
-No deberías hacer eso,
copia barata.- dijo de forma despectiva el ojinegro.
-¿Algún problema? Uchiha
bastardo.-dijo este en el mismo tono. Mientras se giraba a ver al que
le había hablado.
El rubio también se giró y
se quedó atónito al ver al azabache-
-¡¿TÚ?!-gritó el ojiazul
señalando al chico, mientras este solo sonreía de lado.
-Hola, Dobe.-dijo este como
si nada, el rubio se quedó perplejo.
-Bien, bien. ¿Podemos
comenzar la clase ya?- dijo el profesor.
El rubio se tubo que sentar
al lado del azabache y juntar las mesas ya que todavía no tenía los
libros.
-No te voy a comer, no te
preocupes.- le susurró al rubio para que solo el le escuchara.
-Eso ya lo se pero...- dijo
este de igual manera mientras se sonrojaba y ladeaba la cabeza.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
Pasaron las horas y ya era
momento del receso. El azabache cogió de un brazo al rubio y lo
llevó corriendo hasta la azotea.
-¿A-a-a...qué a...venido
eso?- preguntó entrecortadamente el ojiazul ante la repentina acción
del mayor.
-Era lo mejor. Te abrían
rodeado para hacerte mil y una preguntas y a mí me habrían acosado
las chicas de mi estúpido club de fans.- respondió el otro como si
nada.
El rubio iba a protestar
pero en ese momento se oyeron los gritos de las chicas en el patio
buscando al azabache.
-Ya veo...-comentó el
ojiazul mientras una gota le resbalaba por la sien.
-Bien...ahora ya podemos
hablar.-dijo el mayor, solo por centímetros.
-¿Eh? Ah...hai.-dijo el
menor sonrojado.- Etto...¿qué tengo que hacer?- preguntó mientras
ladeaba la cabeza.
-Bueno...-comenzó para
luego cogerle de la barbilla y hacer que le mirara.-...quiero que
salgas conmigo.- finalizó mientras sonreía.
-¿eh? Pe-pe-pero...-empezó
a tartamudear mientras se sonrojaba aún más.
-Te lo pido como un
favor.-dijo el ojinegro para calmarle.
-¿Un favor?- preguntó un
poco más tranquilo.
Los dos se sentaron al lado
de la reja para comer y hablar más tranquilamente.
-Bueno...ya viste lo pesadas
que son.-dijo el azabache, el rubio solo asintió.- por eso...pensé
que saliendo con alguien me dejarían en paz.- concluyó con un
suspiro.
-Pero...¿por qué yo?¿No
puede ser cualquier chica?- cuestionó el rubio mientras comía.
-No por que se lo acabaría
creyendo.-dijo mientras miraba al rubio comer. No pudo evitar sonreír
ante la imagen, como llevaba haciendo desde que lo conoció.-Contigo
no habrá problemas ya que eres nuevo y, al saber que tienes pareja,
no te acosarán como hace un rato.- aclaró, dándole razones más
que suficientes para que aceptara.
-Mmm...¿y me devuelves mi
identificación?-preguntó el otro dejando de comer y mirándole a
los ojos.
-Hmp.
Si,¿Entonces...aceptas?-respondió/preguntó el azabache mirándole
seductoramente, cosa que hizo que el rubio se ruborizara y ladeara la
cabeza. (Hime:Qué repetitiva soy XD).
-Esta bien. -Respondió en
casi un susurro. El ojinegro sonrió y le dio un beso en la mejilla,
sorprendiendo de sobremanera al otro.
-¿Q-qu-qué...?- tartamudeó
atónito el menor mientras se sonrojaba de sobremanera y tocaba su
mejilla con la mano.
-Tendrás que acostumbrarte,
ya que a partir de ahora somos novios.- respondió este divertido
ante la reacción del ojiazul.
Estuvieron un rato hablando
para conocerse mejor.
El rubio le habló sobre su
comida favorita, el Ramen (Hime: como no XD); que tenía un hermano
mayor, de nombre Deidara; que su mejor amigo era un pelirrojo,
llamado Gaara, y que estudiaba en esa escuela; que sus padres están
de viaje por trabajo; su color favorito, el naranja; y otras cosas
básicas.
El azabache solo escuchaba
atentamente y luego el le contó algunas cosas. Su comida favorita,
los tomates; que su hermano tiene la misma edad que el del otro y su
nombre es Itachi; que el pervertido que le había tocado el trasero
era el idiota de su primo, Sai; y poco más.
Entonces sonó la campana y
los dos estuvieron que dejar su agradable charla. Se dirigieron hacia
su salón y, por mala suerte de Sasuke, el profesor llegaría tarde
así que muchas chicas rodearon su mesa para hablar con él.
-Nee, nee, Sasuke-kun.¿Dónde
te habías metido antes?-preguntó una de ellas.
-Qué malo. Mira que
abandonarnos.-dijo otra melosamente.
-Ne...¿Por qué no salimos
después de clase?- preguntó otra mientras le cogía del brazo.
-Ya he quedado.- respondió
este soltándose del agarre. Todas le miraron atónitas.
-¿Con quién?-preguntaron
todas a la vez.
-No tengo por qué contestar
pero...-dijo mientras miraba de reojo al rubio y le hizo una seña
para que se acercara. Este suspiró y se acercó, entonces el
azabache aprovechó para jalarle el brazo y hacer que se sentara en
su regazo. Ente tan repentina acción el ojiazul se ruborizó de
sobremanera y todas las chicas se quedaron mirándolos.- Si tanto lo
queréis saber...saldré con él.-respondió por fin.
-¿Por qué con él?-dijo
una de ella. Esta pregunta hizo que todos en el salón se interesaran
en lo que sucedía.
-Mmm...-se lo pensó un poco
para luego sonreír. Cogió el mentón del rubio e hizo que le
mirara.- Por esto.- respondió para luego darle un beso al ojiazul
que se sonrojó aún más.
Fue un beso corto, tierno y
lindo.- Estamos saliendo.- aclaró una vez se separaron.
El otro solo llegó a
esconder su sonrojo apoyando la cabeza en el pecho del mayor, acto
que vio muy tierno el azabache.
Todo el salón estaba en
silencio y en ese momento llegó el profesor.
-Siento la demora chicos
pero...¿qué ha pasado?-preguntó al ver a todas las chicas blancas
y a los chicos con la boca abierta de par en par, pero lo entendió
al ver la posición de los dos chicos.
El ojinegro no pudo evitar
sonreír de lado ante la reacción de todos, sin más la clase
comenzó aunque nadie estaba prestando atención.
Tanto las chicas como los
chicos estaban desilusionados ante el reciente descubrimiento, el
azabache estaba encantado y el rubio intentaba reaccionar ya que ese
beso le había dejado algo atontado.
Las siguientes clases
pasaron sin ningún percance ya que nadie se había atrevido a decir
o hacer alguna cosa.
Las horas pasaban lentas
para el rubio que, ahora mismo, solo quería salir corriendo hacia su
casa, encerrarse en su habitación y no salir nunca jamás de allí.
Sonó la campana y todos
empezaron a recoger sus cosas. Todos en la clase se habían ido a
excepción de un azabache que esperaba a un rubio que seguía en
shock. Algo que le parecía muy entretenido al mayor.
-¿Tardarás mucho
Dobe?-preguntó de repente. Esas palabras hicieron saltar al ojiazul
que no había reparado en la presencia del mayor.
-¿Qué...haces todavía
aquí?-preguntó este sorprendido.
-Dije que saldría contigo
esta tarde.-respondió el otro con su típica sonrisa de lado marca
Uchiha.
-Pe-pe-pero...eso era para
que te dejaran en paz ¿no?-dijo nervioso y sorprendido.
-Yo nunca miento.- dijo
mientras cogía la mochila del rubio y se la colgaba a la
espalda.-Además...todavía no has visitado la ciudad ¿no?-dijo
mientras le cogía la mano y salían del salón.
Ya estaban saliendo del
recinto escolar cuando un coche se paró en la entrada.
El mayor reconoció el
vehículo y frunció el ceño. En ese momento un moreno salió del
coche.
-¡Tsk!-chistó la lengua el
ojinoche. Ante el gesto del mayor el rubio alzó la cabeza, que tenía
gacha a causa de la vergüenza, y dirigió la vista hacia el dueño
del automóvil.
Era un moreno alto de tez
pálida, tenía el cabellos largo amarrado en una cola y los ojos
negros. Ese hombre, en opinión del rubio, se parecía Sasuke
aunque...el azabache era más sexy en su opinión.
Ante ese pensamiento se
ruborizó un poco.
-Tardaste bastante
Sasu-chan.¿Are? ¿Y quién es el lindo rubito?-preguntó al darse
cuenta de su presencia. Entonces vio como iban cogidos de la mano y
el como su hermanito llevaba dos mochilas.-No me digas que...-volvió
a decir.
El rubio se sonrojó al
descubrir lo que el mayor miraba y soltó la mano del ojinegro
haciendo que este gruñera de incorformidad.
-Etto...Sasuke ¿quien
es?-le preguntó al azabache colocándose un poco detrás suyo.
-Nadie importante.-
respondió mirándole de reojo.
-¡Qué malo! ¿Así tratas
a tu Aniki?-dijo de forma dramática.
-¿Tu hermano?¿Él es
Itachi?-volvió a cuestionar el rubio ignorando al más mayor y
mirando a su compañero, el cual suspiró.
-Es algo que no me gustaría
reconocer.-dijo con pesar. En ese momento el otro reaccionó y se dio
cuenta de que seguía sin saber quien era el ojiazul, aunque por el
comportamiento de su ototo, ya lo suponía.
-Aún no has respondido.
¿Quién es él?-preguntó sonriendo.
-No se por qué preguntas si
ya lo sabes.- respondió el Uchiha menor suspirando.- Pero como no me
dejarás tranquilo hasta que lo diga, y tenemos cosas que hacer, te
lo diré. El es Uzumaki Naruto, MI novio.-dijo destacando el
“mi”. El rubio solo se sonrojó, no se acostumbraba a ser su
“novio”.
(Hime: Ay, Naru...qué
inocente).
-¡Qué lindo!-gritó el
mayor mientras saltaba e intentaba abrazar al menor pero el azabache
se interpuso.-¡Qué malo! Espera...¿Uzumaki?-preguntó. El rubio
solo asintió.
-Por casualidad...¿no
tendrás un hermano?-dijo mientras el rubio le observaba con un
interrogante.
-Si...¿por qué lo
preguntas?-dijo extrañado.
-Por que nos conocemos.-
dijo alguien detrás del moreno. Todos dirigieron su vista hacia esta
persona. El rubio abrió los ojos de sobremanera y agarró el brazo
del azabache con nerviosismo.
-D-Dei-nii...-susurró muy
nervioso. El otro solo sonrió algo que hizo que al menor le
recorriera un escalofrío.
-Bien...explícame eso de
que este es tu novio.-dijo
el mayor. El también era rubio de ojos azules pero llevaba el
cabellos amarrado en una cola alta y no tenía las marquitas en el
rostro como el menor.
El
comentario del rubio mayor molestó al azabache. Iba a protestar pero
su hermano habló antes.
-Oh
vamos~...Deidi no te enfades tanto. ¿O te recuerdo a qué edad
empezamos nosotros a salir?- dijo el Uchiha mayor abrazando al otro
por detrás, haciendo que se sonrojara.
-E-eso
es...-dijo muy nervioso. El azabache alzó una ceja ante esa reciente
información.
-¿Tenías
novio?-preguntó haciendo que al mayor le cayera una gota por la
sien.
-¡Pero
si siempre hablo de Deidi!¿Como es posible que no te
enteraras?-gritó el mayor.
-Siempre
desconecto cuando te pones muy pesado.-respondió indiferente.
-Moo~...¿como
es posible que seas así de desinteresado?-preguntó suspirando.-
Bueno...Naru-chan a ver si tu consigues quitarle algo de amargura a
su carácter.- sin decir más cogió al rubio mayor por el brazo y lo
arrastró hacia el coche.
-¡Oe!
¡Que yo todavía quiero saber muchas cosas! ¡Estúpido Itachi!
¡Suéltame! ¡Idiota!- iba gritando el rubio pelilargo hasta que los
dos desaparecieron de la vista de los dos menores.
-Te
hermano es...-comenzó a decir el azabache.
-Ya
lo sé.- dijo el rubio sin dejar que el otro terminara su oración.
-¿Tú
sabías que salían?-preguntó al recordar que el rubio no se había
ni inmutado ante la noticia.
-Bueno...yo sabía que tenía novio pero...no pensé que sería tu
hermano.-dijo con una risa nerviosa.
-Ya
veo...¿y como es que viniste ahora y no antes?-dijo mientras le
cogía otra vez la mano y comenzaban a caminar. El ojiazul se
ruborizó pero se concentró en responder a la pregunta.
-Mis
padres viajan mucho por su trabajo. Cuando Dei-nii cumplió 16 ya
sabía lo que quería estudiar y se mudó aquí para lograrlo. Como
yo solo tenía 13 me quedé con mis padres pero ahora que ya tengo
los 16 me dejaron venir a vivir con él.-explicó el rubio. El otro
solo le escuchó atentamente sin decir nada.
Al
final de la narración solo sonrió y pensó “Debo agradecerle a su
hermano por vivir aquí. Gracias a eso le conocí”, mientras tiraba
de su mano para así atraerlo con él y abrazarle por la cintura con
una mano y la que tenían unidas las colocó en sus torsos, que por
la cercanía estaban realmente cerca. El rubio se sonrojó todavía
más ante la repentina acción del mayor.
-Sas...¿Sasuke?-consiguió
decir entre susurros y tartamudeando por el nerviosismo.
-¿Qué
pasa?-preguntó fingiendo indiferencia.
-¿Có-cómo
que “qué pasa”?¡Estamos en mitad de la calle!-dijo lo último
susurrando acercándose al rostro para que solo le oyera el otro,
para luego sonrojarse aún más al sentir la mirada de la gente fija
en ellos.
-Hmp.
Eres mi novio Dobe.-dijo con prepotencia para luego acabar con la
distancia que los separaba juntando sus labios. El ojiazul no
reaccionó a tiempo pero poco a poco el beso se fue calentando. Lo
que al principio iba a ser solo un roce fue evolucionando a un beso
pasional y húmedo. El azabache comenzó a morder el labio inferior
del rubio pidiéndole permiso para entrar, el cual el menor permitió
sin darse cuenta.
Ya no
le importaba estar en medio de la calle y que la gente le mirara, en
ese momento solo sentía la cálida respiración del mayor en sus
labios, su experta lengua recorrer toda su cavidad bucal e
inconscientemente, soltó la mano del azabache (Hime: seguían en
aquella pose) y con los dos brazos le rodeó del cuello profundizando
el beso junto con las manos del azabache que le cogían de la cintura
para juntarle más a él.
El
azabache se dedicaba a explorar todo lo que podía, jugando con su
lengua y al encontrar la de su compañero empezó una lucha por ver
quien dominaba al otro, que claramente fue el mayor des del comienzo.
Después de unos minutos, que para la pareja fueron siglos, se
tuvieron que separar para recuperar el aire. Al separar sus bocas un
hilo de saliva las conectaban hasta que el azabache lo rompió al
pasar su lengua por la comisura de sus labios.
En
ese momento, el rubio bajó de la nube en la que se encontraba para
darse cuenta de lo que habían hecho bajo la atenta miraba de toda la
gente que ya cuchicheaba. Inmediatamente se ruborizó tanto que la
cara le ardía y escondió el rostro en el pecho del mayor, el cual
solo sonrió y le acercó aún más, abrazándole.
_E-eres
un...idiota.-logró decir el rubio en casi un susurro.
-Hmp.
Vamos.-dijo sin más para luego separarse y volver a cogerle de la
mano.
Estuvieron
andando durante un buen rato en silencio, para nada incómodo, entre
ambos. El ojinegro prácticamente llevaba al otro, que le seguía sin
prestar atención por donde iban ya que seguía avergonzado por la
escena que habían hecho antes.
“¿No
se supone que solo fingíamos?” pensó. “El solo se quería
librar de sus fans ¿no?” volvió a pensar el rubio.
Definitivamente no entendía para nada a ese chico.
Entre
pensamientos, preguntas y dudas el azabache paró en seco y como el
otro estaba en su mundo chocó contra su espalda.
-¡Itte!¿Por
qué paras de pronto?-se quejó el ojiazul mientras se sobaba la
frente a causa del golpe.
El
mayor solo sonrió después de girarse ante la pregunta del rubio.
-Mira
hacia allí.-dijo por fin, mientras señalaba a la izquierda con la
cabeza.
-¡¡Sugueee~!!-gritó
el menor maravillado.
No
sabía cómo habían llegado a un mirador al lado del mar pero le
encantó. El sol poniéndose, el sonido de las olas del mar, ese
brillo en el agua...
Era
la escena más romántica que había presenciado en su vida.
Para
el azabache esa escena también le encantó, sumándole el hecho de
que estaba junto a ese lindo e infantil rubio.
-Es
precioso.-comentó en un susurro inconsciente el mayor. El rubio se
giró y miró frente al otro.
(Hime:
creo que no habla del paisaje XD. Sasu: ¡Cállate! Hime: Malo~)
-Si.
Gracias por traerme aquí.-dijo el ojiazul con una sonrisa mientras
abrazaba al mayor.
-De
nada. Solo te traje sin pensarlo mucho.-se sinceró el ojinegro.
-De
todas formas gracias.-volvió a decir el menor mientras levantaba la
cabeza, le sonreía y poniéndose de puntillas le dio un beso en la
mejilla, dejando un poco sorprendido al mayor.
El
otro cuando salió del asombro correspondió al abrazo y se quedaron
mirándose a los ojos, hipnotizados por el color ajeno y lo que
representaban, negro noche y azul mar, los dos tan profundos y
absorbentes.
-No
fue nada Naru.-susurró el ojinegro mientras le acariciaba una
mejilla al más bajito, haciendo que se ruborizara levemente.
-T-ten...tendríamos
que irnos.-dijo el otro bastante nervioso.
-Claro.-accedió
el azabache para luego darle un último y casto beso y luego
encaminarse hacia la casa del rubio.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
El
rubio hacía rato que había llegado al departamento y estaba
acostado en su cama mirando el techo fijamente. Estaba muy
confundido. Al principio pensó que solo era un trato, que solo había
accedido para ayudarle y por recuperar su libreta pero...después de
hablar con él, de conocerlo, de pasar tiempo con el y... la
necesidad de estar cerca de él, le estaba confundiendo y tampoco
ayudaban los besos tan expertos, y los lindos, que el ojinegro le
había dado ese día.
Con
un gran suspiro se giró quedando de lado y su hermano mayor estaba
apoyado en ella.
-¿Dei-nii?¿Cuanto
hace que...?
-¿Estoy
aquí?-completó la frase.- Bastante la verdad. Pero Naru...me
gustaría que me explicaras lo de Sasuke.- dijo en un suspiro
mientras se acercaba y se sentaba en el borde de la cama
acariciándole los orbes rubios en un acto por relajarle.
-¿Estas
enfadado?
-Al
principio sí pero Itachi me dijo que ya eras grande para salir con
quien quisieras pero aún así...¡solo es el primer día! ¿Cómo es
posible que consiguieras novio al acabar de conoceros?
-Bueno...verás...-el
menor le explicó todo a su hermano, desde que se conocieron hasta de
la puesta de sol, todo. El mayor se ruborizó un poco al oír lo del
beso en mitad de la calle y casi llora por lo romántico de la última
escena.
Al
final de la narración el menor suspiró aliviado por haber
desahogado toda su confusión mientras veía a su hermano un poco
deprimido.
-¿Por
qué Itachi no puede ser así de romántico?-murmuró.- Aunque,por lo
que veo, lo pervertido viene de familia.-dijo para luego suspirar.
-Dei-ni...no
entiendo que me pasa con Sasuke. Aunque se tan frío, arrogante,
prepotente, malhumorado, estoico, frígido,temahjadska.-le tapó la
boca el otro rubio.
-Naru...ya
entendí.-le dijo mientras le destapaba la boca.
-¿Y
bien?
-Pues...es
bastante simple. Naru te has enamorado de Sasuke.
-Pe-pe-pero...
-Nada
de peros. Estoy convencido de lo que digo y no importa que os acabéis
de conocer por que estoy seguro de que eso es lo que te pasa.
-Demo
Sasuke...
-Sasuke
siente lo mismo por ti.- Naruto le miró interrogante y decidió
proseguir.- Los Uchiha son serios y no muestran lo que sienten con
facilidad, te lo digo por experiencia, así que si Sasuke se comportó
de esa forma es que definitivamente siente algo muy fuerte por ti.
Bueno, piénsatelo y luego seguimos hablando para ver que haces pero
de momento vamos a cenar.
-Haiii~
Los
dos hermanos se dirigieron al salón para cenar y luego estuvieron
hablando hasta tarde para ver que haría el rubio al día siguiente
con respecto a su “novio”.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
El
azabache por fin había llegado a su casa. Ya había anochecido y,
nada más entrar, su hermano le abrazó y lo cargó para llevarlo
hasta su habitación.
-¡Oye!
¡Aniki bakka! ¿Qué demonios haces?- preguntó/gritó el menor.
-Tranquilízate
ototo. Solo quería preguntarte como te fue con tu novio o
¿preferirías que lo hiciera delante de mamá?
-¡Tsk!
Eso no te incumbe.
-Si
lo hace por que Naru-chan es el hermano de mi novio y no sabes lo que
me costó convencerlo de que te dejara vivo.
-¿A
qué te refieres?
-Se
enfadó por que te atreviste a tocar a su lindo e inocente hermanito
pero no te preocupes, logré convencerlo de que Naru-chan ya tiene
edad para salir con quien el quiera.
-Si
bueno...sobre eso...
*Minutos después*
-¡¿Quéee?!
-Pues lo que dije.
-Oototo~¿Tú eres tonto? Te aprovechaste de su ingenuidad para que
aceptara salir contigo, además de que lo chantajeaste.
-Si bueno...eso fue al principio. Realmente me gusta Naruto así que
mañana le devolveré la libreta y se lo diré todo.
-Pues buena suerte ototo.- dijo al final el mayor para salir de su
habitación y dirigirse a la suya propia.
En cuanto el mayor salió el menor solo suspiró y se sentó sobre la
cama. Entre tanto tiempo que estuvo pensando no se dio cuenta de que
se había quedado dormido.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
Ya era de mañana y el rubio mayor intentaba levantar a su hermanito,
el cual no quería salir de la cama.
-Vamos Naru~Ayer ya hablamos de esto y no puedes dejarlo así.-decía
el mayor tirando de las cobijas, las cuales tenía el menor
fuertemente agarradas.
-Ya lo sé pero...¡me da mucha vergüenza!-gritó sonrojado.
-Moo~¡Levántate!-gritó sacándolo de golpe de la cama- Ahora te
vas a duchar, alistar, desayunar y luego irás a hablar con Sasuke y
le dirás lo que sientes ¿Estamos?- le ordenó.
-Es-está bien.
En menos de media hora el rubio menor ya estaba acabando de
desayunar. En ese momento sonó el móvil del mayor.
-Buenos días Itachi.-...-Ajá-...-¿En serio?-...-Ese
idiota-...-Tranquilo no haré nada-...-Jejejeje ya lo
sabrás-...-Vale, nos vemos luego-...-Y yo a ti.
El menor simplemente no preguntó, no quería saber que era lo que
estaban tramando esos dos.
Estuvieron hablando un poco hasta que el menor se decidió a ir a su
escuela. Aunque todavía fuera temprano quería pensar en cómo
hablar con el azabache sobre todo lo que había pasado.
-Nos vemos luego Dei-nii.
-Que vaya bien Naru.¡Esfuérzate!
Ante el último comentario el rubio se sonrojó y salió lo más
rápido que pudo. Al salir grande fue su sorpresa al ver a alguien en
frente de la puerta.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
Ya era de día y un azabache se removía en la cama intentando
desperezarse un poco. No sabía cuando se había quedado dormido pero
¡ni siquiera se había puesto el pijama! Con un poco de desgano se
levantó y se encaminó hacia el baño. Salió media hora después
completamente listo y bajó hasta la cocina para desayunar. Todavía
era muy temprano así que simplemente llegaría a la escuela y
aprovecharía para pensar en cómo decirle al rubio toda la verdad.
De pronto alguien le interrumpió sus pensamientos al hablarle.
-Buenos días ototo.- dijo un sonriente Itachi.
-Hmp.
-Que amargado~-hizo un berrinche y se sentó en frente de su ototo-
¿Y bien?
-¿Qué?
-¿Que cómo se lo dirás a Naru-chan?
-No lo sé.
-Bueno...¿y por qué no vas a buscarlo a su casa?
-¿Y eso por qué?
-Por que puede que luego no te quiera volver a hablar.
-Aniki~-dijo mientras le rodeaba un aura maligna.
-Tranquilo, tranquilo. Le avisaré a Deidi, espera un momento.
Sin más el mayor cogió su móvil y marcó el de su novio. Enseguida
es respondido.
-¡Bueno días Deidi!-...-Bien, pues te quería contar algo.-...-Pues
es que el idiota de mi hermano...(Hime: me da palo volver a
explicarlo XD)-...- Si, bueno así es-...-Irá a buscarle para hablar
con él y pues...-...-Mmm~¿Por qué estas tan feliz?-...-Está bien.
Paso a buscarte luego y me lo explicas.-...-Te quiero Deidi-...-
Y con una gran sonrisa finalizó la llamada y guardó el teléfono en
su bolsillo.
-¿No se enfadó?
-No y eso es lo que más me extraña pero bueno, puedes ir a
buscarles sin problemas.
-Hn.-sin decir nada más cogió sus cosas y se encaminó al
departamento del rubio.
-¡Podrías agradecer por lo menos!-le gritó el mayor aunque el otro
le ignoró y siguió su camino.
~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~
El rubio estaba perplejo al observar al azabache delante suyo.
-Buenos días.
-Bu-bu-buenos días.-saludó el ojiazul en un susurro.
-¿Vamos?
-Em...si~.
El trayecto des del piso del rubio hasta la preparatoria fue
relativamente corto para ambos ya que cada uno estaba sumido en sus
propios pensamientos.
El mayor todavía no había decidido cómo hablar con el otro y el
rubio seguía confundido por culpa de la conversación que tubo con
su hermano.
Al llegar se encaminaron hacia su salón sin hablar todavía.
Entraron y el menor se sentó en su sitio pero el mayor se quedó
detrás y le abrazó.
-Sas...¿Sasuke?
-Tengo que hablar contigo Naru.- el otro se giró confundido y le
indicó que tenía toda su atención.
-Bien...es un poco difícil. Verás yo...lo siento.
-¿Por qué?
-Por...obligarte a salir conmigo. La verdad es que...me gustaste des
del momento en que nos conocimos aquí pero...no quería que me
rechazaras y puse como excusa lo de mis fans.
-Sasuke...yo...
-Déjame terminar.-pidió en un susurro.- Siento todo esto
pero...quiero pedírtelo como se debe.-se arrodilló delante del
rubio y le entregó la libreta.- Con esto ya estamos en paz
y...ahora....Uzumaki Naruto ¿quieres salir conmigo de verdad?-le
preguntó mirándole fijamente a los ojos, esos tan claros como el
cielo.
El menor estaba en shock. Él tenía pensado confesarse antes y el
ojinegro le salía con eso. Hubo un silencio en el que el rubio
seguía perplejo.
Se sentía muy feliz y nervioso, estuvo a punto de responderle cuando
un par de chicas entraron en el salón. El mayor sin más suspiró,
se levantó y se sentó en su sitio, al lado del rubio, no sin antes
susurrarle:
-Respóndeme luego. No importa si me rechazas pero al menos
piénsatelo.- luego le dio un dulce y casto beso ante el que el
ojiazul se ruborizó y simplemente asintió.
Al poco rato las personas fueron llegando y llenando el aula.
Las clases transcurrieron tranquilamente en las cuales el rubio no
prestaba la más mínima atención ya que seguía pensando cómo
responderle al azabache, el cual estuvo pensando solamente en la
respuesta del rubio y no dejó de mirarle durante todas las clases.
Por fin llegó la hora del almuerzo y sin decir nada ni darle tiempo
de reaccionar al azabache, el ojiazul, le cogió de la mano y se lo
llevó a la azotea, al igual que el día anterior.
Al llegar se quedaron un rato en silencio hasta que el menor lo
rompió.
-Sasuke yo...
El mayor se puso nervioso, esa era la respuesta que tanto temía. Se
hizo un pequeño silencio. “¡Maldita sea Naruto, díselo ya!” se
quejó mentalmente el menor. “Pero...no sé como hacerlo...”
volvió a pensar.
Mientras el rubio se comía la cabeza el tiempo que pasaba en
silencio le estaba matando al ojinegro.
“Moo~...¡Se acabó!” pensó el rubio para luego coger la corbata
del mayor, atraerle hacia él y poniéndose de puntillas le besó.
Fue un simple roce, tanto por el nerviosismo del rubio y la sorpresa
del azabache. El menor le soltó la corbata y escondió su cabeza en
el pecho del mayor, el cual seguía sorprendido.
-Me gustas...yo...me he enamorado de ti.-confesó en un susurro ante
el cual el mayor reaccionó y abrazó al menor rodeándole la
cintura.
-Entonces...eso significa...¿que aceptas salir conmigo?-preguntó en
un susurro al oído del rubio, el cual se estremeció y asintió.
-Hai.
-No sabes lo feliz que me hace Naru.-dijo el azabache mientras
acariciaba una mejilla y le miraba fijamente a esos hermosos ojos
zafiro.
-Baka...-dijo el otro ladeando un poco la cabeza, desviando la
mirada mientras se ruborizaba.
-Hmp.
Entonces el mayor le cogió del mentón para que le mirara y se
acercó hasta quedarse a poco centímetros de él.
-Te amo Naru.-dijo para luego acabar con la distancia que los
separaba juntando sus labios con los del menor en un beso tierno en
el que le demostraba todo su amor.
Al separarse el rubio se sonrojó y volvió a apoyarse en el pecho
del otro mientras este le abrazaba por la cintura en un lindo abrazo.
-Yo también te amo Sasuke.-dijo en casi un susurro que hizo sonreír
al mayor con sinceridad.
*
*
*
*
¿FIN?
No hay comentarios:
Publicar un comentario