Sábado.
20:00 p.m Residencia Uchiha.
Se
encontraba un rubio de tez morena y ojos azules tumbado en el sofá
mirando la televisión.
Llevaba
un pantalón hasta las rodillas naranja y atado bien a la cintura,
como no llevaba nada en la parte de arriba se podía contemplar
perfectamente un tatuaje en forma de espiral que tenía en el
abdomen. El chico no dejaba de cambiar de canal constantemente
aburrido. Estaba solo ya que su pareja, desde hacía casi cinco años,
estaba de misión a la cual se había ido hace un par de días.
Estaba muy aburrido y pensó en salir a cenar algo ya que en casa de
su teme no había casi nada que le gustara.
Sin
más se quitó su pijama y se vistió con un pantalón de mezclilla
negro y ajustado junto con una camiseta naranja con el dibujo de un
zorro. Cualquiera que lo viera se daría cuenta de lo sexy que era el
chico pero ya todos en la aldea sabían que ese rubio sexy y violable
ya tenía dueño aunque este no se encontrara presente en ese
momento.
Ya
estaba en la puerta pero al abrir se encontró con sus amigos que
estaban a punto de llamar.
-Justo
a tiempo Naruto.-dijo un moreno con dos triángulos, uno en cada
mejilla, de nombre Inuzuka Kiba.
-Buenas
noches Naruto.- saludó un pelinegro animadamente mientras sonreía
con alegría, de nombre Rock Lee.
-¿Qué
tal Naru-chan?- preguntó otro rubio pero con el cabello largo y
amarrado en una cola de caballo y también de ojos azules, de nombre
Deidara.
-Hola
Naruto.- finalizó un pelirrojo de tez pálida y ojos aguamarina, de
nombre Sabaku no Gaara.
-Hola
chicos, ¿qué hacéis aquí?- preguntó contento el rubio pelicorto
con una gran sonrisa en el rostro, mientras les dejaba pasar a la
casa.
-Bueno…
pues como bien sabrás los chicos se fueron de misión…- comenzó a
hablar kiba.
-Y
pues como nos aburríamos en casa…- siguió Deidara.
-Pensamos
en hacerte una visita.- finalizó Lee.
-También
por qué la casa del Uchiha es la más grande.- comentó Gaara
sinceramente.
-Jejejeje,
ya veo dattebayo.- dijo Naruto con algo de gracia.
-No
te preocupes trajimos para cenar y algo de beber.- dijo Kiba con una
sonrisa mientras sacaba un bol de Ramen.
-¡RAMEN!-
gritó feliz el rubio mientras se abalanzaba sobre lo que traía su
amigo.
Los
otros cuatro se miraron cómplices. Sabían que si traían eso el
rubio no se negaría a dejarles quedar. Qué previsible podía llegar
a ser el rubio menor.
Sin
más se encaminaron hacia el salón donde se sentaron alrededor de la
mesa en medio de la sala y sacaban todas las bebidas de las bolsas,
las colocaban en la mesa y repartían los vasos para todos mientras
el rubio se preparaba su tan preciado ramen.
-Bien…
¿y por qué habéis venido?- preguntó el rubio nuevamente.
-Ya
te dijimos…. Es porque estábamos aburridos.-dijo Kiba.
-Yo
es que echaba un poco de menos a Neji.- se sinceró Lee con un
pequeño sonrojo.
-La
verdad es que yo también echo de menos a Itachi.- le apoyó Dei.
-Si…
os entiendo. Aunque Sasuke sea un teme ya me acostumbré a tenerle
cerca.- comentó Naru con una sonrisa mientras tomaba un trago de la
bebida que le había servido Kiba.
-Pues
yo no tanto.- dijo Gaara.
-¿No
echas de menos a Sai?- preguntaron todos al unísono.
-Pues
la verdad es que no mucho…
-¿Por
qué?- preguntó ahora Naru.
-Des
de que Sai se fue a la misión he podido dormir tranquilamente sin
que se me tiraran encima.- dijo sinceramente.- Es tan pervertido, ese
idiota, que incluso aunque lo acabemos de hacer quiere seguir y al
final no me deja dormir en toda la noche. ¿Cómo demonios puede ser
tan insaciable?- se quejó este mientras se bebía de un trago el
contenido de la copa.
-Yo
pienso lo mismo… Itachi es tan pervertido que os juro que hay veces
que realmente desearía no haber empezado a salir con él..- comentó
Dei.
-Shino
también es muy pervertido pero se sabe controlar.- dijo Kiba con un
ligero sonrojo.
-¿En
serio? Es verdad que es tranquilo pero yo no lo veo de esa manera.-
comentó Lee sin creérselo.
-No
miento.-se quejó Kiba.- Será tranquilo normalmente pero cuando se
trata de sexo es como si nunca se le acabaran las pilas.- dijo con
algo de molestia.
-Yo
estoy con Kiba. Aunque Shino sea tranquilo por fuera no significa que
en la intimidad sea igual. Si no mirad a Sasuke. Él siempre ha sido
frío con todo el mundo y más de una persona decía que era un
frígido por rechazar a tantas chicas… pero os juro que de frígido
no tiene nada. La de veces que no me he podido mover de la cama por
su culpa.- dijo Naru con pesar mientras le recorría un escalofrío
por todo el cuerpo al recordar lo activo de su novio en la cama. Se
bebió lo que quedaba de su copa de un trago y se sirvió más.
-Si,
yo pienso como Naru-chan. Los Uchiha son como alienígenas
pervertidos. No saben contenerse cuando están calientes.-dijo
Deidara con pesar.
-Hmp.
Pues yo a veces pienso que Shino necesitas ser más espontáneo. A
veces quiero algo más de emoción cuando estamos juntos.-dijo
sinceramente Kiba.
-Mmm~...yo
también pienso que Neji podría ser algo más detallista. Ya que lo
único que hacemos cuando estamos juntos o es entrenar o lo hacemos.
Casi nunca tiene un detalle conmigo.-se quejó Lee.
-Eso
también va por Sai. Lo más bonito que me ha dicho últimamente a
sido, en palabras textuales: “ ¿Gaa-chan sabes que con las gotas
de agua bajando por tu cuerpo me entran ganas de follarte hasta que
no puedas más?”-dijo con molestia Gaara.
-Eso
no es nada. La última vez que hablé con el teme lo que me dijo fue:
“ Cuando vuelva quiero mi casa cómo la dejé o te enterarás”.
No es muy bonito que sus últimas palabras fueran una amenaza hacia
mi persona.-dijo ahora Naru.
-A
mí Itachi me dijo que para cuando volviera tenía que tener
preparada la comida y la bañera.
-¿Solo
eso?- preguntaron todos.
-Si.
Que la comida fuese yo y la bañera estuviera llena de chocolate
conmigo dentro.-dijo algo molesto.
Estuvieron
un rato en silencio después de eso hasta que Lee decidió romperlo.
-Ya
sé… ¿por qué no jugamos a algo?- preguntó animado Lee.
-¿Cómo
qué?- preguntaron los demás mirándole curiosos.
-Ya
que tenemos tanta bebida… ¿por qué no jugamos a verdad o
castigo?- preguntó sonriéndoles.
-Mmm…
suena interesante.- dijo Naru algo divertido.
-¿Por
qué no?- dijo Gaara.
-Me
apunto.- dijo ahora Kiba.
-¿Pues
a qué esperamos?- dijo divertido Dei.
Sin
más colocaron una de las botellas vacías en el centro de la mesa y
Lee la hizo girar.
-Bien…
todos sabemos cómo se juega. Al que le toque o responde una pregunta
o le damos un castigo.- dijo este. Los demás solo asintieron.
Poco
a poco la botella fue disminuyendo la velocidad hasta que se paró y
señaló a..................
-¿Verdad
o castigo?- preguntó Lee.
Gaara
suspiró y dijo:- Ya qué. Que sea verdad.
-Bien...¿En
cuantos lugares los has hecho con Sai?- preguntó muy animado. El
otro solo se sonrojó levemente y desvió la mirada.
-¿Y
bien?-preguntaron todos con una mirada inquisidora y con gran
curiosidad.
-Pues...-comenzó
para luego tomarse de un trago otra vez su bebida y comenzar a
hablar.-...En muchos lados. Al muy idiota le da igual donde estemos
cuando le dan sus calentones. He perdido la cuenta de todos los
sitios donde lo hemos hecho.-completó su relato totalmente
sonrojado.
-Jejejeje.
Bien te toca.-dijo feliz Lee.
Gaara
cogió la botella, después de beberse el contenido de su vaso de un
trago, y la hizo girar cuando esta se detuvo fue a parar a Naruto
que no pudo evitar sonrojarse.
-Bien
Naru...¿verdad o castigo?-preguntó el pelirrojo con una sonrisa
maliciosa.
El
rubio se lo pensó un poco ya que sabía qué clase de pregunta le
haría pero el castigo.... eso sí que no se lo quería imaginar. Así
que armándose de valor se bebió de un trago su vodka y respondió.
-Verdad
dattebayo.-dijo algo colorado.
-Hmp.
¿Dónde, cuando y cómo fue tu primera vez con Sasuke?-preguntó
maliciosamente.
El
rubio se atragantó con su copa y le miró muy sonrojado.
-¿Qué?-
preguntó con la esperanza de haber oído mal.
-Lo
que oíste, así que responde.-dijo sin quitar esa sonrisa que le
daba mala espina al rubio.
-Vale
dattebayo.-bebiéndose lo que le quedaba en el vaso para armarse de
valor respondió.- Bueno....la primera vez que lo hicimos fue... en
un lago que hay escondido en el bosque. El cuando...pues a las dos
semanas de empezar a salir. Y el cómo... pues nos fuimos a entrenar
y en medio de la pelea llegamos al lago. Nos paramos para descansar y
pues... entre la vista tan linda y pues...Sasuke, acabamos... ya
sabes.-finalizó más que ruborizado y volviendo a beber para
quitarse esa vergüenza de encima por semejante respuesta.
-Wow.-dijeron
todos con un leve sonrojo al escuchar tan detallada respuesta.
-¿Vuestra
primera vez fue al aire libre?-preguntó Kiba un poco sorprendido.
-Viniendo
del hermano de Itachi.... no me sorprende.- dijo ahora Dei.
-Bien,
buena respuesta.-dijo ahora Gaara con una sonrisa de satisfacción en
el rostro.
El
rubio solo suspiró, tomó la botella y la giró. Esta empezó a dar
vueltas y vueltas hasta que se detuvo en frente de.......
-Lee,
¿verdad o castigo?- preguntó el rubio menor.
-¡Verdad
por supuesto!-gritó un tanto borracho.
-Mmmm~.....¿Cuál
es la posición más vergonzosa en la que te lo ha hecho Neji?-
preguntó y todos miraron al chico de verde con una gran curiosidad.
-Esto...pues....-dijo
en un murmuro que nadie oyó.
-¿Qué
dijiste?-preguntó Gaara.
-Pues....que.....aagh
que una vez utilizó las vendas de mis manos y me ató a una silla.
Ahí se dedicó a hacerme de todo. Cuando por fin me soltó y pensé
que ya había acabado me llevó enfrente de la ventana y siguió
haciéndomelo durante horas. No sé como aguantó tanto tiempo
teniéndome en brazos.-dijo completamente ruborizado mientras se
bebía media botella de un trago.
-O.O....-esta
era la cara de todos.
-Ya
sabemos para qué entrena tanto.-dijo Kiba con un poco de gracia, a
lo cual solo se ganó una mirada asesina de Lee por lo cual calló.
Después
de un leve momento de silencio todos suspiraron.
-Te
entendemos.-dijeron todos a la vez. Todos sabían de estar atados
durante horas sin poder resistirse a todas las perversiones que se le
ocurrieran a sus semes.
-Bueno...te
vuelve a tocar girarla.-dijo Naru.
Lee
obedeció y esta vez a quién le toco
fue...........................................................................
-¿Por
qué a mi?
-No
te quejes Kiba.-dijo Dei.
-Tsk.
-Bien
ahora elige. ¿Verdad o castigo?- preguntó el kitsune.
-Castigo.-dijo
rápidamente.
-¿Por
qué?- preguntaron todos al unísono.
-Venga,
no seas cobarde.-se quejó Lee.
-Eso,
no seas así.- apoyó Dei.
-No
pienso contar sobre mi vida sexual.-respondió este con un leve
sonrojo. “No pienso contarles nada sobre lo que le dejo a Shino
hacerme.” pensó mientras su sonrojo aumentaba.
-Mmm....está
bien.-dijo Naru con un bufido de resignación.
-
¿Qué castigo le ponemos?- preguntó Gaara a sus compañeros.
-Mmm...ya
se.-respondió Naru mientras sonreía de forma macabra.
-¿Naru-chan?-preguntó
Deidara cuando vio al rubio menor levantarse y salir en dirección a
la habitación que compartía con su novio.
En
unos minutos volvió pero con algo en sus manos y cuando todos
observaron el objeto sonrieron maliciosamente excepto Kiba que puso
cara de horror.
-¿Q-qu-qué
pla-planeas ha-hacer....c-con e-eso?- preguntó tartamudeando por el
nerviosismo sin despegar la vista del objeto que traía su amigo.
-Bueno...Sasuke
me obligó a llevarlo como castigo a una apuesta que hicimos hace un
tiempo y nunca lo tiró. Así que pensé que sería un buen
castigo.-respondió sin dejar de sonreír.
-¿No
hablarás en serio verdad?- preguntó mirando a sus amigos
esperanzado.
-Yo
creo que es una buena idea.-comentó Gaara.
-Yo
también.-secundó el rubio mayor.
-Seguro
que te queda bien.-comentó en venganza Lee.
Sin
tener más remedio que aceptar cogió lo que le daba el rubio y se
marchó al baño a cambiarse.
A
los cinco minutos volvió al salón cambiado. Y todos los demás no
pudieron evitar reírse.
-No
os riáis.- se quejó completamente sonrojado.
-Es....es
que....jejejeje....no pensaba que te quedaría tan bien.-dijo el
rubio menor sin dejar de reír.
-Eso,
si es que parece hecho para ti.-dijo ahora Lee que seguía
carcajeándose a gusto.
-Mooo~...-se
quejó el castaño mientras se sentaba otra vez en su sitio.
La
razón por la que se reían era por que el rubio le había hecho
ponerse un traje de enfermera que constaba de dos piezas: un top
ajustado con unos volantes hasta poco más abajo de sus pezones y una
pequeña falda que le llegaba hasta mitad del muslo y en un lado
estaba un poco abierta.
Todo
el conjunto era de un color rojo con blanco junto con una pequeña
muñequera en la mano izquierda, unas medias de rejilla blancas hasta
las rodillas y una diadema blanca con la cruz roja.
-¿De
dónde sacó esto Sasuke?- preguntó malhumorado ya que sus amigos no
dejaban de reír. Ante esa pregunta todos pararon su risa y miraron
al rubio.
-La
verdad... prefiero no saberlo.-dijo algo colorado.
-¿Hasta
cuando tengo que llevar esto puesto?-preguntó abochornado el
castaño.
-Hasta
que te vuelva a tocar.-dijeron todos los demás.
El
castaño solo suspiró cogió su vaso con cerveza y se bebió dos
vasos llenos. Luego cogió la bendita botella y la hizo girar.
Esta
vez el afortunado fue Deidara a lo cual solo soltó un suspiro y
antes de que siquiera le preguntaran dijo:
-Elijo
verdad.-con un leve sonrojo en las mejillas.
-Bien...¿Cuál
es el récord de tiempo que ha durado Itachi en la cama?-preguntó
Kiba con gracia en la voz.
-Maldito
mocoso...-murmuró el rubio mientras se sonrojaba a más no poder.-
¿Por asalto o en conjunto?-preguntó para asegurarse. Los demás se
miraron y asintieron al mismo tiempo.
-Por
los dos.-dijeron todos a la vez.
-Mierda.-se
quejó en un susurro el rubio.-Bueno pues...por asalto no se
exactamente cuanto tiempo dura. Pero en el conjunto pues... su récord
creo que fue... unas 8 horas.-dijo con algo de vergüenza.
-¡¿OCHO
HORAS?!- gritaron todos el rubio solo asintió.
-¿Pero
seguidas?- preguntó anonadado el pelinegro.
-Bueno...
con algún descanso de algunos minutos pero casi, la verdad.-dijo
sinceramente.
-Increíble.-dijo
Kiba.
-Seguro
que Sasuke también dura mucho en la cama.-comentó Gaara mirando al
kitsune.
Este
se atragantó con su bebida y miró a su pelirrojo amigo, aunque ese
comentario hizo que todos le observaran.
-Bueno...pues...es
que...más de nueve horas.-susurró esperando que no le oyeran pero
eso no fue así y todos se quedaron boquiabiertos.
Si
con lo contado por Deidara le pareció increíble lo dicho por Naruto
si les dejó en shock.
-Lo
siento por ti Naru.-dijo Gaara apiadándose del rubio menor por lo
que tendría que haber sufrido.
-Te
compadezco Naruto.-dijo Kiba solidáriamente.
-Auch.-dijo
simplemente Lee.
Por
su parte Deidara se le lanzó encima y le abrazó casi asfixiándolo.
-Cuanto
te entiendo Naru-chan. Y yo que pensé que no habría nadie más
pervertido que Itachi.-dijo este sin soltarle.
-En
realidad...el muy cabrón utilizó un jutsu secreto que descubrió
por casualidad cuando estaba con Orochimaru... yo no sabía qué
hacía cuando lo vi y le pedí que me lo enseñara....cuanto me
arrepiento de ello.-dijo el menor cuando Dei ya lo había soltado.
Hubo
un rato de silencio hasta que Lee decidió romperlo, otra vez.
-Mejor
sigamos con el juego.-dijo feliz. Todos asintieron y ahora fue el
turno del rubio mayor de girar la dichosa botellita.
Finalmente
esta paró señalando por segunda vez a Naruto.
-Bien
Naru-chan. ¿qué eliges?-preguntó bastante borracho ya Deidara.
-Mmm~...venga
castigo.-dijo con las mejillas coloradas por el alcohol ingerido.
-Hmp.
Pues...¿que te parece hacer algo extremo?-preguntó maliciosamente
Gaara.
-¿Como
qué?- preguntaron todos curiosamente.
-Jejejeje...te
vas a hacer un tatuaje.-comentó divertido el pelirrojo.
-¿Quéeeeee?-preguntó
este sorprendido.
-Lo
que oíste. Puedes tatuarte lo que quieras y donde quieras pero
tienes que hacerlo ahora. ¿Estáis de acuerdo?-preguntó sabiendo de
antemano la respuesta.
-Suena
divertido.-dijo Lee medio borracho.
-Me
gustaría ver la cara de Sasuke cuando lo vea.-comentó Kiba, aunque
una cosa es decirlo y otra hacerlo.
-Pues
vamos. Aunque es mejor si dejamos que Kiba se cambie.-dijo ahora
Deidara con algo de gracia en la voz.
Esperaron
hasta que el castaño se cambió y los cinco salieron muy borrachos
de la casa en dirección al salón de tatuajes, a pesar de algunas
quejas del kitsune pero que no le hicieron caso alguno. Hasta que
finalmente llegaron y el rubio dijo lo que se iba a hacer y dónde.
Lo
que resta de noche la pasaron bebiendo otra vez en la casa del Uchiha
menor hasta que se quedaron profundamente dormidos en el salón a
causa de su gran borrachera.
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Era
de mañana y todos los semes volvían de su misión ansiosos de ver a
sus parejas después de cuatro días de no verlos.
Estaban
en la entrada de la aldea.
-Bien,
yo me voy a ver a Lee.-dijo Neji.
-Yo
a Gaa-chan.-comentó Sai con su típica sonrisa falsa.
-Bueno
chicos antes de que os vayáis os diré que todos están en casa de
Sasuke.-dijo Kakashi apareciendo de la nada.
-¿Y
tú como sabes eso?-preguntó Shino.
-Por
que anoche los vi por la calle y les pregunté a dónde iban.-dijo
con simpleza el peliplateado.
-¿Y
qué hacen todos en mi casa?- preguntó molesto el azabache.
-No
me lo quisieron decir.-respondió para luego desaparecer en una nube
de humo.
Los
jóvenes se miraron y soltando un suspiro se dirigieron hacia la
residencia Uchiha.
Durante
el camino todos iban pensando en qué narices estuvieron haciendo
aquella noche y cuando entraron en la casa del ojinegro y fueron a la
sala esa pregunta se incrementó.
-¿Qué
demonios?-preguntó el azabache atónito.
En
la sala se podía observar a todos los ukes dormidos apoyados en la
mesa excepto Naruto que estaba tumbado de lado en el sofá. Todos
estaban sin camisetas y había una gran montaña de botellas vacías
de alcohol.
-Parece
que se divirtieron mucho mientras no estábamos.-comentó algo
molesto Neji.
-Pues
a mí me gustaría saber todo lo que pasó exactamente.-dijo con un
notorio enfado en la voz Itachi.
Todos
estaban de acuerdo así que despertaron a los ukes sin mucha
delicadeza.
Itachi
le tapó la nariz al rubio mayor y cuando este notó que no podía
respirar se despertó viendo unos profundos ojos negros mirarle
fijamente, cosa que le causó un gran escalofrío.
Neji
le dio una patada a Lee y este al caer al suelo y darse en la cabeza
se despertó de golpe.
-¡Qué
demon...!- no terminó de gritar ya que al ver la cara de enfado de
su koi se asustó y el resto de palabras no salieron de su boca.
Shino
utilizó sus insectos para hacer que rodearan al castaño por
completo y este al sentir cosas encima suyo despertó soltando un
gran grito al darse cuenta de lo que era.
-¡¡¡¡Waaaaaahhhh!!!!-gritó
mientras saltaba del suelo y casi llegaba al techo del susto. Y al
ver a su novio allí el miedo le invadió.
Sai
por su parte simplemente hizo lo que hacía siempre para despertarle.
Se le tiró encima. El pelirrojo al notar el peso extra encima suyo
se fue despertando.
-Buenos
días Gaa-chan.-le susurró el moreno al chico y este enseguida se
despertó por completo.
-¡¡¡SAI!!!-gritó
por la sorpresa mientras le apartaba. En ese momento notó que tenía
una sonrisa bastante molesta en el rostro y recordando dónde estaban
no pudo evitar sentir algo de miedo.
Por
otra parte, Sasuke no fue tan brusco con su rubio ya que sabía que
el que allí estuvieran todas esas personas no fue cosa suya ya que
vio el bol de ramen que había en la mesa y que, seguramente,
utilizaron para que accediera. Aunque aún así ya se encargaría de
que su adicción al ramen disminuyera. Él simplemente movió un poco
al rubio por el hombro y al ver que no reaccionaba lo movió un poco
más fuerte por la cadera pero el rubio abrió los ojos de golpe y
saltando del sofá gritó.
-¡¡¡¡ITAEEEEE!!!!-gritó
con todas sus fuerzas.
Todos
los semes le miraron asustados y confundidos ya que habían visto que
el azabache no le había hecho nada para que gritara de esa manera,
mientras que los ukes palidecieron al recordar que esa noche...
-Naru-chan...¿estás
bien?- le preguntó Itachi al ver la cara de dolor que había puesto
el pobre rubio, el cual no respondió.
-¿Naruto?-
le preguntó el azabache mientras miraba la adorable cara de su niño.
Tenía los ojos húmedos con algunas lágrimas que amenazaban por
salir, las mejillas ligeramente hinchadas haciendo un pequeño mohín
mientras negaba con la cabeza, dando a entender que no estaba bien.
El
azabache se sentó en el sofá junto al menor y notó algo que este
tenía en la espalda baja y que le hizo encarnar una ceja.
-Naruto...¿qué
tienes en la espalda?- le preguntó haciendo que todos los ukes
palidecieran aún más entrando en pánico, al igual que el rubio que
no sabía qué decir. Todos los semes se miraron confundidos.
-¿A-a...a
qué...te refieres dattebayo?- preguntó este haciéndose el que no
sabía.
-No
te hagas el tonto. Gírate.-dijo el mayor al notar lo que intentaba
hacer su novio.
El
rubio intentó negarse pero la mirada inquisidora de su koibito se lo
impidió y soltando un leve suspiro se giró para que el azabache
viera el tatuaje que se hizo la noche anterior.
El
ojinegro no puedo evitar mirar incrédulo a su novio al darse cuenta
de lo que era.
Los
ukes aprovecharon para coger de la mano a sus respectivos semes y
salir lo más rápido posible de allí. No querían ver la reacción
que tendría el Uchiha menor al enterarse de la noche que pasaron.
Por
otra parte todavía en la residencia Uchiha el azabache miraba
atónito al rubio sin saber que decir y el rubio no podía articular
palabra alguna por la vergüenza.
El
rubio tenía tatuado en la zona baja de la espalda un gato y un zorro
de espaldas y con las colas entrelazadas, dentro del gato había la
inicial del azabache y en el zorro la del rubio y en las colas
una x.
Un poco debajo había escrito un “4EVER”
con las letras en naranja y el fondo azul marino. Todo el conjunto
era: “SxN
4EVER”.
El
rubio solo podía estar sonrojado a más no poder y el azabache no
sabía qué decir.
-¿Cómo,
cuando y por qué?- preguntó el ojinoche por fin, después de un
gran silencio.
-Etto...bueno
verás...-comenzó a tartamudear el rubio. No sabía como empezar a
explicarlo y encima la mirada del otro clavada en su espalda no
ayudaba.
El
azabache al no recibir un respuesta giró al menor para que le mirara
a la cara.
-¿Y
bien?- volvió a preguntar. El ojiazul solo suspiró y, por miedo a
que el ojinoche hiciera algo drástico si no se lo contaba, empezó a
explicar los sucesos de la noche anterior.
El
mayor se dedicaba a escuchar atentamente el relato de su novio y no
pudo evitar imaginarse a Kiba con el disfraz de su zorrito y reírse
levemente, y finalmente el rubio terminó de hablar.
-Eso
es todo -ttebayo.-dijo mientras agachaba la cabeza avergonzado y
esperando una reprimenda por parte del mayor.
-Bueno...está
bien, no me voy a enojar.-dijo mientras le acariciaba los orbes
rubios a su novio.
-¿En
serio?- preguntó este mientras alzaba un poco la cabeza para mirarle
con ojitos de perro o , en este caso, de zorrito. El mayor solo
sonrió ante esa linda imagen y hizo algo que llevaba queriendo hacer
desde que se fue a la misión. Le abrazó dulcemente intentando no
tocar la zona del tatuaje.
-Te
echaba de menos.-dijo con dulzura.
-Yo
también a ti.-respondió el menor correspondiendo al abrazo.
-Por
cierto...¿cuanto durará el dolor?- preguntó el azabache una vez se
separaron.
-¿Eh?
Pues... una semana más o menos. ¿Por qué?- dijo algo contrariado.
-Por
que una vez ya no te duela te lo haré durante tanto tiempo que no
podrás levantarte en más de un mes.-dijo mientras sonreía de
lado.- Así que vete preparando zorrito.-le susurró esto último al
oído, cosa que hizo que al rubio le recorriera un escalofrío por
todo el cuerpo.
Sin
más el mayor se levantó y se puso a recoger todo el desorden que
habían causado los amigos de su novio mientras que este se lamentaba
internamente, ya que si su novio solía ser muy activo en la cama
después de un par de días estando fuera de misión, el tener que
esperar una semana más, definitivamente haría que su lindo trasero
sufriera las consecuencias.
Y
no es el único ya que todos los ukes no pudieron levantarse de la
cama durante bastante tiempo.
Aunque
algunos consiguieron lo que querían como Lee, que consiguió que
Neji fuera más atento con el, claro está que era por que el
pelinegro no se podía mover de la cama; o Kiba, que había
conseguido que su tranquilo novio ya no lo fuese tanto, se arrepentía
de haber dicho que quería que fuese más espontáneo.
......FIN......