lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Solo era un trato no?

¿Solo era un trato no?


Un azabache de ojos negros y tez pálida caminaba por los pasillos. Miró la pantalla de su móvil.
-Las 7:10-dijo para luego suspirar.
Guardó su teléfono y volvió a suspirar.
A esa hora todavía no había nadie así que se dirigió hacia su salón tranquilamente.
Durante todo el camino estuvo mirando por la ventana. Ya había llegado a su aula y, estando enfrente de la puerta, se disponía a entrar cuando alguien salió de repente, chocando con el y cayendo estrepitosamente al suelo en el proceso.
-Itte...-se quejó esa persona sobándose la cabeza.
-Tendrías que tener más cuidado...-se calló un segundo mientras miraba cuidadosamente al rubio, analizándolo. Entonces esbozó una sonrisa ladeada y prosiguió.-...Dobe.
-No me llames Dobe ¡Teme!- le gritó ese chico levantándose.
El azabache solo sonrió aún más.
-Hmp.¿Y como quieres que llame a alguien tan torpe como tu? Dobe.-dijo prepotentemente.
-¡Bakka! Serás engreído y arrogante.-gritó el otro mientras salía por la puerta.
Mientras caminaba por el pasillo, alejándose del azabache, este solo le miraba sin borrar su sonrisa.
Cuando el chico desapareció de su vista , este se disponía a entrar, cuando se fijó que en el suelo había una pequeña libreta.
-Si será Dobe.-dijo mientras se agachaba para recogerla.
Como el azabache no tenía nada mejor que hacer, salió del aula y se dirigió por el camino por el cual se había ido aquel chico. En el camino, se dedicó a leer el contenido de ese objeto.
(N/A: Es un carné de identificación con la información básica del estudiante ^^)

-Bien Uzumaki.¿ Podrías coger estos libros y colocarlos?-dijo una voz femenina. El azabache se giró y vio que se trataba de la biblioteca.
Volvió a esbozar una sonrisa ladeada y entró en el salón.

-Vaya Uchiha...¿qué te trae por aquí? Es raro verte tan temprano.-volvió a decir esa voz. La mujer era pelirroja, con gafas.
-Karin-sensei.-dijo el joven en modo de saludo.-Solo me aburría y pasé por aquí.-dijo indiferente.
-Ya veo.-dijo ella.- Pues haz lo que gustes.- añadió dedicándole una sonrisa.
El chico solo asintió y se dirigió hacia uno de los tantos pasillos.
Justo por el primer pasillo por el que iba, reconoció al chico de antes.
Era un chico rubio, de ojos más azules que el propio cielo y más deslumbrantes que hubiera visto en su vida, con esa piel ligeramente tostada y unas extrañas marcas en cada mejilla que lo hacían ver como un adorable e indefenso zorrito.
Ese chico le había parecido muy interesante.
El rubio estaba intentando coger un libro de un estante, bastante alto,en el cual no llegaba. Esto le hizo un poco de gracia al azabache que se acercó y se colocó detrás del rubio para ayudarle.
Observó el libro que intentaba coger, entonces alzó el brazo y lo cogió, sorprendiendo al ojiazul, que ante la sorpresa, al girar, se tropezó y acabó entre los brazos del mayor, apoyando la cabeza en el pecho del azabache.
-Hmp.-dijo simplemente el ojinegro mientras veía el sonrojo que se apoderaba de las mejillas del más bajo.
-Gra-gracias...-susurró el rubio mientra se separaba del mayor. Apoyando los brazos en el pecho de este.
No es nada.- respondió este, divertido ante la expresión avergonzada del rubio, mientras le daba el libro.
-¿Qu-qué...haces aquí?- preguntó el menor mientras cogía el objeto y ladeaba la cabeza, queriendo escapar de la mirada del ojinoche.
-Bueno...-dijo el otro mientra cogía la libretita de su bolsillo y con la otra mano le acariciaba un mechón de esos orbes rubios.- A cierto Dobe despistado se le olvidó algo.
Ante este comentario el rubio se sonrojó aún más y, por lo oído, levantó la mirada observando el objeto que el Uchiha tenía en la mano.
-¿Cómo...?-preguntó este incrédulo metiendo la mano en el bolsillo para comprobar que, efectivamente, esa si era su identificación escolar. El mayor sonrió de lado otra vez al ver la confusión del ojiazul.
-Se te cayó en clase cuando chocaste conmigo.
-So...sokka...-dijo el otro mientras giraba el rostro, avergonzado.- Etto...¿me lo podrías devolver?- preguntó en casi un susurro.
-Mmmm....no sé. ¿Qué me darás a cambio?- preguntó el azabache mientras se acercaba al rubio.
-¿Eh? Bu...bueno yo...-decía el otro mientras se alejaba un poco hacia atrás pero, con la mala suerte, que la estantería no le dejó retroceder más. Quedando así entre la estantería y el mayor.
-Hmp.-el azabache se divertía mucho ante las expresiones y acciones del rubio.- Tranquilo...nos vemos en la azotea a la hora del almuerzo. Allí te diré lo que tendrás que hacer.- le dijo con una sonrisa seductora.

Sin decir nada más se dirigió a la salida de la biblioteca para dirigirse hacia su salón. El rubio estaba en tal shock que solo vio al azabache alejarse.

-¡Q-qu-qué...QUÉ DEMONIOS!- gritó este perplejo.
Desde fuera el ojinoche oyó el grito y sonrió de lado para luego irse de verdad hacia su clase.

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Por fin las clases comenzaron y el ojiazul estaba muy nervioso.

-¿Tú eres Uzumaki?-preguntó un hombre alto, con el cabello plateado y una máscara que le cubría toda la cara menos un ojo.
-Emm...hai...-dijo más que nervioso.
-Tranquilo, quédate aquí y entras cuando te llame.- el rubio asintió y el profesor entró en clase.- Bien alumnos. Siento la espera pero resulta que al venir aquí me encontré a un perro perdido y...
-MENTIRA.- gritaron todos los alumnos.
-*Cof cof cof* Pero aún así...tenemos a un nuevo alumno en clase, entra.
El rubio entró al aula bajo la atenta mirada de todos los presentes.

-E-etto...soy Uzumaki Naruto y... espero que nos llevemos bien.-dijo este algo sonrojado pero con una gran sonrisa en el rostro.
Todos en el aula comenzaron a gritar, silbar y aplaudir. Las chicas le miraban con corazoncitos en los ojos y los chicos no paraban de gritar cumplidos y halagos sobre lo lindo que era.
El profesor les intentaba calmar y el rubio solo agachó la cabeza avergonzado.

-Bien, bien calmaos.- decía el peliplateado.- Bueno, Uzumaki sientate al lado vacío de Uchiha.
El rubio asintió y mientras se dirigía al sitio indicado alguien aprovechó para tocarle el trasero.
-¿Qué...?- dijo el ojiazul mientras se giraba a ver al culpable de tal acto.
-Gomen, Naru-chan pero tenía que hacerlo.-dijo un moreno de piel blanca y una sonrisa farsa.
Eso no le hizo mucha gracia a un azabache y tampoco al rubio.
-No deberías hacer eso, copia barata.- dijo de forma despectiva el ojinegro.
-¿Algún problema? Uchiha bastardo.-dijo este en el mismo tono. Mientras se giraba a ver al que le había hablado.
El rubio también se giró y se quedó atónito al ver al azabache-
-¡¿TÚ?!-gritó el ojiazul señalando al chico, mientras este solo sonreía de lado.
-Hola, Dobe.-dijo este como si nada, el rubio se quedó perplejo.
-Bien, bien. ¿Podemos comenzar la clase ya?- dijo el profesor.
El rubio se tubo que sentar al lado del azabache y juntar las mesas ya que todavía no tenía los libros.

-No te voy a comer, no te preocupes.- le susurró al rubio para que solo el le escuchara.
-Eso ya lo se pero...- dijo este de igual manera mientras se sonrojaba y ladeaba la cabeza.

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Pasaron las horas y ya era momento del receso. El azabache cogió de un brazo al rubio y lo llevó corriendo hasta la azotea.

-¿A-a-a...qué a...venido eso?- preguntó entrecortadamente el ojiazul ante la repentina acción del mayor.
-Era lo mejor. Te abrían rodeado para hacerte mil y una preguntas y a mí me habrían acosado las chicas de mi estúpido club de fans.- respondió el otro como si nada.
El rubio iba a protestar pero en ese momento se oyeron los gritos de las chicas en el patio buscando al azabache.
-Ya veo...-comentó el ojiazul mientras una gota le resbalaba por la sien.
-Bien...ahora ya podemos hablar.-dijo el mayor, solo por centímetros.
-¿Eh? Ah...hai.-dijo el menor sonrojado.- Etto...¿qué tengo que hacer?- preguntó mientras ladeaba la cabeza.
-Bueno...-comenzó para luego cogerle de la barbilla y hacer que le mirara.-...quiero que salgas conmigo.- finalizó mientras sonreía.
-¿eh? Pe-pe-pero...-empezó a tartamudear mientras se sonrojaba aún más.
-Te lo pido como un favor.-dijo el ojinegro para calmarle.
-¿Un favor?- preguntó un poco más tranquilo.
Los dos se sentaron al lado de la reja para comer y hablar más tranquilamente.
-Bueno...ya viste lo pesadas que son.-dijo el azabache, el rubio solo asintió.- por eso...pensé que saliendo con alguien me dejarían en paz.- concluyó con un suspiro.
-Pero...¿por qué yo?¿No puede ser cualquier chica?- cuestionó el rubio mientras comía.
-No por que se lo acabaría creyendo.-dijo mientras miraba al rubio comer. No pudo evitar sonreír ante la imagen, como llevaba haciendo desde que lo conoció.-Contigo no habrá problemas ya que eres nuevo y, al saber que tienes pareja, no te acosarán como hace un rato.- aclaró, dándole razones más que suficientes para que aceptara.
-Mmm...¿y me devuelves mi identificación?-preguntó el otro dejando de comer y mirándole a los ojos.
-Hmp. Si,¿Entonces...aceptas?-respondió/preguntó el azabache mirándole seductoramente, cosa que hizo que el rubio se ruborizara y ladeara la cabeza. (Hime:Qué repetitiva soy XD).
-Esta bien. -Respondió en casi un susurro. El ojinegro sonrió y le dio un beso en la mejilla, sorprendiendo de sobremanera al otro.
-¿Q-qu-qué...?- tartamudeó atónito el menor mientras se sonrojaba de sobremanera y tocaba su mejilla con la mano.
-Tendrás que acostumbrarte, ya que a partir de ahora somos novios.- respondió este divertido ante la reacción del ojiazul.


Estuvieron un rato hablando para conocerse mejor.
El rubio le habló sobre su comida favorita, el Ramen (Hime: como no XD); que tenía un hermano mayor, de nombre Deidara; que su mejor amigo era un pelirrojo, llamado Gaara, y que estudiaba en esa escuela; que sus padres están de viaje por trabajo; su color favorito, el naranja; y otras cosas básicas.
El azabache solo escuchaba atentamente y luego el le contó algunas cosas. Su comida favorita, los tomates; que su hermano tiene la misma edad que el del otro y su nombre es Itachi; que el pervertido que le había tocado el trasero era el idiota de su primo, Sai; y poco más.
Entonces sonó la campana y los dos estuvieron que dejar su agradable charla. Se dirigieron hacia su salón y, por mala suerte de Sasuke, el profesor llegaría tarde así que muchas chicas rodearon su mesa para hablar con él.

-Nee, nee, Sasuke-kun.¿Dónde te habías metido antes?-preguntó una de ellas.
-Qué malo. Mira que abandonarnos.-dijo otra melosamente.
-Ne...¿Por qué no salimos después de clase?- preguntó otra mientras le cogía del brazo.
-Ya he quedado.- respondió este soltándose del agarre. Todas le miraron atónitas.
-¿Con quién?-preguntaron todas a la vez.
-No tengo por qué contestar pero...-dijo mientras miraba de reojo al rubio y le hizo una seña para que se acercara. Este suspiró y se acercó, entonces el azabache aprovechó para jalarle el brazo y hacer que se sentara en su regazo. Ente tan repentina acción el ojiazul se ruborizó de sobremanera y todas las chicas se quedaron mirándolos.- Si tanto lo queréis saber...saldré con él.-respondió por fin.
-¿Por qué con él?-dijo una de ella. Esta pregunta hizo que todos en el salón se interesaran en lo que sucedía.
-Mmm...-se lo pensó un poco para luego sonreír. Cogió el mentón del rubio e hizo que le mirara.- Por esto.- respondió para luego darle un beso al ojiazul que se sonrojó aún más.
Fue un beso corto, tierno y lindo.- Estamos saliendo.- aclaró una vez se separaron.
El otro solo llegó a esconder su sonrojo apoyando la cabeza en el pecho del mayor, acto que vio muy tierno el azabache.
Todo el salón estaba en silencio y en ese momento llegó el profesor.

-Siento la demora chicos pero...¿qué ha pasado?-preguntó al ver a todas las chicas blancas y a los chicos con la boca abierta de par en par, pero lo entendió al ver la posición de los dos chicos.
El ojinegro no pudo evitar sonreír de lado ante la reacción de todos, sin más la clase comenzó aunque nadie estaba prestando atención.
Tanto las chicas como los chicos estaban desilusionados ante el reciente descubrimiento, el azabache estaba encantado y el rubio intentaba reaccionar ya que ese beso le había dejado algo atontado.

Las siguientes clases pasaron sin ningún percance ya que nadie se había atrevido a decir o hacer alguna cosa.
Las horas pasaban lentas para el rubio que, ahora mismo, solo quería salir corriendo hacia su casa, encerrarse en su habitación y no salir nunca jamás de allí.
Sonó la campana y todos empezaron a recoger sus cosas. Todos en la clase se habían ido a excepción de un azabache que esperaba a un rubio que seguía en shock. Algo que le parecía muy entretenido al mayor.

-¿Tardarás mucho Dobe?-preguntó de repente. Esas palabras hicieron saltar al ojiazul que no había reparado en la presencia del mayor.
-¿Qué...haces todavía aquí?-preguntó este sorprendido.
-Dije que saldría contigo esta tarde.-respondió el otro con su típica sonrisa de lado marca Uchiha.
-Pe-pe-pero...eso era para que te dejaran en paz ¿no?-dijo nervioso y sorprendido.
-Yo nunca miento.- dijo mientras cogía la mochila del rubio y se la colgaba a la espalda.-Además...todavía no has visitado la ciudad ¿no?-dijo mientras le cogía la mano y salían del salón.

Ya estaban saliendo del recinto escolar cuando un coche se paró en la entrada.
El mayor reconoció el vehículo y frunció el ceño. En ese momento un moreno salió del coche.
-¡Tsk!-chistó la lengua el ojinoche. Ante el gesto del mayor el rubio alzó la cabeza, que tenía gacha a causa de la vergüenza, y dirigió la vista hacia el dueño del automóvil.
Era un moreno alto de tez pálida, tenía el cabellos largo amarrado en una cola y los ojos negros. Ese hombre, en opinión del rubio, se parecía Sasuke aunque...el azabache era más sexy en su opinión.
Ante ese pensamiento se ruborizó un poco.
-Tardaste bastante Sasu-chan.¿Are? ¿Y quién es el lindo rubito?-preguntó al darse cuenta de su presencia. Entonces vio como iban cogidos de la mano y el como su hermanito llevaba dos mochilas.-No me digas que...-volvió a decir.
El rubio se sonrojó al descubrir lo que el mayor miraba y soltó la mano del ojinegro haciendo que este gruñera de incorformidad.
-Etto...Sasuke ¿quien es?-le preguntó al azabache colocándose un poco detrás suyo.
-Nadie importante.- respondió mirándole de reojo.
-¡Qué malo! ¿Así tratas a tu Aniki?-dijo de forma dramática.
-¿Tu hermano?¿Él es Itachi?-volvió a cuestionar el rubio ignorando al más mayor y mirando a su compañero, el cual suspiró.
-Es algo que no me gustaría reconocer.-dijo con pesar. En ese momento el otro reaccionó y se dio cuenta de que seguía sin saber quien era el ojiazul, aunque por el comportamiento de su ototo, ya lo suponía.
-Aún no has respondido. ¿Quién es él?-preguntó sonriendo.
-No se por qué preguntas si ya lo sabes.- respondió el Uchiha menor suspirando.- Pero como no me dejarás tranquilo hasta que lo diga, y tenemos cosas que hacer, te lo diré. El es Uzumaki Naruto, MI novio.-dijo destacando el “mi”. El rubio solo se sonrojó, no se acostumbraba a ser su “novio”.
(Hime: Ay, Naru...qué inocente).
-¡Qué lindo!-gritó el mayor mientras saltaba e intentaba abrazar al menor pero el azabache se interpuso.-¡Qué malo! Espera...¿Uzumaki?-preguntó. El rubio solo asintió.
-Por casualidad...¿no tendrás un hermano?-dijo mientras el rubio le observaba con un interrogante.
-Si...¿por qué lo preguntas?-dijo extrañado.
-Por que nos conocemos.- dijo alguien detrás del moreno. Todos dirigieron su vista hacia esta persona. El rubio abrió los ojos de sobremanera y agarró el brazo del azabache con nerviosismo.
-D-Dei-nii...-susurró muy nervioso. El otro solo sonrió algo que hizo que al menor le recorriera un escalofrío.
-Bien...explícame eso de que este es tu novio.-dijo el mayor. El también era rubio de ojos azules pero llevaba el cabellos amarrado en una cola alta y no tenía las marquitas en el rostro como el menor.
El comentario del rubio mayor molestó al azabache. Iba a protestar pero su hermano habló antes.
-Oh vamos~...Deidi no te enfades tanto. ¿O te recuerdo a qué edad empezamos nosotros a salir?- dijo el Uchiha mayor abrazando al otro por detrás, haciendo que se sonrojara.
-E-eso es...-dijo muy nervioso. El azabache alzó una ceja ante esa reciente información.
-¿Tenías novio?-preguntó haciendo que al mayor le cayera una gota por la sien.
-¡Pero si siempre hablo de Deidi!¿Como es posible que no te enteraras?-gritó el mayor.
-Siempre desconecto cuando te pones muy pesado.-respondió indiferente.
-Moo~...¿como es posible que seas así de desinteresado?-preguntó suspirando.- Bueno...Naru-chan a ver si tu consigues quitarle algo de amargura a su carácter.- sin decir más cogió al rubio mayor por el brazo y lo arrastró hacia el coche.
-¡Oe! ¡Que yo todavía quiero saber muchas cosas! ¡Estúpido Itachi! ¡Suéltame! ¡Idiota!- iba gritando el rubio pelilargo hasta que los dos desaparecieron de la vista de los dos menores.
-Te hermano es...-comenzó a decir el azabache.
-Ya lo sé.- dijo el rubio sin dejar que el otro terminara su oración.
-¿Tú sabías que salían?-preguntó al recordar que el rubio no se había ni inmutado ante la noticia.
-Bueno...yo sabía que tenía novio pero...no pensé que sería tu hermano.-dijo con una risa nerviosa.
-Ya veo...¿y como es que viniste ahora y no antes?-dijo mientras le cogía otra vez la mano y comenzaban a caminar. El ojiazul se ruborizó pero se concentró en responder a la pregunta.
-Mis padres viajan mucho por su trabajo. Cuando Dei-nii cumplió 16 ya sabía lo que quería estudiar y se mudó aquí para lograrlo. Como yo solo tenía 13 me quedé con mis padres pero ahora que ya tengo los 16 me dejaron venir a vivir con él.-explicó el rubio. El otro solo le escuchó atentamente sin decir nada.
Al final de la narración solo sonrió y pensó “Debo agradecerle a su hermano por vivir aquí. Gracias a eso le conocí”, mientras tiraba de su mano para así atraerlo con él y abrazarle por la cintura con una mano y la que tenían unidas las colocó en sus torsos, que por la cercanía estaban realmente cerca. El rubio se sonrojó todavía más ante la repentina acción del mayor.
-Sas...¿Sasuke?-consiguió decir entre susurros y tartamudeando por el nerviosismo.
-¿Qué pasa?-preguntó fingiendo indiferencia.
-¿Có-cómo que “qué pasa”?¡Estamos en mitad de la calle!-dijo lo último susurrando acercándose al rostro para que solo le oyera el otro, para luego sonrojarse aún más al sentir la mirada de la gente fija en ellos.
-Hmp. Eres mi novio Dobe.-dijo con prepotencia para luego acabar con la distancia que los separaba juntando sus labios. El ojiazul no reaccionó a tiempo pero poco a poco el beso se fue calentando. Lo que al principio iba a ser solo un roce fue evolucionando a un beso pasional y húmedo. El azabache comenzó a morder el labio inferior del rubio pidiéndole permiso para entrar, el cual el menor permitió sin darse cuenta.
Ya no le importaba estar en medio de la calle y que la gente le mirara, en ese momento solo sentía la cálida respiración del mayor en sus labios, su experta lengua recorrer toda su cavidad bucal e inconscientemente, soltó la mano del azabache (Hime: seguían en aquella pose) y con los dos brazos le rodeó del cuello profundizando el beso junto con las manos del azabache que le cogían de la cintura para juntarle más a él.
El azabache se dedicaba a explorar todo lo que podía, jugando con su lengua y al encontrar la de su compañero empezó una lucha por ver quien dominaba al otro, que claramente fue el mayor des del comienzo. Después de unos minutos, que para la pareja fueron siglos, se tuvieron que separar para recuperar el aire. Al separar sus bocas un hilo de saliva las conectaban hasta que el azabache lo rompió al pasar su lengua por la comisura de sus labios.
En ese momento, el rubio bajó de la nube en la que se encontraba para darse cuenta de lo que habían hecho bajo la atenta miraba de toda la gente que ya cuchicheaba. Inmediatamente se ruborizó tanto que la cara le ardía y escondió el rostro en el pecho del mayor, el cual solo sonrió y le acercó aún más, abrazándole.
_E-eres un...idiota.-logró decir el rubio en casi un susurro.
-Hmp. Vamos.-dijo sin más para luego separarse y volver a cogerle de la mano.

Estuvieron andando durante un buen rato en silencio, para nada incómodo, entre ambos. El ojinegro prácticamente llevaba al otro, que le seguía sin prestar atención por donde iban ya que seguía avergonzado por la escena que habían hecho antes.

“¿No se supone que solo fingíamos?” pensó. “El solo se quería librar de sus fans ¿no?” volvió a pensar el rubio. Definitivamente no entendía para nada a ese chico.
Entre pensamientos, preguntas y dudas el azabache paró en seco y como el otro estaba en su mundo chocó contra su espalda.
-¡Itte!¿Por qué paras de pronto?-se quejó el ojiazul mientras se sobaba la frente a causa del golpe.
El mayor solo sonrió después de girarse ante la pregunta del rubio.
-Mira hacia allí.-dijo por fin, mientras señalaba a la izquierda con la cabeza.
-¡¡Sugueee~!!-gritó el menor maravillado.
No sabía cómo habían llegado a un mirador al lado del mar pero le encantó. El sol poniéndose, el sonido de las olas del mar, ese brillo en el agua...
Era la escena más romántica que había presenciado en su vida.
Para el azabache esa escena también le encantó, sumándole el hecho de que estaba junto a ese lindo e infantil rubio.
-Es precioso.-comentó en un susurro inconsciente el mayor. El rubio se giró y miró frente al otro.
(Hime: creo que no habla del paisaje XD. Sasu: ¡Cállate! Hime: Malo~)
-Si. Gracias por traerme aquí.-dijo el ojiazul con una sonrisa mientras abrazaba al mayor.
-De nada. Solo te traje sin pensarlo mucho.-se sinceró el ojinegro.
-De todas formas gracias.-volvió a decir el menor mientras levantaba la cabeza, le sonreía y poniéndose de puntillas le dio un beso en la mejilla, dejando un poco sorprendido al mayor.
El otro cuando salió del asombro correspondió al abrazo y se quedaron mirándose a los ojos, hipnotizados por el color ajeno y lo que representaban, negro noche y azul mar, los dos tan profundos y absorbentes.
-No fue nada Naru.-susurró el ojinegro mientras le acariciaba una mejilla al más bajito, haciendo que se ruborizara levemente.
-T-ten...tendríamos que irnos.-dijo el otro bastante nervioso.
-Claro.-accedió el azabache para luego darle un último y casto beso y luego encaminarse hacia la casa del rubio.

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El rubio hacía rato que había llegado al departamento y estaba acostado en su cama mirando el techo fijamente. Estaba muy confundido. Al principio pensó que solo era un trato, que solo había accedido para ayudarle y por recuperar su libreta pero...después de hablar con él, de conocerlo, de pasar tiempo con el y... la necesidad de estar cerca de él, le estaba confundiendo y tampoco ayudaban los besos tan expertos, y los lindos, que el ojinegro le había dado ese día.
Con un gran suspiro se giró quedando de lado y su hermano mayor estaba apoyado en ella.
-¿Dei-nii?¿Cuanto hace que...?
-¿Estoy aquí?-completó la frase.- Bastante la verdad. Pero Naru...me gustaría que me explicaras lo de Sasuke.- dijo en un suspiro mientras se acercaba y se sentaba en el borde de la cama acariciándole los orbes rubios en un acto por relajarle.
-¿Estas enfadado?
-Al principio sí pero Itachi me dijo que ya eras grande para salir con quien quisieras pero aún así...¡solo es el primer día! ¿Cómo es posible que consiguieras novio al acabar de conoceros?
-Bueno...verás...-el menor le explicó todo a su hermano, desde que se conocieron hasta de la puesta de sol, todo. El mayor se ruborizó un poco al oír lo del beso en mitad de la calle y casi llora por lo romántico de la última escena.
Al final de la narración el menor suspiró aliviado por haber desahogado toda su confusión mientras veía a su hermano un poco deprimido.
-¿Por qué Itachi no puede ser así de romántico?-murmuró.- Aunque,por lo que veo, lo pervertido viene de familia.-dijo para luego suspirar.
-Dei-ni...no entiendo que me pasa con Sasuke. Aunque se tan frío, arrogante, prepotente, malhumorado, estoico, frígido,temahjadska.-le tapó la boca el otro rubio.
-Naru...ya entendí.-le dijo mientras le destapaba la boca.
-¿Y bien?
-Pues...es bastante simple. Naru te has enamorado de Sasuke.
-Pe-pe-pero...
-Nada de peros. Estoy convencido de lo que digo y no importa que os acabéis de conocer por que estoy seguro de que eso es lo que te pasa.
-Demo Sasuke...
-Sasuke siente lo mismo por ti.- Naruto le miró interrogante y decidió proseguir.- Los Uchiha son serios y no muestran lo que sienten con facilidad, te lo digo por experiencia, así que si Sasuke se comportó de esa forma es que definitivamente siente algo muy fuerte por ti. Bueno, piénsatelo y luego seguimos hablando para ver que haces pero de momento vamos a cenar.
-Haiii~
Los dos hermanos se dirigieron al salón para cenar y luego estuvieron hablando hasta tarde para ver que haría el rubio al día siguiente con respecto a su “novio”.

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El azabache por fin había llegado a su casa. Ya había anochecido y, nada más entrar, su hermano le abrazó y lo cargó para llevarlo hasta su habitación.
-¡Oye! ¡Aniki bakka! ¿Qué demonios haces?- preguntó/gritó el menor.
-Tranquilízate ototo. Solo quería preguntarte como te fue con tu novio o ¿preferirías que lo hiciera delante de mamá?
-¡Tsk! Eso no te incumbe.
-Si lo hace por que Naru-chan es el hermano de mi novio y no sabes lo que me costó convencerlo de que te dejara vivo.
-¿A qué te refieres?
-Se enfadó por que te atreviste a tocar a su lindo e inocente hermanito pero no te preocupes, logré convencerlo de que Naru-chan ya tiene edad para salir con quien el quiera.
-Si bueno...sobre eso...

*Minutos después*

-¡¿Quéee?!
-Pues lo que dije.
-Oototo~¿Tú eres tonto? Te aprovechaste de su ingenuidad para que aceptara salir contigo, además de que lo chantajeaste.
-Si bueno...eso fue al principio. Realmente me gusta Naruto así que mañana le devolveré la libreta y se lo diré todo.
-Pues buena suerte ototo.- dijo al final el mayor para salir de su habitación y dirigirse a la suya propia.
En cuanto el mayor salió el menor solo suspiró y se sentó sobre la cama. Entre tanto tiempo que estuvo pensando no se dio cuenta de que se había quedado dormido.

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Ya era de mañana y el rubio mayor intentaba levantar a su hermanito, el cual no quería salir de la cama.
-Vamos Naru~Ayer ya hablamos de esto y no puedes dejarlo así.-decía el mayor tirando de las cobijas, las cuales tenía el menor fuertemente agarradas.
-Ya lo sé pero...¡me da mucha vergüenza!-gritó sonrojado.
-Moo~¡Levántate!-gritó sacándolo de golpe de la cama- Ahora te vas a duchar, alistar, desayunar y luego irás a hablar con Sasuke y le dirás lo que sientes ¿Estamos?- le ordenó.
-Es-está bien.

En menos de media hora el rubio menor ya estaba acabando de desayunar. En ese momento sonó el móvil del mayor.
-Buenos días Itachi.-...-Ajá-...-¿En serio?-...-Ese idiota-...-Tranquilo no haré nada-...-Jejejeje ya lo sabrás-...-Vale, nos vemos luego-...-Y yo a ti.
El menor simplemente no preguntó, no quería saber que era lo que estaban tramando esos dos.
Estuvieron hablando un poco hasta que el menor se decidió a ir a su escuela. Aunque todavía fuera temprano quería pensar en cómo hablar con el azabache sobre todo lo que había pasado.
-Nos vemos luego Dei-nii.
-Que vaya bien Naru.¡Esfuérzate!
Ante el último comentario el rubio se sonrojó y salió lo más rápido que pudo. Al salir grande fue su sorpresa al ver a alguien en frente de la puerta.

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Ya era de día y un azabache se removía en la cama intentando desperezarse un poco. No sabía cuando se había quedado dormido pero ¡ni siquiera se había puesto el pijama! Con un poco de desgano se levantó y se encaminó hacia el baño. Salió media hora después completamente listo y bajó hasta la cocina para desayunar. Todavía era muy temprano así que simplemente llegaría a la escuela y aprovecharía para pensar en cómo decirle al rubio toda la verdad.
De pronto alguien le interrumpió sus pensamientos al hablarle.
-Buenos días ototo.- dijo un sonriente Itachi.
-Hmp.
-Que amargado~-hizo un berrinche y se sentó en frente de su ototo- ¿Y bien?
-¿Qué?
-¿Que cómo se lo dirás a Naru-chan?
-No lo sé.
-Bueno...¿y por qué no vas a buscarlo a su casa?
-¿Y eso por qué?
-Por que puede que luego no te quiera volver a hablar.
-Aniki~-dijo mientras le rodeaba un aura maligna.
-Tranquilo, tranquilo. Le avisaré a Deidi, espera un momento.
Sin más el mayor cogió su móvil y marcó el de su novio. Enseguida es respondido.

-¡Bueno días Deidi!-...-Bien, pues te quería contar algo.-...-Pues es que el idiota de mi hermano...(Hime: me da palo volver a explicarlo XD)-...- Si, bueno así es-...-Irá a buscarle para hablar con él y pues...-...-Mmm~¿Por qué estas tan feliz?-...-Está bien. Paso a buscarte luego y me lo explicas.-...-Te quiero Deidi-...-
Y con una gran sonrisa finalizó la llamada y guardó el teléfono en su bolsillo.
-¿No se enfadó?
-No y eso es lo que más me extraña pero bueno, puedes ir a buscarles sin problemas.
-Hn.-sin decir nada más cogió sus cosas y se encaminó al departamento del rubio.
-¡Podrías agradecer por lo menos!-le gritó el mayor aunque el otro le ignoró y siguió su camino.

~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~////~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~

El rubio estaba perplejo al observar al azabache delante suyo.

-Buenos días.
-Bu-bu-buenos días.-saludó el ojiazul en un susurro.
-¿Vamos?
-Em...si~.

El trayecto des del piso del rubio hasta la preparatoria fue relativamente corto para ambos ya que cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos.
El mayor todavía no había decidido cómo hablar con el otro y el rubio seguía confundido por culpa de la conversación que tubo con su hermano.
Al llegar se encaminaron hacia su salón sin hablar todavía. Entraron y el menor se sentó en su sitio pero el mayor se quedó detrás y le abrazó.

-Sas...¿Sasuke?
-Tengo que hablar contigo Naru.- el otro se giró confundido y le indicó que tenía toda su atención.
-Bien...es un poco difícil. Verás yo...lo siento.
-¿Por qué?
-Por...obligarte a salir conmigo. La verdad es que...me gustaste des del momento en que nos conocimos aquí pero...no quería que me rechazaras y puse como excusa lo de mis fans.
-Sasuke...yo...
-Déjame terminar.-pidió en un susurro.- Siento todo esto pero...quiero pedírtelo como se debe.-se arrodilló delante del rubio y le entregó la libreta.- Con esto ya estamos en paz y...ahora....Uzumaki Naruto ¿quieres salir conmigo de verdad?-le preguntó mirándole fijamente a los ojos, esos tan claros como el cielo.
El menor estaba en shock. Él tenía pensado confesarse antes y el ojinegro le salía con eso. Hubo un silencio en el que el rubio seguía perplejo.
Se sentía muy feliz y nervioso, estuvo a punto de responderle cuando un par de chicas entraron en el salón. El mayor sin más suspiró, se levantó y se sentó en su sitio, al lado del rubio, no sin antes susurrarle:
-Respóndeme luego. No importa si me rechazas pero al menos piénsatelo.- luego le dio un dulce y casto beso ante el que el ojiazul se ruborizó y simplemente asintió.

Al poco rato las personas fueron llegando y llenando el aula.
Las clases transcurrieron tranquilamente en las cuales el rubio no prestaba la más mínima atención ya que seguía pensando cómo responderle al azabache, el cual estuvo pensando solamente en la respuesta del rubio y no dejó de mirarle durante todas las clases.
Por fin llegó la hora del almuerzo y sin decir nada ni darle tiempo de reaccionar al azabache, el ojiazul, le cogió de la mano y se lo llevó a la azotea, al igual que el día anterior.
Al llegar se quedaron un rato en silencio hasta que el menor lo rompió.

-Sasuke yo...

El mayor se puso nervioso, esa era la respuesta que tanto temía. Se hizo un pequeño silencio. “¡Maldita sea Naruto, díselo ya!” se quejó mentalmente el menor. “Pero...no sé como hacerlo...” volvió a pensar.
Mientras el rubio se comía la cabeza el tiempo que pasaba en silencio le estaba matando al ojinegro.
“Moo~...¡Se acabó!” pensó el rubio para luego coger la corbata del mayor, atraerle hacia él y poniéndose de puntillas le besó.
Fue un simple roce, tanto por el nerviosismo del rubio y la sorpresa del azabache. El menor le soltó la corbata y escondió su cabeza en el pecho del mayor, el cual seguía sorprendido.

-Me gustas...yo...me he enamorado de ti.-confesó en un susurro ante el cual el mayor reaccionó y abrazó al menor rodeándole la cintura.
-Entonces...eso significa...¿que aceptas salir conmigo?-preguntó en un susurro al oído del rubio, el cual se estremeció y asintió.
-Hai.
-No sabes lo feliz que me hace Naru.-dijo el azabache mientras acariciaba una mejilla y le miraba fijamente a esos hermosos ojos zafiro.
-Baka...-dijo el otro ladeando un poco la cabeza, desviando la mirada mientras se ruborizaba.
-Hmp.
Entonces el mayor le cogió del mentón para que le mirara y se acercó hasta quedarse a poco centímetros de él.
-Te amo Naru.-dijo para luego acabar con la distancia que los separaba juntando sus labios con los del menor en un beso tierno en el que le demostraba todo su amor.

Al separarse el rubio se sonrojó y volvió a apoyarse en el pecho del otro mientras este le abrazaba por la cintura en un lindo abrazo.

-Yo también te amo Sasuke.-dijo en casi un susurro que hizo sonreír al mayor con sinceridad.
*
*
*
*

¿FIN?

domingo, 28 de septiembre de 2014

1827

Aquí van los doujins 1827 que tengo, aunque he decidido que solo subiré los que he traducido yo (=^w^=)
AVISO: Para guardar las imágenes arrastrádlas a una carpeta.


Katekyo Hitman Reborn

Aquí suiré los doujins y oneshot's de KHR. Espero que os gusten.



 *Katekyo Hitman Reborn*





Pure


Título: Pure
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-18
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


viernes, 26 de septiembre de 2014

Mind Supplement


Título: Mind Supplement
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-18
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


Mind Supplement (Leer online)



Jealousy Christmas


Título: Jealousy Christmas
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-18
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


Happy Winter


Título: Happy Winter
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-15
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


Happy Winter



First School XXX



Título: First School XXX
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-18
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


First School XXX



Culture Festival


Título: Culture Festival
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-18
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


Culture Festival



Class in the nurse office


Título: Class in the nurse office
Autor: 7 Men Zippo
Género: Yaoi
Rate: R-18
Pairing: 1827 (HibaTsu)
Anime: KHR
Idioma: Español


Class in the nurse office


Cosplay Café

La clase estaba en completo silencio. Estábamos yo y otra persona al frente de ella. Yo, que soy el menor de los dos, comencé a hablar, ya que mi compañero no es de los que hablan así que suspiré y procedí a contar lo que me tocaba.

-Ehh…sobre el asunto del programa… para el festival cultural, que nuestra clase espera hacer…-hizo una pausa.- Los profesores dijeron que…con un toque de humor estaba bien… aunque con algunas condiciones… el salón 2-A han decidido hacer un “cosplay café de mujeres”.-terminó de decir nerviosamente un castaño de ojos avellana y piel color miel, de nombre Sawada Tsunayoshi.

Todos en el salón gritaron excitados y emocionados ante la idea para el festival.
Los miembros seleccionados para ayudar en la preparación del festival cultural se seleccionan, básicamente al alzar, por lo que no me había quedado de otra que acceder puesto que yo no pertenezco a ningún club y no tengo excusa válida para ello. Aunque lo que menos me gustaba era la persona con la que me había tocado trabajar.

-Etto…Hibari-san, ¿está bien…para nosotros hacer…esto? ¿No tendríamos…que hacer algo más… que tenga más provecho?-preguntó algo cohibido a la persona a su lado.
-¿No está bien? Recibisteis el permiso. -respondió este. Era un moreno de ojos negro metálico, algo más alto que el castaño, de piel pálida y una expresión de indiferencia.

Bueno, no es que fuese tan malo pero me había tocado trabajar con nada más y nada menos que con el temible prefecto del comité disciplinario, Hibari Kyoya.

-Pe…pero…yo disfrazado de mujer…-dijo algo sonrojado el menor de los dos.
-Hmp. Eso se ha decidido así que no hay discusión.-dijo el moreno como si nada.
-Aunque ellos están bastante emocionados.-volvió a decir al mirar a todo los herbívoros en frente suyo.
-S-sí…pero no estoy interesado en ello…además, será vergonzoso si Hibari-san me ve como…-dijo lo último en un leve susurro que el mayor no logró escuchar.
-¿Hm? ¿Dijiste algo herbívoro? No logré escucharte.-dijo el mayor acercándose a la cara del castaño el cual se sonrojó levemente por la cercanía.
-No…no fue nada.-dijo desviando un poco la mirada.
“Ah…el rostro de Hibari-san está muy cerca…como pensé él es tan cool…” pensó el menor.

Cuando me dijeron que tenía que trabajar para el comité no me molestó particularmente. Era una oportunidad para hacer algo entretenido y así deshacerme de todo el estrés por toda la movida de casa. Cuando me dijeron también que mi pareja iba a ser Hibari-san me puse algo nervioso pero no pensé que tuviera mala suerte como dijeron algunos a mí alrededor.

-…Pero para la ropa de chicas…la podemos pedir prestado al club de teatro de la escuela así que…-dijo desviando un poco el tema anterior.-…así que si tiene tiempo libre después de la escuela… podríamos… ir juntos a echarles un vistazo…a los disfraces.-dijo nerviosamente.

Por lo tanto estoy contento de poder hacer esto a su lado. Normalmente solo hablamos cuando los chicos se meten en problemas y él me dice enfadado que les controle, o simplemente cuando entramos a la escuela y llevo algo mal en el uniforme, o también cuando hago algo que no le gusta y me amenaza con “morderme hasta la muerte”.

-Claro, no es ningún problema.-dijo sin prestar mucha atención.
-¿D-de verdad? Bu-bueno nos vemos luego.-respondió el castaño sonrojado.
“¡Bien! Podré pasar tiempo a solas con Hibari-san!” se emocionó mentalmente.
-…entendido.-dijo el mayor mirándole suspicazmente, aunque el inocente castaño no se dio cuenta de ello.
“Debo tener más cuidado de no ser muy dame cuando esté con él. Hasta la clausura del festival cultural podré estar haciendo esto con Hibari-san así que tengo que dar mi mejor esfuerzo para no hacerle enfadar.” pensó el menor.


~///~///~///~///~///~///~///~ Almacén de accesorios ~///~///~///~///~///~///~///~


-Todos los vestuarios se ponen aquí, así que debería haber alguna cosa que os sea útil aquí.-dijo una morena de cabello corto.
-Bien. Muchas gracias.-dijo cohibido el menor.
-Toma. Esta es la llave del almacén. Cuando terminen cierran y la lleva a la sala de personal.-dijo ella con una sonrisa mientras le entregaba la llave al castaño.
-¿Eh?-dijo este mientras se sonrojaba levemente.
-No quedan más actividades por hoy.-le aclaró la chica.- Bueno cuídense.-dijo mientras salía por la puerta.
“Eso quiere decir…que estaré…todo el tiempo… ¿completamente a solas con Hibari-san?” pensó sin dejar de mirar a la puerta por la que anteriormente había salido la joven y después la llave en su mano, así sucesivamente.
Pronto cayó en cuenta de que el moreno le estaba observando fijamente.
-Bu-bueno… ¿de qué tipo deberíamos probar, Hibari-san?-preguntó mientras se giraba a ver los disfraces.
-Me…me pregunto si está bien para un hombre vestir esto… es para bailarinas de ballet.-dijo el castaño con el traje en sus manos mientras lo observaba.
El mayor seguía observándole hasta que se acercó por detrás y juntando su cabeza al cuello del menor dijo.
-¿Hay algo malo en eso? Para empezar tiene más que ver con la talla que con el tipo de ropa… no importa si no puedes ponértelo.-dijo sinceramente el mayor.
-S-si…es verdad.-respondió el menor sonrojándose.
-Sawada. Pruébate estos.-dijo el moreno de repente.
-¿Pro-probármelos? ¿To-todos ellos?-preguntó este más que sonrojado.
-Sí. Tienes una talla estándar. Aunque seas algo más delgado y menor en altura, si te queda algo grande a los demás les quedará bien.-dijo con simpleza el mayor.
“Ves-vestirme de mujer delante de Hibari-san…eso es…demasiado…” pensó alterado.
-Pe-pero yo…-dijo muy avergonzado.
-No hay más remedio. Pruébate todos. Los que te queden a un lado y los que no en otro. No es conveniente perder mucho tiempo en esto.
-Mmm…es-eso…es verdad…está bien…-dijo con la cabeza gacha.
“Odio ser tímido…pero odio aún más el ser ignorado por Hibari-san.” Pensó mientras empieza a desvestirse.
“He decidido dar lo mejor de mí como miembro del comité.” Pensó otra vez ya con la camisa fuera.
-Bu-bueno…este está bien supongo…-dijo con el disfraz de cisne de ballet.
-Sawada.-dijo el mayor y ante la sorpresa para el castaño el moreno cogió la falda del traje y la levantó.
-Espe- ¡Hibari-san!-dijo este con un gran sonrojo sorprendido.
-… probablemente esto necesita un tanga. Se ve tu ropa interior.-dijo el mayor.
-Ah…
-Mmm…podríamos atar la cabeza de un cisne en la ingle.
-¿eh? Hmp. Jajajajajajajajaja…-se empieza a reír el castaño.- Nun-nunca pensé que diría eso Hibari-san.-dijo cuando su risa menguó limpiándose un par de lágrimas de los ojos a causa de la risa.
-Hmp. ¿Por qué te ríes? ¿Cómo piensas que soy normalmente?-preguntó el moreno mientras apoyaba uno de sus brazos en las perchas detrás del castaño acorralándolo entre ellas y su cuerpo.
-…Ehh…
“Estoy en un problema… cuando pienso en Hibari-san…no puedo evitar pensar en…lo mucho que me gusta…” pensó mientras se ruborizaba de sobremanera.
-Etto… bueno yo…-no sabía muy bien que responder.
-¡Te-tengo que probarme el resto de disfraces!-gritó mientras se giraba. “Pero eso no se lo puedo decir…” volvió a pensar.
-Ya veo.-dijo el mayor alejándose sin dejar de mirarle fijamente.
“Agh… estoy tan nervioso… Normalmente no hablo de nada con Hibari-san.” Pensó mientras se ponía otro de los disfraces, esta vez el de sirvienta.
-Bueno…este me queda bien.-dijo avergonzado.
-Bien, úsalo. Pasa al siguiente.
-Etto… este también me está bien.-dijo con un traje de enfermera puesto.
-Úsalo. El siguiente.
-Mmm…es algo grande.-dijo con un traje de marinero.
“Aunque esto es vergonzoso… estoy muy feliz de poder pasar tiempo con Hibari-san al estar en el comité”.
-Esto es un traje de sacerdotisa…-dijo mientras lo miraba. -Etto… Hibari-san… ¿cómo… cómo se ciñe la ropa interior de este?- preguntó ladeando la cabeza en un gesto adorable al parecer del mayor.
-¿Debería ponértelas yo?- preguntó el moreno con un deje pervertido en la voz que el menor no notó.
-¡Eh!-le miró sorprendido mientras se ruborizaba levemente.
“Esto no está bien…pero…no creo que vuelva a tener una oportunidad como esta…” pensó el dulce y lindo castaño.
-S-si…-dijo algo cohibido.
-Hmp. Tampoco sé muy bien cómo ponerlas.-dijo sinceramente mientras se acercaba al menor.- Tal vez el cordón se ate alrededor de la cadera.-dijo mientras pasaba sus brazos alrededor de la mencionada parte del cuerpo ajeno.
“Las…las manos de Hibari-san están… en mi cintura…” pensó avergonzado el castaño.
-¡Ah!-soltó un pequeño jadeo lo cual hizo que se sonrojara aún más.
“¿Q-qué clase…de sonidos estaba haciendo?” se reprendió mentalmente.
-¡Ah! Eh… lo-lo siento… creo que…debería haberlo hecho yo mismo.- dijo avergonzado mientras intentaba apartarse del mayor pero este afianzó su agarre en la cintura del castaño acercándolo a su cuerpo.
-¿Hi-Hibari-san?- preguntó confundido.
-Cuando me acerco a ti siempre te sonrojas… Me he preguntado antes por qué pero…-hizo una pausa.- ¿Es porque te gusto?- le preguntó al castaño al oído.
-Eh…esto…yo no…bueno es que… eso no es…- el castaño empezó a balbucear. Esa pregunta le había dejado en shock y no sabía exactamente qué debería responder hasta que su cerebro falló a causa de la cercanía del ojinegro.- Si… lo- lo siento…Hibari-san.-dijo sonrojado.
-Hmp. Porque tu personalidad es así… también me he fijado en ti.-dijo el moreno mientras empujaba al castaño hasta hacer que se apoyara en un mueble que tenía detrás, quedando levemente sentado en él.- Eres un herbívoro cobarde y torpe aunque... eso te hace ver lindo.-dijo mientras mordía y lamia una de sus orejas.
-La ropa de mujer te queda muy bien.-admitió sin ningún tipo de vergüenza.- Además de que te da un toque erótico.-le susurró eso al oído haciendo al otro sonrojar.
-Ah…-soltó un leve suspiro.
“Tanto tiempo sintiendo un amor no correspondido...El que Hibari-san me diga algo como eso es...” pensó el castaño.
-Hmp.-dijo con una sonrisa ladeada para luego juntar sus labios con los del castaño en un apasionado beso.
“¿Qué debo hacer?...Estoy tan feliz ahora mismo que no me lo puedo creer” volvió a pensar mientras se dejaba besar por el ojinegro.
El moreno comenzó a mover sus labios sobre los del menor que no sabía muy bien como corresponder. Sin preámbulos el ojinegro lamió los labios del castaño para luego morderle levemente el labio inferior al ojimiel para indicarle que quería que abriera la boca. El castaño entendió el mensaje y entreabrió los labios dejando escapar un leve jadeo.
El moreno no perdió el tiempo en meter su lengua en la cavidad bucal del ojimiel. Pasó la lengua por todo ese húmedo y caliente lugar. Memorizando cada rincón de la boca ajena y deleitándose con el dulce sabor.

Poco después encontró la lengua de su compañero y empezaron una ardua y sensual danza, enredándose entre ellas, chupándose una a la otra sin contemplación mientras los suaves jadeos y gemidos morían entre las dos bocas juntas.
Inevitablemente la necesidad de oxígeno hizo que se tuvieran que separar, quedándose mirando fijamente a los ojos ajenos.

El castaño estaba muy ruborizado y respiraba con gran dificultad, puesto que era su primer beso. En cambio el moreno no perdía ni una de las facciones del ojimiel, deleitándose con cada jadeo que escapaba de esa dulce boca, del sonrojo en sus doradas mejillas ahora levemente rosadas, de la mirada excitada que le dedicaba sin darse cuenta.

Esa imagen le hizo excitarse aún más de lo que ya estaba. Se acercó al castaño y volvió a besarle, aunque esta vez fue un beso casto. Después fue bajando por el mentón y el cuello del castaño dejando un rastro de saliva además de pequeñas marcas de besos. Ya en la clavícula le mordió levemente, encantado de escuchar los gemidos de esa dulce boquita, dejando una marca rojiza que se vería bastante al día siguiente. Mientras hacía esto con sus manos empezó a acariciar los pezones del menor.

-Hmp. Tus pezones se están endureciendo.-le dijo el moreno al castaño.
-Haaa....Nhg...-gimió en el momento en que el ojinegro empezó a lamerle el pecho.
-Hi-hibari-san....ahh...nhg,...A-alguien...podría...ve-nir...-dijo entrecortadamente el menor.
-Debemos meternos y cerrar con llave.-respondió este sin dejar de lamerle los pezones.
-Nh...Ahhh...
Una vez se separó del castaño le miró y quedó maravillado ante la imagen que le mostraba el menor. Las mejillas sonrojadas, la boca entreabierta, la respiración algo agitada por las sensaciones anteriormente recibidas y la ropa mal puesta. Tenía la camisa totalmente desabrochada dejando su dorada piel a la vista con esos botoncitos rosados totalmente duros y la erección que sobresalía del pantalón.
-Ahora estás sumamente erótico... No puedo parar.-dijo el moreno mientras le acariciaba superficialmente el miembro despierto del ojimiel.
-Haa...¡ah!...ngh....
-¿Debería hacer algo más sensual?- preguntó con la voz levemente ronca por la excitación.
-S-si...-respondió el menor en un leve susurro.
El moreno sonrió y empezó a acariciar la erección del menor. Fue bajando y subiendo su mano suave y lentamente, escuchando los jadeos del menor. Cuando el miembro fue soltando aquel líquido blanquecino fue bajando con su lengua, dejando un rastro de saliva mientras mordía levemente todo el abdomen perlado de sudor. Fue bajando hasta el ombligo donde metió la lengua y fue simulando embestidas, todo sin dejar de masajear el miembro del castaño. Cuando pensó que ya era conveniente volvió a bajar dándole un gran felación al ojimiel.
Metió todo el miembro de una sola vez y comenzó a lamerlo y chuparlo levemente, escuchando con su lindo uke casi gritaba por las sensaciones placenteras y los escalofríos que recorrían todo su cuerpo.
-Hib-Hibari-san....yo...no puedo....¡AAHHHH!- no pudo terminar la frase cuando ya se había corrido en la boca del mayor.
Este por su parte no dudó en beberse toda la esencia del castaño mientras este le miraba jadeando y avergonzado por lo que había visto. La visión del moreno que tenía delante era tan excitante que Tsuna no podía estar más sonrojado.
El mayor sonrió de lado y giró al castaño haciendo que este apoyara los codos en el mueble mientras le levantaba levemente las caderas, dándole una gran visión excitante.
Le bajó los pantalones y le mostró tres dedos al castaño. Este lo entendió y los metió en su boca, ensalivándolos lo mejor que podía, de una manera tan sensual que el ojinegro tuvo ganas de penetrarle ahí mismo pero, se controló ya que no quería hacerle daño al menor.
Comenzó metiendo uno de los dedos en esa estrecha y húmeda cavidad, notando la leve incomodidad en el rostro del menor. Fue moviéndolo en círculos para al cabo de un rato meter el segundo dedo. Ante esa intromisión el castaño jadeó de dolor mientras él movía los dedos en forma de tijeras para ir ensanchado tan estrecha y virginal entrada. Cuando se dio cuenta de que el castaño se estaba acostumbrando metió el tercer dedo haciéndolo quejarse por el dolor. Tranquilamente movió los dedos dentro en forma de círculos para poco después simular leves embestidas.
El castaño al principio se sintió incómodo por la intromisión, con el segundo dedo sintió un leve dolor para luego sentir algo de placer pero con el tercer dedo realmente sintió un gran dolor. No quería ni imaginar lo que pasaría cuando el mayor decidiera penetrarlo con su miembro.
-Nh....Ah....haaa.....Hiba-ri...-san...-gimió el menor.
El moreno sacó los dedos del interior del castaño mientras se desabrochaba los pantalones y los bajaba levemente. Se lamió los dedos mientras miraba al ojimiel con los ojos llenos de lujuria y pasión.
-Quiero entrar en ti... ¿está bien?- preguntó sin dejar de mirarle.
-Si...está bien...-respondió este en un leve susurro mientras le miraba a los ojos.
-Relájate....Tsunayoshi.-dijo esto último en un susurro al oído del castaño haciéndolo estremecer al mismo tiempo que le embestía de una sola vez.
-¡Ahh! Haa....ngh...-casi gritó el menor.
-Ya...está todo dentro.-le dijo con la voz ronca al sentir la estrechez de esa cavidad apretar deliciosamente su miembro.
-Ahh....ngh....Hibari...-san...-gimió el castaño al sentir las leves y lentas embestidas que después de un momento comenzaban.
El moreno empezó a moverse levemente, sin prisa, para hacer que el castaño se acostumbrara a la sensación de tener su miembro dentro.
A los pocos minutos las embestidas fueron adquiriendo mayor velocidad hasta el punto de hacer al castaño gritar de placer.
-¡Aahhh! ¡Hibari-san! ¡Más! ¡Por favor, sigue!-gritaba el castaño sorprendiendo al mayor al ver el herbívoro sacaba una faceta más carnívora y sensual a la hora del sexo. Eso hizo que se excitara aún más y aumentara la velocidad de las embestidas.
-Como quieras... Tsunayoshi.-gimió roncamente sobre su oído.
-Ngh....¡Aahh!...Nghaaa....¡Hib-Hibari...-san!-siguió gritando el menor ante las salvajes arremetidas del mayor.
-Llámame Kyoya....Tsunayoshi....-gimió este sin dejar de arremeter con fuerza sobre el cuerpo debajo suyo. Estaba tan deliciosamente estrecho, lo cual indicaba que pronto el menor se vendría así que con una de sus manos empezó a masturbar el olvidado miembro del castaño.
-No...¡no más! Por favor....¡No hagas eso, Kyhoya!- gritó al sentir que pronto se vendría.
-Si...mmmhh....sigue gritando mi nombre...-gimió sin detenerse ni un ápice, al contrario, empezó a moverse aún más rápido, tanto su miembro en el trasero ajeno como su mano sobre su miembro.
-Kyoya....aahh...¡Kyoyaaammm...!.....¡KYOYAAHHH!- gritó finalmente viniéndose manchando la mano del mayor. Este al sentir su miembro tan apretado por las paredes del menor terminó corriéndose en su interior con un par de estocadas más.
-Tsuna...-gimió al terminar.
Los dos se miraron mientras recuperaban las respiración por el reciente orgasmo. Se besaron lenta y cariñosamente, transmitiéndole al otro todo el amor que sentían.


~///~///~///~///~///~///~///~ Festival cultural ~///~///~///~///~///~///~///~

Al final... ser parte del comité se convirtió en una excusa para estar al lado de mi querido Hibari-san.

-Una orden de café una porción de pastel del fresa.-dijo uno de los camareros vestido de enfermera.
-Entendido.-gritó el castaño, este iba vestido con unas orejas de conejo, unos guantes con pelo, una pequeña camiseta blanca que le llegaba hasta por debajo del pecho, unos pequeños shorts con una esponjosa y pequeña cola en la parte de atrás y unas botas con pelaje que le llegaban hasta las rodillas.

He intentado entender la manera de pensar de Hibari-san pero... aunque parece indiferente ante todo, es inesperadamente posesivo y celoso. Por eso no me sorprende que esté sentado en una mesa en la parte de la cocina vigilando que no pase nada.
Se quejó diciendo que no quería que nadie me viera disfrazado y que por eso se quedaría pero... si el estaba dentro del aula de seguro nadie entraría por lo que tuve que convencerlo de que al menos estuviera dentro de la cocina.


Sin más el castaño se acercó al moreno con una gran sonrisa, este le acercó por la cintura y le dio un tierno beso en los labios.



......FIN......
............
......
...
.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Por pensar en voz alta

Por pensar en voz alta


No se como me he metido en todo esto. Todo por culpa de mi gran bocaza. ¿Por qué no aprendo a callarme? No, tenía que abrir mi gran boca y hablar de más. ¿Cómo salgo yo de esta ahora?

Bien, mejor os explico a qué vienen mis quejas.
Mi nombre es Uzumaki Naruto. Soy un chico de 16 años, rubio de ojos celestes, la piel ligeramente tostada y unas marquitas en mis mejillas. También soy algo hiperactivo y alegre.
Bueno, a lo que íbamos. Esta mañana estaba junto a Ino-chan y Sakura-chan, que discutían como siempre; Kiba y Shino, que de buena mañana ya se estaban comiendo la boca a besos; Hinata-chan, que no les podía ver más que sonrojada y mi hermano mayor Gaara.

    *Flashback *

-¡Ohayo~, minna~!- grité mientras me acercaba a ellos.
-Ohayo, Naruto-kun- dijo muy sonrojada Hinata-chan, a lo que yo pensé que sería por ver a esos dos besándose de esa manera tan temprano.
(Hime: Hay Naru...si supieras. Naru: ¿Nani? ^-^? Hime: Nandemonai. *grita mientras se lanza a abrazarle* Naru: O.O??)

-¡Ino-cerda! ¡De seguro ganaré yo!-gritó Sakura-chan.
-¡Pero que dices frentona! ¡Evidentemente que la que ganará seré yo!- dijo gritando Ino-chan esta vez.
-Gaara-nii~¿Por qué se pelean esta vez?- le pregunté a mi hermano. Él no se parece nada a mi. Es pelirrojo, de tez pálida, con los ojos aguamarina y tiene tatuado el kanji de “amor” en la frente. Además es más tranquilo, serio y maduro.
Él es muy parecido, físicamente, a nuestra madre mientras que yo en cambio me parezco más a nuestro padre.
-Por lo de siempre.- me respondió dando un suspiro.
Al oír eso lo entendí, suspiré también, me acerqué a él y a Hinata-chan y nos fuimos en dirección al instituto.
A medio camino, Kiba y Shino nos alcanzaron ya que con todo el ruido que hacían esas dos no querían que la gente se les quedara mirando.
Poco después llegaron ellas dos, aunque seguían con su absurda discusión, se acercaron a mi y cada una me cogió de un brazo.
-Naruto, ¿quién crees que ganará?- me preguntó Ino-chan a mi derecha.
-Seguro que yo ¿verdad?- dijo ahora mi amiga pelirrosa de ojos jade.
-Sea lo que sea de seguro que yo tendría más posibilidades de ganar.- comenté distraídamente. Ante mi comentario todos se me quedaron viendo con los ojos abiertos como platos.
-¿Qué?- les pregunté un tanto confundido por su rección.
-¡Pues entonces demuéstralo!-gritaron ambas de golpe, dejándome casi sordo.
-Vale...¿Y qué tengo que hacer?- dijo todavía medio aturdido a causa del grito de las chicas.
-Naru-chan...no creo que debas...-me advirtió Gaara-nii.
-¿Por qué? ¿Qué tan malo puede ser?- le pregunté, a lo cual él me respondió encogiéndose de hombros.-¿Y bien?- les pregunté nuevamente encarándolas. Ellas se miraron y asintieron para luego comenzar a hablar.
-Tienes que conseguir una cita con Sasuke-kun- dijeron ambas al mismo tiempo. Yo me quedé en shock momentáneamente para luego medio reaccionar dando un grito que estoy seguro que escuchó casi toda la ciudad.
-¿¿Quéeééééééé~??-grité con todas las fuerzas que pude.
-Ahora no te puedes echar para atrás. De los tres quién consiga una aceptación primero gana y le puede poner cualquier castigo a los otros dos.-explicó Ino.
-Estoy de acuerdo.- dijo Sakura con una sonrisa en el rostro.

Yo simplemente seguía en shock. Miré a mi hermano que me observaba con algo de resignación. Ahora entendía por qué de su advertencia anterior. Simplemente suspiré para luego dirigirme junto con los demás al instituto.

* Fin flash back *

Es la hora del almuerzo y yo estoy en la azotea de la escuela para pensar. Durante toda la mañana no he podido dejar de pensar en esa estúpida apuesta.
“¿Pero en que me he metido?” me recriminé mentalmente.
Bueno, os lo explicaré.
Uchiha Sasuke, un chico de 16 años, como yo. Pelinegro con tonos azulados y en forma de cacatúa. Una piel blanca como la porcelana y unos ojos negros tan profundos y absorbentes como la mismísima noche. Y eso no es todo. Es el hijo menor de la familia Uchiha, una de las mas ricas de Japón. El es el chico más popular y codiciado en la secundaria.
Su carácter es frío y bastante arrogante, pero eso le da un toque misterioso muy atrayente...si, bueno...vale, lo reconozco ¬///¬...a mi también me gusta. Pero es imposible que se haya fijado en mi teniendo a media población de Konoha detrás suyo.
-Es imposible que le pida salir a Sasuke...-pensé en voz alta mientras suspiraba.- Bueno...en realidad lo imposible es que acepte el salir conmigo.-dije con un deje de tristeza en la voz.- Estúpida apuesta.- murmuré quejándome de nuevo.
En ese momento sonó la campana de fin de tiempo. Yo me levanté y me dirigí hacia el salón de clases mientras me seguía quejando.

~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~ POV. Sasuke.~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~

Esta mañana ha sido un verdadero dolor de cabeza. Me dirigía a clase junto con el idiota de mi aniki y mi copia barata, alias mi primo Sai. En ese momento oí a unas chicas gritar y nos giramos para ver qué pasaba. Nos quedamos observando al grupo que estaba con ellas.

-Ese es Gaa-chan.-dijo mi primo refiriéndose al pelirrojo.
-¿El chico que te gusta verdad?- le preguntó Itachi.
-Si pero nunca quiere hablar conmigo...No sé que le he echo para que me odie de esa manera.-respondió sinceramente mientras suspiraba.
-Pobrecito.-le compadeció mi hermano.
-Esos son Aburame Shino e Inuzuka Kiba.- dije al fijarme bien en los demás.
-No sabía que eran pareja.- comentó Itachi al ver que se besaban. Yo simplemente me encogí de hombros como respuesta y me puse a caminar otra vez. Hasta que un comentario de mi copia barata me hizo voltear a verles otra vez.
-Oye mira quien llega con ellos.-dijo para luego hacerme ver a un lindo chico rubio que se juntaba con el grupo de antes.
-¿Por qué no hablas con él?- me preguntó Itachi.
-Por que se que le gusta esa chica del pelo rosa.- respondí con algo de asco.

(Hime: sin ofender pero no me gusta mucho la Sakura ^-^ Inner:¿Y eso por qué? ¬¬ Hime: Por que quiere quedarse con Sasu cuando él le pertenece a Naru *aura maligna le rodea* Inner: ¬¬” Hime: ¿qué? ¬¬ Inner: Que no puedo discutirte eso u.u” Hime: Yaaaaayyy~ *salta de alegría mientras da palmas * Inner: ¬¬”)

-No lo creo.-dijo Sai como respuesta a mi comentario.
Yo le ignoré y seguimos caminando hasta que un poco después oímos gritar con a Naruto.
-¿¿Quéééééé~??-gritó bastante shokeado.
-De los tres quien consiga una aceptación primero gana...-dijo una rubia que estaba con él.

Por la cara que puso el parece que se arrepiente de haber hablado.
Eso me enojó de sobremanera ya que, por el contexto, era obvio que estaban hablando de pedirle salir a alguien.
-Sasuke...tranquilízate.-me dijo Sai al ver como una aura negra me rodeaba.

Yo solo le ignoré. Sai e Itachi intentaron animarme durante todo el camino hasta la secundaria pero yo estaba de tan mal humor que no les presté mucho caso.
Cuando era hora del almuerzo me dirigí a la azotea junto con ellos dos para despejarme un poco y que me diera un poco el aire. Además de huir de todas mis locas fans.
Poco después oímos como la puerta se abría y vimos a Naruto el cual ni se dio cuenta de nuestra presencia. Parecía entre enfadado y deprimido cosa que nos dio mucha curiosidad por lo que nos miramos y decidimos oír su monólogo de quejas.

-¿Quién me manda hablar?-dijo mientras se sentaba junto a la valla.- Si seré idiota. Él es demasiado popular como para que se haya fijado en mi.- volvió a decir mientras suspiraba.- Tuve que suponer que hablaban de eso...Aunque no niego que si quiero salir con él...-ese comentario hizo que mi enojo volviera. Estaba por levantarme e irme pero lo siguiente que dijo me dejó de piedra.- Es imposible que le pida una cita a Sasuke...Bueno, en realidad lo imposible es que acepte salir conmigo...- en ese comentario pude notar un deje de tristeza en su voz.- Estúpida apuesta.-dijo para luego oír el timbre y dirigirse a clase.

-¿Has oído lo que creo que he oído?- preguntó Sai boquiabierto y qué decir de mi.
-Si...-dije bastante perplejo ante la información recién escuchada.
-Vaya...parece que le gustas a Naru-chan.- dijo algo divertido Itachi.
-Ya me di cuenta.- le dije mientras le fulminaba con la mirada.
-¿Y que vas a hacer?- me preguntó ahora Sai.
-¿A qué te refieres?-dije sin percatarme de que una sonrisa se estaba dibujando en mi rostro.
-Pues que Naru-chan quiere salir contigo. ¿Qué harás?- dijo Itachi emocionado. Por alguna razón él se lleva muy bien con Naruto cosa que me hace enojar bastante.
-Eso ya lo oí. Al parecer esos tres han hecho una apuesta sobre quien conseguirá una cita conmigo antes.- comenté despreocupadamente.
-Si ¿y?-dijo mi hermano suspicazmente.
-Pues...que pienso aprovechar esta situación.- dije con una sonrisa maliciosa.
-¿Qué tienes pensado?- dijo mi copia barata. Vi como un escalofrío le recorría por toda la espalda.
-Hmp. Si Naruto cree que no me he fijado en el...le demostraré lo equivocado que está.- susurré aunque ellos alcanzaron a oírme.
-Esto será digno de ver.- comentaron los dos al unísono.

Entonces los tres nos dirigimos a clase. Yo con una gran sonrisa ladeada en el rostro.

~/////~////~////~////~////~////~POV. Narradora. ~////~////~////~////~////~////~

Naruto iba de camino a su aula cuando se tropezó con alguien que le esperaba al final de las escaleras.
-¿Lo vas a hacer?- preguntó esa persona.
-Ni hablar.- dijo tajante el rubio.
-¿Por qué?- le volvió a cuestionar.
-Por que prefiero cualquier castigo que ellas me pongan antes de que Sasuke se entere de lo que siento por el y me rechace.- dijo el ojiazul firmemente aunque con un deje de tristeza en la voz.
-Yo creo que no te rechazaría- comentó indiferente el otro.
-Si ya. Sabes que eso es imposible.- dijo el rubio dando un suspiro.
-Naru-chan...realmente creo que tienes más posibilidades que Ino y Sakura.- dijo sinceramente el otro.
-Esta bien.-dijo el rubio.
-¿En serio?- preguntó el otro sin creérselo.
-Si. Le pediré salir a Sasuke pero...-dijo con una sonrisa maliciosa.
-¿Pero?- preguntó este tragando saliva.
-Pero solo si tu le pides salir a Sai-sempai.- finalizó con una gran sonrisa en el rostro.

Un poco más arriba estaban los Uchiha y uno de ellos se sorprendió al escuchar lo dicho por el rubito.
-Ni hablar.- dijo el otro friamente.
-Mmm~...Gaara-nii se que te gusta...¿entonces por qué no se lo pides?-preguntó el ojiazul mirando acusadoramente a su aniki.
-Por que...
-Por la misma razón que yo no le he dicho nada a Sasuke. ¿O me equivoco?- le interrumpió el rubio.
-A veces eres muy molesto.- murmuró el pelirrojo.
-Lo se.- dijo este simplemente con una sonrisa mientras pasaba por su lado.
-Lo haré.- dijo el pelirrojo para girarse y ver a su otouto a la cara.
-¿Qué?- preguntó el ojiazul atónito volteando a verle.
-Que le pediré una cita a Sai y tu harás lo mismo con Sasuke.- dijo muy seguro.
-Nunca pensé que aceptarías.- respondió incrédulo el rubio.
-Tu mismo lo dijiste. No se lo quieres pedir por que no quieres que te rechace...Conmigo es lo mismo pero...pero si no me arriesgo no conseguiré nada.
-Ya veo...está bien.-se dio por vencido mientras soltaba un suspiro.- Pero si me rechaza tu me consolarás.-comentó con algo de gracia.
-Lo mismo digo.- respondió el pelirrojo de igual forma.

Ambos hermano se se sonrieron y luego se fueron hacia sus salones.

-Creo que no soy el único con suerte por aquí.- dijo divertido el azabache.
-Pues vaya...al final los dos conseguiréis al chico que os gusta.- comentó divertido Itachi.
-Cállate.-dijeron los otros dos a la vez.
-Hai, hai.

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La tarde pasó tranquila. El azabache no dejó de mirar al rubio de reojo, que se sentaba a su lado,(Hime: ¿Qué casualidad no?), y este estaba un poco nervioso por que no sabía el porqué le miraba tanto. Cuando se dieron cuenta los dos, las clases habían terminado y solo quedaban unos pocos en el salón.
El azabache estaba recogiendo sus cosas sin dejar de mirar al rubio hasta que este no aguantó más.

-¿Por qué me miras tanto?- dijo algo sonrojado y sin dejar de recoger.
-Mmm...pensé que no te habías dado cuenta.- dijo algo burlón.
-¿Cómo quieres que no me diera cuenta? Idiota.- susurró el rubio.
-Hmp. Eso significa que tu también me mirabas.- dijo sorprendiendo al menor de los dos.
-Eso no es...-se giró hacia el azabache, sonrojado y algo nervioso.
-Entonces...¿por qué te sonrojas?- preguntó acercándose al rubio.
-Y-yo...no estoy sonrojado.- dijo torpemente mientras caminaba hacia atrás. Con la mala suerte,(Hime: si ya XD. Inner: cállate.), que se topó con una mesa y acabó sentado en ella. El ojinegro aprovechó para colocarse entre sus piernas y mirarle a la cara.
-Pues...que yo sepa no es el color natural de tus mejillas.- dijo el azabache mientras le acariciaba las marquitas de una de ellas.
El rubio estaba muy nervioso. No sabía que tramaba el mayor pero esa era su oportunidad de pedirle salir y no pensaba desaprovecharla.

-Sas...Sasuke...tu quieres...
-¿Si?- le animó el mayor mientras acercaba su cara a la del otro con intención de besarle. Eso sí, sin dejar de mirar a los ojos cielo de su compañero.

-Pues...que si querrías...

El rubio no pudo terminar la pregunta ya que la puerta se abrió. El azabache soltó un suspiro molesto y se alejó del rubio.
Entonces entraron por la puerta una rubia y una pelirrosa.

-¡Sasuke-kuun!- dijeron ambas con voz melosa. El ojinegro puso mala cara, resopló y siguió recogiendo sus cosas.
-Nee~¿Naruto tu no te ibas?-dijeron ambas casi corriéndolo del aula.
-Si, claro.- dijo para acabar de recoger sus cosas y marcharse.

El azabache intentó detenerle pero las otras dos no le dejaron ya que le rodearon y comenzaron a utilizar sus “armas de mujer”. Bueno las que creían poseer.

-Nee~¿Por que no vamos a dar una vuelta por ahí?- preguntó la rubia colgándose de su brazo derecho.
-No...¿por qué no mejor vienes conmigo?- preguntó la pelirrosa cruzándose de brazos intentando mostrar pecho, bueno lo poco que tenía cabe decir.
-No gracias.-dijo el azabache para soltarse del agarre propiciado por la rubia y salir por la puerta.

Al salir pudo escuchar como ellas discutían echándole la culpa a la otra por el estrepitoso fracaso en su intento de seducción.

~////~////~////~////~///~///~En la entrada de la secundaria ~////~////~////~////~////~////~

El rubio caminaba hacia la salida del recinto mientras suspiraba.
-Realmente estaba a punto de pedirle eso a Sasuke.-dijo mientras suspiraba.-Aunque si no hubieran llegado ellas... ¿qué me habría respondido?- murmuró.
-Si lo quieres saber ¿por que no me lo preguntas?- dijo una voz detrás suyo. El rubio saltó al reconocer esa voz.
-Sas...¿Sasuke?- tartamudeó el rubio mientras se giraba a verle.
-¿A quien esperabas sino dobe?- preguntó con algo de sorna. El rubio solo hizo un lindo puchero como respuesta.
-¿No estabas con Ino-chan y Sakura-chan?- preguntó el ojiazul mientras ladeaba la cabeza y miraba hacia unos árboles.
-Mmm~...tu lo has dicho. Estaba.-respondió el mayor. Ese comentario sorprendió al menor que volteó a verle incrédulo.
-¿Qué?-preguntó este.
-Es que...sigo sin entender por qué no sales con ellas.-dijo volviendo a apartar la vista de esos ojos negros tan penetrantes que no dejaban de mirarle fijamente.
-¿Quieres que salga con ellas?- preguntó el azabache algo molesto.
-No es eso...-murmuró el rubio mientras se sonrojaba levemente. “¿Por qué...me habrá preguntado eso?” pensó el rubio.- Es que...es raro que no tengas novia con lo popular que eres.-comentó el rubio sin mirarle.
-¿Solo eso?- dijo con sorna el mayor, a lo que el rubio le miró algo molesto.- Simplemente es por que ya me gusta alguien.-dijo sinceramente. El ojiazul abrió los ojos de sobremanera a causa de la impresión. “¿A Sasuke...LE GUSTA ALGUIEN?” pensó el ojiazul.
-¿Por que esa cara? ¿Es tan raro el que me guste alguien?- preguntó con fingido enojo.
-¿Eh? N-no...no es eso es que...no se te nota mucho que digamos.-reconoció el menor. Realmente todavía seguía en shock por aquella información.
-Hmp. Bueno...es por que no suelo hablar mucho con esa persona.- reconoció el mayor de los dos.
-So...sokka...-susurró el rubio.- Entiendo que es difícil hablar con la persona que te gusta.- comentó por decir algo.
-¿Eso significa que a ti te gusta alguien?- preguntó acorralando al ojiazul contra los árboles que antes estaba observando el menor.
¿Cómo habían llegado allí? Era la pregunta que se hacía el rubio y la autora también.
-¿Sasuke?- preguntó el rubio nervioso.
-Responde.-le susurró al oído.
-E-etto...hai, me gusta alguien.-dijo en casi un susurro.
-¿Y...quien es ese alguien?-siguió susurrándole al oído. El rubio sentía el cálido aliento del azabache en su nuca y eso le producía algunos escalofríos al ojiazul.
-Un idiota, frío y arrogante.-dijo algo cohibido el menor.
-¿Así que es un él?- volvió a preguntar el azabache.
-H-hai.-susurró el rubio.
-Entonces...¿quién es ese chico idiota, frío y arrogante que te gusta?-preguntó otra vez mientras se separaba de su oído y le miraba directamente a los ojos.
-Hum...e-etto...ese chico es...maldita sea.-dijo para apoyar su cabeza el el pecho del azabache.- El idiota que me gusta eres tú.- casi gritó el rubio contra el pecho del mayor.
-Hmp.- “dijo” para luego apartar un poco al rubio para poder mirarle a los ojos.- Por fin lo dices.-dijo para luego cogerle de la barbilla y darle un cálido beso al rubio. Fue solo un simple roce pero muy lindo y demostraba mucho cariño.

-¿Sasuke?-preguntó el rubio al separarse.
-Hmp. Te diré algo interesante Naruto...-dijo para luego sonreír de lado. El rubio solo le miró sin entender.-...no deberías pensar en voz alta.-finalizó mientras ampliaba su sonrisa al ver como un sonrojo aparecía .
-En-entonces...¿me escuchaste?-preguntó con un gran sonrojo en las mejillas.
-Si. Sabía lo que querías decirme.-respondió el azabache.
-t-TU....Eres...¡Idiota! ¿Si lo sabías por qué me has hecho decir todo eso?- le gritó el rubio mientras le daba unos cuantos golpes al pecho del mayor a forma de berrinche.
-Por que te veías muy lindo sonrojado y siendo tímido.-dijo de forma sincera con una sonrisa ladeada en el rostro.
-Bakka.-murmuró el rubio mientras le abrazaba.
-Hmp.-dijo mientras correspondía al abrazo.

Poco después se separaron y el azabache le acarició la mejilla al rubio en un gesto muy dulce.

-Por cierto...¿hasta que no me lo pidas oficialmente no ganarás la apuesta no?-preguntó el mayor.
-¿También oíste eso?- preguntó algo cohibido el rubio.
-Así es.-respondió sin dejar de acariciar la mejilla del contrario.
-Sasuke...¿quieres salir conmigo?- preguntó mirándole a los ojos. La verdad es que el gesto del mayor le estaba relajando bastante.
-Por supuesto que si Naruto.-dijo el mayor para volver a besar esos sonrojados y dulces labios que eran los de su rubio koi.
-Te quiero Sasuke.-dijo el rubio al separarse.
-Yo también te quiero mi lindo Kitsune.-dijo para luego abrazar a su rubio amor, el cual estaba ruborizado a causa de la manera en la que su koi le había llamado.

Después se miraron a los ojos y el rubio sonrió sinceramente, dándole la mejor imagen que el azabache podría imaginar, ya que su koi le estaba sonriendo dulcemente con las mejillas sonrojadas y le miraba con sus lindo ojos cielo que transmitían un brillo especial, además de que los últimos rayos del atardecer le daba un gran toque romántico a la imagen.
Esa imagen jamás la olvidaría ya que ese día, empezaban su relación. Una larga, duradera y feliz relación aunque con sus altibajos y discusiones como con cualquier pareja pero con las mejores reconciliaciones.

Por cierto...al día siguiente todo el instituto tembló a causa del grito emitido por un gran conjunto de chicas al enterarse de que su adorado Sasuke salía con un chico. Aunque no cualquier chico sino que con Uzumaki Naruto. El chico número 1 en sorprender a la gente.
Además de que algunos chicos se desilusionaron por que el lindo rubio saliera con el chico más popular del instituto pero,por sobretodo, celoso y que no dejaría que nadie se acercara más de la cuenta a su lindo, violable e ingenuo novio.
Y no hace falta decir que el castigo que les puso Sasuke a Ino y Sakura es algo que nunca jamás llegarían a olvidar ya que se había esmerado de sobremanera en cuanto a su planificación y ejecución. Allí todos desearon no volver a hacer enfadar al azabache ya que sus venganzas no eran para nada agradables.
También cabe mencionar que Sai y Gaara empezaron a salir poco después de todo el asunto de la apuesta ya que el pelirrojo cumplió con su trato con su otouto, aunque Sai no se lo a puesto nada fácil con todas sus perversiones.

*///*///*///*///*///*///*///*///*EXTRA*///*///*///*///*///*///*///*///*

Sasuke estaba sentado en el sofá de su apartamento con su rubio koi tumbado encima con la cabeza apoyada en su regazo.
-Nee~Sasuke...¿puedo preguntarte algo?-dijo el rubio mientras miraba la televisión.
Solo habían pasado un par de días desde que habían empezado a salir.
-Mmm...Dime.-dijo sin dejar de acariciar la cabellera rubia.
-¿Desde cuando te gusto?-preguntó muy relajado a causa de las caricias de su koibito.
-Mmm~...Desde hace 2 años.- comentó indiferentemente.
-Mmm~...Sokka...-dijo sin prestar mucha atención. “3...2...1...” pensó el azabache.- ¿Haaaaaahhh? ¿Y por qué no me dijiste nada?- preguntó el rubio mientras se sentaba en el sillón y miraba a la cara a su koi.
-Por que pensé que te gustaba esa chica del pelo rosa.-contestó sinceramente y con un tono de celos en la voz.
-¿Sakura-chan?-preguntó. El ojinoche solo asintió.- Ya veo...entonces no pasa nada.- dijo mientras reía nerviosamente, cosa de la cual se dio cuenta el Uchiha.
-Naruto...¿hay algo que no me hayas contado?-preguntó con una voz...bastantes siniestra.
-Esto~...bueno verás...es que...la verdad....pues que....quizás...tal vez.....mmm este....-comenzó a balbucear el rubio mientras miraba hacia otro lugar.
-¡Suéltalo ya!-gritó el azabache que ya tenía un aura oscura alrededor.
-Es que...la verdad es que si me gustaba Sakura-chan.- dijo el ojiazul en casi un susurro aunque el ojinoche pareció escucharle ya que el aura a su alrededor se incrementó.- Pero eso fue cuando éramos pequeños. Después simplemente me di cuenta de que era una gran amiga y que solo había sido un amor infantil. Solo estábamos en primaria así que no era real lo que sentía.-se apresuró a decir pero eso no ayudó a calmar el enfado de su koi.
-Así que es cierto...-dijo en un susurro el azabache con una voz de ultratumba.

El rubio se asustó al ver esa mirada de novio celoso, posesivo y psicópata que había puesto el azabache y sabía que nada bueno saldría de ello. Pensó en algo que le animara y solo se le ocurrió una cosa.
Se abrazó al cuello de su novio y le plantó un beso profundo y apasionado el cual el mayor correspondió metiendo su lengua en la cavidad bucal del otro jugando con la de su compañero, mientras abrazaba al rubio por la cintura acercándole todo lo posible a su cuerpo. Poco a poco fue recostando al ojiazul en el sofá.
Estuvieron un buen rato con el intercambio de saliva hasta que se separaron por culpa de la falta de oxígeno.

-¿Estás mejor?-preguntó el rubio en un susurro mientras intentaba recuperar el aire perdido y le acariciaba un mechón del cabello azabache de su koi.
-Si...mucho mejor.-dijo para volver a besarle.

Esa noche Sasuke ideó el mejor castigo de toda su vida y eso gracias al rencor que sentía por cierta pelirosa la cual no tenía ni idea de lo que le sucedería por acceder a participar en esa apuesta.
Naruto entendió poco después que no tendría que haberle dicho eso a su novio celoso, posesivo y medio psicópata pero...igualmente era el chico del que estaba enamorado a pesar de como era a veces. Aunque...aprendió a no hacer enfadar al ojinoche otra vez.
Y todo empezó por pensar en voz alta.



......FIN......
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