¡¡¡Hellooooo!!
¿Qué tal estáis todos? Yo bien jejejeje, algo ocupada con los exámenes y trabajos pero voy tirando.
Bueno quiero deciros que ya está subida la segunda y última parte del ItaDei.
También quería deciros que la data de finalización de un evento será el miercoles que viene por lo que animáos a participar ¿si? ^^
Bueno pues solo me queda agradeceros el que leáis mi blog y espero que os esté gustando jejejeje.
Me gustaría saber vuestra opinión ¿si? por lo que no olvidéis dejar algún comentario.
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
jueves, 27 de noviembre de 2014
BabySitting- Cap. 2
Capítulo
2
El moreno se
quedó confundido por aquella acción de rubio, hasta que entendió
el doble sentido de sus propias palabras.
-Mierda.-murmuró
para sí mientras se levantaba a prisa de su cama y se dirigía hacia
la puerta para ir a buscar al rubio.
-
-
-
-
El
rubio se había encerrado en el baño de la habitación nupcial. Sin
darse cuenta, al salir corriendo de la habitación del mayor había
terminado en la de sus padres. Suspiró y se levantó del borde de la
bañera, donde se había sentado, y se miró en el espejo.
Tenía
los ojos ligeramente rojos a causa del llanto y las mejillas húmedas.
Se limpió la cara con algo de agua y después de volver a suspirar
salió de allí. Estaba a punto de coger el pomo de la puerta cuando
oyó unas voces detrás de esta.
-¿Pasa
algo Aniki?-se oyó la voz del menor de los Uchiha.
-No...
¿has visto a Deidara?-dijo ahora el mayor.
-¿Le
ha pasado algo a Dei-nii?-preguntó preocupado el rubio menor. Al oír
la voz de su hermanito, Deidara estuvo a punto de salir, pero la
respuesta del moreno le dejó paralizado.
-Fui
algo grosero con él y quería disculparme.-respondió mientras
suspiraba.
-Mmm...
sokka. Sabes, me caes bien Itachi-san, por lo que te contaré
algo.-dijo el lindo rubio, mientras se acercaba al mayor y le
susurraba algo al oído.
-¿Qué
le dijiste?-oyó la voz de Sasuke mientras los oía alejarse.
-Jejejeje,
algo que le ayudará.-se oyó ahora al kitsune para finalmente oír
la puerta del cuarto del azabache cerrarse.
El
rubio pelilargo suspiró cuando ya no les oyó pero al hacerlo llamó
la atención del moreno mayor.
-¿Dei,
estás ahí?-le llamó detrás de la puerta. El rubio se sonrojó al
verse descubierto y, suspirando otra vez, se alejó de la puerta para
sentarse sobre la gran cama matrimonial.
-Si...
pasa.-susurró.
El
moreno no tardó en entrar en la estancia, observando al menor que
miraba hacia el suelo y apretaba su pantalón nerviosamente.
-¿Estuviste
escuchando?-le preguntó mientras se acercaba para agacharse delante
del rubio. Este solo asintió al tiempo que se sonrojaba al sentir
como las manos del ojinegro se posaban sobre las suyas.
-Como
veo que no vas a hablarme, deja que lo haga yo.-comentó el mayor
para luego suspirar.- Siento haberme comportado de aquella manera. No
me di cuenta que lo que dije podría malinterpretarse y que con
aquella respuesta te enojarías.-el rubio iba a hablar pero el otro
no le dejó.- Cuando dije que quería estar contigo de todas las
formas posibles, me refería a salir de forma oficial, de casarnos
algún día y de tener hijos. Quiero pasar mi vida junto a ti, porque
, como dije antes, nunca había conocido a alguien que cumpliese con
mis expectativas.-finalizó. Seguía arrodillado en el suelo
cogiéndole las manos con las suyas.
-¿Y
qué tan bajas son tus expectativas, como para que me hayas escogido
a mi?-le preguntó en un débil murmullo y siguiendo sin mirarle.
-Hmp.
¿Bajas? Yo diría que es al contrario.-comentó con gracia.- Siempre
he sido muy exigente. Tanto que mi madre cree que me quedaré soltero
el resto de mi vida pero... después de conocerte sé que hice bien
esperando tanto.-dijo sinceramente mientras que una de sus manos se
dirigió hacia la mejilla derecha del rubio y la acarició
tiernamente, para luego levantarle levemente el mentón para que le
viera a los ojos.
-Itachi...-susurró
y sus mejillas adquirieron un gran tono rosado al ver la sinceridad
en los ojos ajenos.
-¿Así
que.... aceptarías salir con un idiota como yo?-le preguntó sin
dejar de verle.
-Mm....
con una condición.-susurró el ojiazul.
-La
que quieras. Cumpliré con cualquier cosa que me pidas.-le dijo en
respuesta.
-Quiero
que demuestres lo que me dijiste antes.-dijo con una maliciosa
sonrisa pero, que aún así, no le quitaba lo bello al gesto.
-¿Qué
parte? Dije muchas cosas.-preguntó un tanto contrariado por la
sonrisa del menor.
-Pues....
antes dijiste que no todos los varones querían solo pasar el
rato.-murmuró. Un escalofrío recorrió el cuerpo del moreno. “Por
favor que no sea lo que estoy pensando” suplicó interiormente el
ojinegro.
-Ajá
¿y?-le instó a continuar con los nervios a flor de piel.
-Saldré
contigo... si prometes no tocarme con intenciones de llevarme a la
cama.-dijo su condición y el moreno palideció al oír lo que tanto
temía. ¿¡Cómo iba a hacerle para no tocar a semejante ángel que
tenía al lado?! Suspiró resignado y cogió aire para decir lo que
probablemente le mataría.
-Está
bien pero.... ¿cuanto tiempo?-preguntó esperanzado de que no fuese
mucho.
-Jejeje
no lo se. Eso dependerá de ti.-comentó divertido pero algo feliz de
oír que aceptaba.
Por
un momento el mayor no pareció entender lo que el rubio quería
decir pero al cavo de unos minutos lo hizo. El rubio solo quería que
le demostrase que iba en serio, que realmente le quería. El
ojiazul.... solo estaba asustado de que jugasen con él.
Sonrió
al comprender aquello. Era cierto. El rubio le había dicho que nunca
había estado con alguien por lo que estaba nervioso y a la vez
asustado de que le hiciesen daño.
Sin
dejar de sonreír se levantó del suelo, donde se encontraba y, se
sentó al lado del rubio. Después le acarició una mejilla
cariñosamente.
-No
importa cuanto tiempo necesites. Esperaré hasta que estés
convencido de estar conmigo completamente.-habló con sinceridad y
decisión.
El
rubio se sorprendió por lo convencido y seguro que parecía el mayor
a su lado pero no pudo evitar sonreír feliz al oír aquello. Eso
significaba que se lo estaba tomando en serio por lo que, sin
percatarse, abrazó al contrario por el cuello y se acercó a él
hasta besarle.
Fue
un beso sutil, apenas un leve roce, que demostraba lo mucho que le
quería, a pesar de haberlo conocido aquella misma tarde.
El
ojinegro se sorprendió por el acto del doncel pero sin perder tiempo
correspondió ese dulce contacto, además de abrazarle por la cintura
para acercarlo más hacia su persona.
-Itachi...
recuerda lo que prometiste.-le susurró al oído una vez se separaron
de aquel beso, pero ambos seguían abrazando al contrario.
-Lo
sé.... pero en mi defensa diré que fuiste tú el que me besó.-le
susurró de vuelta para seguidamente lamerle el lóbulo de la oreja.
Ese acto hizo estremecer al rubio y también que un sonrojo se posara
en sus pálidas mejillas.
-Idiota.-susurró
mientras escondía la cabeza en el pecho del mayor.
-Hmp.-sonrió
satisfecho por ese acto. Estuvieron en aquella posición un buen
rato, hasta que el moreno recordó el lugar en el que se encontraban.
-Ey...
Dei...-le llamó.
-¿Mmm?-murmuró
medio adormilado el doncel, puesto que el mayor desde hacía un rato
había comenzado a acariciarle el cabello y aquello le estaba
relajando en demasía.
-Deberíamos
ir a mi habitación.-le dijo y sonrió al ver la expresión tan
tierna que estaba haciendo en aquel momento el contrario.
-Mmm...-murmuró
molesto mientras observaba medio confundido el lugar, hasta que cayó
en cuenta también del porqué decía aquello el mayor.
-¿Ya
te diste cuenta?-le preguntó un tanto divertido después de ver el
sonrojo que se había instalado en las mejillas contrarias.
-Hai...-susurró
un tanto avergonzado pero todavía se sentía con sueño por lo que
le pidió algo al otro.- Nee... Itachi.-le llamó y este giró a
verle, puesto que ya se había levantado de la gran cama.
-Dime.-le
miró algo contrariado.
-Llévame.-le
dijo mientras estiraba los brazos hacia él. Este se sorprendió por
aquella repentina petición y no reprimió en demostrarlo.
-¿Eh?-preguntó
sin comprender.
-Moo...
si no me llevas entonces dormiré aquí.-dijo infantilmente el rubio
mientras hacía un pequeño pero lindo berrinche.
El
moreno sonrió encantado. Definitivamente no había nadie mejor para
él que ese infantil y cabezón rubio que tenía delante. Sin borrar
la sonrisa se acercó al contrario y le alzó en brazos,
sorprendiendo a este por lo repentino del gesto.
-Si
así lo quieres.-dijo sin más mientras comenzaba a caminar en
dirección a su propia habitación. El rubio sonrió contento para
luego acurrucarse en el pecho ajeno. En poco tiempo se quedó dormido
y, para cuando el moreno llegó a la habitación, el ojiazul ya
estaba sumido en los profundos brazos de Morfeo. Sonrió mirándole
tiernamente mientras lo recostaba sobre las suaves sábanas que
ocupaban su lecho. Después se acurrucó al otro lado de la cama y le
abrazó por la cintura mientras que el otro se acomodaba en su pecho
inconscientemente.
Entonces
volvió a sonreír y, antes de que le venciese el sueño, recordó
las palabras que le había dicho el pequeño rubio.
“Consiente
mucho a Dei-nii. Él no suele expresar lo que quiere por lo que
asegúrate de complacerle si alguna vez se comporta infantilmente.
Con eso seguro que conseguirás que te quiera mucho.”
*A
la mañana siguiente*
Tanto
rubio menor como el azabache se encontraban en el salón leyendo como
la tarde anterior. Todavía era temprano por lo que eran los únicos
allí, hasta que oyeron los pasos de alguien bajando por las
escaleras.
-Ara...Sasu,
Naru-chan. ¿Estáis los dos solos?-preguntó la dulce morena
mientras les sonreía. Ambos asintieron.
-Vaya...
entonces seguirá dormido.-dijo para si la mujer.
-Nee...
Itachi-san tampoco se levantó.-comentó inocentemente el rubio al
azabache.
-¿Eh?
¿Itachi?-preguntó sorprendida la mujer.
-Si...
Aniki llegó ayer y supongo que seguirá algo cansado
del....viaje....-apenas pudo terminar de hablar el azabache que su
madre había gritado emocionada y había desaparecido por la puerta
en dirección a las escaleras.
-¿No
debiste decirle que estaría durmiendo con Dei-nii?-le preguntó el
kitsune.
-Ya
lo verá.-le restó importancia mientras se encogía de hombros y
volvía otra vez su atención al libro. El rubio hizo lo mismo aunque
esperaba que la mujer tomase a bien la relación, que estaba seguro,
que ambos adultos habían iniciado. Con una sonrisa se concentró en
aquel pequeño conjunto de papeles escritos.
La
mujer corrió escaleras arriba nada más había escuchado que su
adorado hijo mayor había vuelto a casa. Se encaminó lo más rápido
que pudo hacia la habitación del moreno y, sin anunciar su
presencia, abrió la puerta de golpe. En cuando visualizó la escena
que se le presentaba delante de sus ojos no puedo evitar sorprenderse
pero, aún así se sintió inmensamente feliz.
-¡Kyaaaaaa!-gritó
emocionada, despertando al rubio que dormía cómodamente en el pecho
del moreno.
-¡Mamá!-le
recriminó el moreno. Este ya estaba despierto desde hacía rato pero
no había querido despertar el ojiazul, puesto que se veía realmente
lindo en aquel momento.
-¡Mikoto-san!-gritó
avergonzado el rubio una vez comprendió la situación la que
estaban. Se sonrojó de sobremanera e, inconscientemente, se escondió
en el pecho del mayor.
-¡Qué
lindos!-volvió a gritar la mujer feliz.
-Mikoto....-se
oyó la voz de alguien a sus espaldas.- ¿Se puede saber por qué
gritas.... tan... tempra...no?-le preguntó pero fue quedándose sin
palabras a medida que fijó su vista dentro de la estancia y
comprendía lo que veía.
El
moreno estaba realmente molesto, el padre de familia se sentía
estupefacto, la mujer no podía ser más feliz de lo que lo era en
aquel momento y, el rubio..... este solo quería que la tierra se lo
tragase rápidamente. Nunca se había sentido tan avergonzado como en
aquel momento.
Después
de aquel bochornoso momento, al menos para el rubio pelilargo, se
encontraba ahora todos en la casa de los Namikaze, puesto que la
morena no había dejado de insistir en que la pelirroja debía de
saber sobre la relación que sus hijos mayores habían decidido
comenzar.
Cave
decir que esta gritó tanto o más emocionada que la ojinegra y
mientras ellas hacían ya planes de boda para la recién formada
pareja el padre del rubio, Namikaze Minato, miraba con furia y con el
instinto homicida creciendo exponencialmente, al desgraciado (a su
parecer) que había gosado acercarse a una de sus adoraciones.
Luego
de que la ojiazul consiguiese calmar a su marido y hacerle entender
de que el rubio ya era mayor de edad y podía elegir a quién
quisiese y, de amenazarle con torturarle si se le ocurría hacerle
algo al hijo de su mejor amiga, hablaron todos juntos y
tranquilamente.
De
aquello ya había pasado una semana. Una largísima semana al parecer
del moreno puesto que cumplir con su promesa le estaba constando más
de lo que creía posible. Si es que cada vez que veía al rubio
sonrojarse o sonreírle le entraban una enormes ganas de tirársele
encima y de hacerle el amor hasta desmayarse.
La
verdad es que casi no aguantaba el no poder pasar de besos y leves
caricias con su ángel. Y, aunque entendiese el porqué el rubio le
había pedido aquello, su parte baja seguía teniendo otra opinión
por lo que a veces se descontrolaba un poco.
Mientras
que el ojinegro se deprimía por no poder tocar al ojiazul este, por
otra parte, se sentía feliz de estar al lado de alguien como Itachi.
No negará que es verdad que a veces sus hormonas le dominaban cuando
estaba con el mayor pero, su parte racional siempre terminaba
deteniéndolo. Él también quería estar de una forma más íntima
con el contrario pero se sentía nervioso y por ello siempre
terminaba alejándolo. Sabía que Itachi estaba haciendo todo lo
posible por cumplir con su promesa pero, aún y así, comprendía el
gran esfuerzo que estaba haciendo por su bien y eso le daba ganar de
dejarle avanzar un paso más en su relación.
Volvía
a ser sábado por lo que el rubio estaba en su casa algo aburrido
cave decir. Quería llamar a su novio pero no le gustaba molestarlo
mucho, puesto que el día anterior tubo una larga reunión hasta bien
entrada a noche y, quería dejarlo descansar. Así es. Itachi se
quedaría en la ciudad puesto que su madre le había suplicado a su
marido que para la sucursal de Francia podía mandar a cualquier otra
persona, que el moreno ahora debía de pasar tiempo con su nueva
pareja. Finalmente el hombre había accedido puesto que su mujer era
muy persistente cuando se lo proponía.
Volvamos
al tema. Como no tenía nada mejor que hacer, se le ocurrió salir a
dar una vuelta al centro comercial.
Pasó
por diversas tiendas, viendo los escaparates, observando a la gente
pasar, etc. Una vez cansado de tanto caminar se sentó una banca que
daba de frente a una cafetería y, al observarla, reconoció una
cabellera morena atada en una cola baja.
Frunció
el ceño molesto, al darse cuenta de que este no se encontraba solo,
sino que había una peliazul sentada muy cerca de él. Estaba por
marcharse de allí cuando oyó a un par de hombres hablar, un varón
y un doncel, que caminaban en dirección contraria al
establecimiento.
-Tks.
Konan nos echó de mala manera.-comentó un peliplateado.
-Déjala.
Sabes como es. Dijo que esta vez no se le escaparía el
Uchiha.-comentó con voz cansada un tipo moreno con la boca tapada.
El rubio al oír aquello frunció aún más el ceño. ¿Conque
aquella mujer iba detrás de su novio?
-Si...
¿recuerdas como se enojó cuando este la rechazó
completamente?-comentó divertido el doncel.
-Si...
puso de excusa su viaje a Francia con tal de deshacerse de
ella.-habló el otro.
-Ahá....
me preguntó qué era lo que nos iba a decir antes de que llegase
ella.-se preguntó el peliblanco.
-Dijo
algo sobre el porqué no volvería a irse.-comentó pensativo el
varón.
-¿Tal
vez es que por fin el gran Uchiha Itachi a encontrado a su pareja
esperada?-preguntó con gracia el doncel.
-Hmp.
Dudo que pueda ser otra cosa. Debe de ser alguien realmente
importante como para que alguien tan obsesionado con el trabajo como
lo es Itachi, haya decidido dejarlo de lado para pasar tiempo con él
o ella.-respondió el varón.
-Tienes
razón. Me gustaría saber quien es.-dijo el doncel mientras sonreía.
Después
de aquello ya no oyó más puesto que había seguido caminando
conforme hablaban. El rubio estaba realmente sorprendido por lo que
había escuchado. ¿Realmente era tan importante para el moreno?
Aquello le hizo sonreír pero, entonces recordó a aquella mujer por
lo que con una sonrisa maliciosa se encaminó hacia el recinto.
El
moreno estaba realmente cansado de aquella mujer. Él había llamado
a sus amigos Hidan y Kakuzu para contarles sobre su reciente relación
con su ángel rubio. Y, por qué no decirlo, mofarse un rato de ellos
y restregarles en la cara que sí había alguien que cumplía con sus
expectativas, puesto que ellos siempre le decían que se quedaría
solo de seguir así.
Pero
entonces, cuando después de comentar un poco como habían estado
durante aquel tiempo en el que no se habían visto e iba a hablarles
del rubio, apareció la molesta peliazul y sin sutileza alguna, había
corrido del lugar a sus amigos para luego sentarse casi sobre suyo y
empezar a coquetearle.
Estaba
por gritarle que se largara y le dejara en paz, que ya tenía pareja
y nunca podría compararse con ella pero entonces sintió unos leves
golpecitos en el hombro derecho.
Tan
absorto estaba en sus pensamientos que no había notado nada a su
alrededor. Giró fastidiado pensando que sería la chica cuando
recibió un sentimiento cálido sobre sus labios. Aquella sensación
no era para nada nueva por lo que sorprendido miró a la persona que
le había besado.
-Dei....-susurró
sorprendido de encontrarlo allí.
-Menuda
cara. Sabes.... si estabas libre podrías haberme llamado.-comentó
mientras hacía un lindo puchero, lo cual causó una sonrisa de medio
lado en el rostro del moreno.
-Lo
siento.-le dijo. El ojiazul en medio de su berrinche se sentó sobre
las piernas del moreno y, este, automáticamente le abrazó por la
cintura para que no se cayera.
-Me
debes algo más que una disculpa.-dijo infantilmente mientras se
acercaba y le robaba otro corto y tierno beso.
-¡Se
puede saber qué haces!-gritó la peliazul que había observado todo
aquello. Primero no dijo nada puesto que pensó que el moreno lo
apartaría pero parecía que ese no iba a ser el caso.
-Besar
a mi novio. ¿Tienes algún problema con ello?-le dijo arrogantemente
el rubio mirándole con superioridad.
-¿Novio?
¿De qué estás hablando? ¡Itachi no tiene ningún novio!-rebatió
ella enojada por la actitud y las palabras del doncel.
-Hmp.
¿Y quién te dijo que no lo tuviera?-comentó ahora el moreno
sonriendo de lado. Le estaba gustando que el rubio se mostrase de
aquella manera, celoso, por una mujer que no tenía ninguna
oportunidad.
-Pero....
no dijiste nada. ¡Ni siquiera tus amigos lo sabían!-dijo negando lo
evidente. No quería aceptar que aquel doncel había conseguido lo
que ella no. Al moreno de sus sueños.
-Eso
es porque les echaste antes de que pudiera decírselos.-dijo como si
nada el ojinegro.
-Nee....
Itachi....-le llamó el rubio y cuando este giró a verle recibió
otro beso del menor.- No me ignores por ella.-comentó haciendo un
lindo puchero.
-Hmp.
Ni que pudiera quitarte los ojos de encima.-le susurró al oído,
sonrojando al rubio de sobremanera mientras que un escalofrío le
recorría toda la columna vertebral.
-Idiota.-susurró
avergonzado, lo que causó que el moreno sonriera de lado ante lo
lindo de su novio.
Después
de aquello la pareja se marchó del lugar dejando a una peliazul
hundida y humillada.
Pasaron
lo que resta de día paseando y hablando, además de que el moreno
complacía de todas las formas posibles al rubio. Así llegó la
tarde y ya estaba anocheciendo por lo que Itachi se ofreció a llevar
al ojiazul a su casa. Se encontraban en un parque de la ciudad, donde
ya prácticamente no había nadie. Se montaron en el Mustang Mach
5 (2015) negro metalizado perteneciente al moreno. Una vez se
disponía a arrancar el rubio le detuvo e hizo que le mirara para
luego besarle profundamente.
Sus
labios se juntaron en un cálido roce. Primero se besaron lentamente
pero al sentir como la tímida lengua del rubio rozaba sus labios
decidió abrirlos y permitirle el paso a su cavidad. Era algo
realmente inusual el que el rubio tomase la iniciativa en ese tipo de
situaciones por lo que se dejaría hacer por un rato.
Continuaron
con aquel candente beso. Ambas lengua jugaban entre si, peleando por
quien llevaba el control de aquel lujurioso acto. Sus salivas se
entremezclaban y gran parte de ella comenzó a deslizarse por el
mentón del doncel. Entonces se separaron por la falta de aire y, en
cuanto el moreno vio el rostro del ojiazul, toda la sangre se le fue
de la cabeza hacia un aparte menos inteligente. Y como no, si este
estaba sonrojado a más no poder, con saliva escurriendo de su boca
hacia abajo por el pálido cuello, los ojos entrecerrados y respiraba
con dificultad. No soportó y volvió a besar profundamente al rubio,
no dejando ni un solo rincón de la boca ajena por explorar.
Sus
manos tampoco se quedaron quietas. Una de ellas comenzó a deslizarse
por la pierna del rubio mientras que la otra rodeaba la cintura
ajena. El doncel gimió al sentir las manos del mayor por su cuerpo.
Estaba empezando a excitarse y su cuerpo se estaba calentando. No
aguantando más de un ágil movimiento se subió sobre las piernas
del moreno, quedando los dos en el asiendo del conductor, y de
frente. Esa acción sorprendió al mayor que le miró sin creer lo
que estaba pasando.
-¿Qué
pasa con esa cara?-le preguntó sensualmente al oído para luego
lamerle el lóbulo y mordisquearlo levemente.
-Dei...-gimió
el mayor.- Si sigues así yo....-intentó advertirle de que era mejor
parar ahora puesto que después no sería capaz de hacerlo.
-Hazlo...-le
volvió a susurrar. Nunca nada antes le había parecido tan sensual e
incitante como aquella voz que le estaba susurrando en aquel momento.
-Pero...-intentó
rebatir con lo poco de cordura que le quedaba.
-Hazlo
Ita... Deja de pensar.-le volvió a decir en leves susurros, mientra
que sus manos bajaban por el pecho del moreno, por sobre la camisa, y
al llegar al final se colaron dentro para acariciar el pálido y bien
trabajado pecho y abdomen. Aquello fue la gota de derramó el vaso,
lo que hizo que el y último hilo de coherencia y raciocinio se
rompieran.
De
un impulso agarró las bien formadas nalgas del doncel y las apretó,
haciendo que el rubio gimiera al sentir aquellas fuertes manos
acariciándole y apretando aquella parte. Sus cuerpos quedaron
completamente juntos por lo que podía sentir el miembro del mayor,
luchando por salir de sus pantalones, rozarse contra su entrada.
Inconscientemente comenzó a mover lentamente las caderas, deseando
más de aquel contacto y creando una deliciosa fricción entre ambas
partes.
El
moreno gruñó extasiado por aquella deliciosa fricción. Sentía su
miembro rozar la entrada del rubio y aquello le estaba
sobreexcitando. Sin pensarlo besó apasionadamente al causante del
calor que le estaba recorriendo el cuerpo, a su perdición. Ahora le
fricción y juego de sus lenguas sumando el movimiento de caderas del
rubio le estaban haciendo perder la razón.
De
un rápido movimiento, bajó totalmente el asiento para así quedar
recostado. Por el brusco movimiento ambas bocas se separaron pero
ahora el menor tenía una mejor posibilidad de movimiento. Además de
que las vistas que tenía el ojinegro eran privilegiadas. Sin ninguna
delicadeza, se deshizo de la camisa que llevaba el rubio y comenzó a
acariciar los pequeños y rosados pezones. Aquello sorprendió al
rubio que rápidamente gimió encantado pero, en ningún momento dejó
de mover sus caderas.
Se
estaba cansando de aquel juego previo. Necesitaba al moreno dentro
suyo y, lo necesitaba YA. Pero aún así, una idea pasó por su
cabeza. Quería torturar un poco más al mayor y que le suplicase por
llegar hasta el final. Lentamente, deslizó sus manos por el pálido
pecho, puesto que su camisa ya estaba desabotonada, y siguió hasta
llegar al cinturón del pantalón. Lo sacó con una lentitud pasmosa
que hizo impacientar al moreno, puesto que sentía los leves roces de
las manos del rubio sobre su excitado miembro. Una vez quitó el
cinturón fue bajando la cremallera lentamente, pero intentando rozar
lo menor posible al moreno. Cuando hubo terminado observó el gran
bulto que se encontraba encerrado todavía en los boxers ajenos.
Sonrió
con malicia y entonces comenzó a mover las caderas más rápidamente,
simulando penetraciones. A veces hacía círculos y otras saltaba
sobre el más que despierto miembro del mayor. Esas acciones
desesperaron al moreno que, ya sin poder aguantar, se sentó
bruscamente y y con una mano apretó la entrada del rubio por encima
del pantalón.
El
doncel gimió ante aquella repentina acción y al mirar a los ojos
negros vio en ellos la pasión y lujuria reflejada. Toda la cordura
se había ido. El azabache estaba dispuesto a seguir hasta el final
y, ni aunque el rubio le suplicase para, lo haría. Con una velocidad
sorprendente le quitó tanto los pantalones como los boxers al rubio,
el cual se sonrojó al saberse completamente desnudo delante de
aquella mirada depredadora.
-Ita..mhhhmmh.-fue
interrumpido al ser metido tres dedos del moreno en su cavidad bucal.
-Lámelos.-le
susurró sensualmente al oído mientras que él comenzaba a lamer,
mordisquear y chupar los pezones ajenos.
El
rubio solo asintió, extasiado por aquella endemoniada voz, e hizo lo
que le pidió. Comenzó a lamer y succionar los dedos ajenos,
ensalivándolos lo mejor que pudo.
El
azabache se estaba excitando aún más al sentir a esa pecaminosa y
caliente lengua rozarle y envolverle los dedos, como si de un
chupa-chup se tratase.
No
aguantando más sacó los dedos de la cavidad ajena y sin perder
tiempo metió su caliente lengua para que jugase con la contraria, al
mismo tiempo en el que introducía una de sus falanges en la estrecha
y virgen entrada del doncel.
Este
gimió por la intrusión, tanto la de su boca como la de su entrada.
Pronto al primer dedo se le unió el segundo para seguidamente un
tercero. Considerando el tamaño de su miembro también metió un
cuarto dedo para así asegurarle de hacerle el menor daño posible a
su ángel. Por otra parte, el rubio no había sentido el más mínimo
dolor. Tal vez era tanta la excitación que sobrepasaba por mucho al
posible dolor que pudiese sentir, o tal vez es que el moreno era
demasiado bueno en el sexo. El menor no lo sabía pero, fuese lo que
fuese, le daba igual si podía disfrutar como lo estaba haciendo.
El
moreno incitado por los gemidos entrecortados del rubio en el beso,
se separó de su boca mientras retiraba los dedos de aquella caliente
cavidad.
Lamiéndose
los dedos, llenos de la humedad del rubio, le miró sensualmente y le
preguntó:
-¿Estás
listo?- el rubio solo asintió, pero antes de que el moreno pudiese
hacer algo el doncel le empujó para que quedase recostado de nuevo.
Cogió
el miembro del mayor y levantándose un poco comenzó a auto
penetrarse. Fue introduciéndose de a poco, sintiendo como sus
paredes se abrían para darle cabida a aquel enorme trozo de carne
que le haría gemir a más no poder. Lenta, muy lentamente, fue
bajando hasta que se sentó completamente sobre la virilidad de su
novio, el cual estaba sorprendido a más no poder. Aquella escena
había sido la más erótica que hubiese visto en toda su vida, y la
sensación que le invadió al sentir como su miembro era aprisionado
entre esas calientes paredes fue sencillamente perfecto. Nunca sería
capaz de sentir un placer tan inmenso como el que sentía en aquel
momento.
Entonces
el rubio le acarició la mejilla para llamar su atención. No se
movía solo miraba al moreno con una expresión completamente
distorsionada por el placer.
-Itachi...-gimió.-
Yo.... te lo daré todo.... absolutamente todo de mí....-susurró
entre gemidos mientras comenzaba a moverse de a poco. Subiendo y
bajando lentamente sintiendo lo mejor que podía esa enorme extensión
dentro de sí.- Así que.... tú deberás estar conmigo.... para
siempre....¡Ah!- finalizó mientras comenzaba a cabalgar más
rápidamente al mayor.
El
moreno veía en primera fila como su miembro era engullido una y otra
vez por el caliente hoyo del rubio, más las palabras que le había
dicho hicieron que se excitara aún más. Sin más agarró con fuerza
las caderas del ojiazul y le ayudó a que cabalgase más fuerte, más
profundo.
-Hmp....
para siempre.....-gimió el mayor.-.... eso me.... parece muy
poco..... a cambio de lo mucho..... que me estás ofreciendo
tú....-finalizó mientras movía salvajemente al rubio sobre sí.
-¡Aahhaa!
Ita...chi..... ¡más!.... quiero..... sentirte hasta lo más
profundo de mí.-gimió extasiado. Suplicando por más, por sentir
aún más profundo al mayor. Quería que le rompiese en dos, que le
hiciese tocar el cielo con sus propias manos.
-He.
Como quieras.-dijo para comenzar a moverse él también,
profundizando todavía más aquel acto si fuese posible.
-¡AAAAAHHH!-gritó
el rubio al sentir como el miembro del mayor daba en un lugar que le
hizo tener la mente en blanco.
-Con
que es aquí.-dijo para sí el moreno para comenzar a embestir hacia
ese punto en específico, consiguiendo grito de placer del doncel.
-Si....
más... dame ¡MUCHO MÁS!-gritó fuera de si el menor. Aquello era
lo mejor que había sentido nunca y, era aún mejor por que era con
el moreno debajo suyo.
-De-Dei.....
me voy a venir....-avisó el mayor e intentó salirse pero el rubio
no le dejó.
-Hazlo....
dentro...-gimió sin dejar de moverse.
-Pero....-iba
rebatir pero un movimiento brusco del rubio le hizo gruñir
fuertemente para luego correrse dentro del doncel el cual, al sentir
aquel caliente líquido se corrió manchando el pecho de su seme,
después de gritar de placer.
Sin
poder aguantarse más se dejó caer sobre el cuerpo del moreno
mientras normalizaban sus respiraciones.
-De-Dei...
¿estás seguro....de....?-intentó preguntar pero fue interrumpido
por un suave y casto beso.
-Está
bien....-susurró algo cansado por el ejercicio.-... te dije.... que
te daría todo de mí.-terminó de decir mientras le sonreía
dulcemente.
-Te
amo Dei.-le dijo el moreno mirándole con ternura.
-Yo
también te amo Itachi.-susurró ahora el menor.
Ambos
volvieron a besarse tiernamente para después descansar un rato
abrazado el uno al otro.
...... Fin
......
lunes, 17 de noviembre de 2014
Happy BirthDay ^^
Bueno..... vamos con otro evento jejejeje.
Así que... aquí planteo el evento jejeje.
Solo debéis decirme qué es lo que más os gusta de estos dos lindos ukes y, como en los anteriores eventos, deberéis subir una fotito de ellos como protas. (Ej: consultad la imagen ganadora del evento de Halloween.) Una foto por cada, el típico "Feliz Cumpleaños" (da igual el idioma) y la fecha de su cumple.
Como ya sabréis, el/la ganador/a podrá pedirme un Two-shot de la pareja (yaoi) que quiera y la serie que quiera, junto con el tema que escojan. (Mirad las normas para los pedidos ^^)
Nota: Podéis subirlo en el mismo comentario pero eso no quiere decir que vayan a ganar las dos fotos. Puede que una me encante y gane pero puede que encuentre que la otra no lo merece. Incluso pueden ganar las dos XD pero eso dependerá de las personas que participen jejeje.
Bien eso es todo jejeje.
-Fecha inicio: 17/11/14
-Fecha límite: 4/12/14 (Irie) y 15/12/14 (Ciel)
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
- El día 3 de Diciembre es el cumpleaños de Irie Shoichi (KHR).
- El 14 del mismo mes del lindo Ciel Phantomhive (Kuroshitsuji).
Así que... aquí planteo el evento jejeje.
Solo debéis decirme qué es lo que más os gusta de estos dos lindos ukes y, como en los anteriores eventos, deberéis subir una fotito de ellos como protas. (Ej: consultad la imagen ganadora del evento de Halloween.) Una foto por cada, el típico "Feliz Cumpleaños" (da igual el idioma) y la fecha de su cumple.
Como ya sabréis, el/la ganador/a podrá pedirme un Two-shot de la pareja (yaoi) que quiera y la serie que quiera, junto con el tema que escojan. (Mirad las normas para los pedidos ^^)
Nota: Podéis subirlo en el mismo comentario pero eso no quiere decir que vayan a ganar las dos fotos. Puede que una me encante y gane pero puede que encuentre que la otra no lo merece. Incluso pueden ganar las dos XD pero eso dependerá de las personas que participen jejeje.
Bien eso es todo jejeje.
-Fecha inicio: 17/11/14
-Fecha límite: 4/12/14 (Irie) y 15/12/14 (Ciel)
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
viernes, 14 de noviembre de 2014
BabySitting- Two-Shot (ItaDei)
Aquí estarán los dos caps de este lindo pedido que me hicieron. Espero que os guste tanto como a mí me gustó escribirlo (=^w^=)
jueves, 13 de noviembre de 2014
BabySitting (Canguro)- Cap.1
Capítulo
1
Se encontraban una mujer morena, de
ojos negros, piel pálida y de mediana edad junto a una pelirroja de
ojos azules, piel también blanquecina y de mediana edad, sentadas en
una mesa en el jardín de la última tomando el té tranquilamente
mientras conversaban.
-¿Y ya encontraste canguro
Miko-chan?-le preguntó la pelirroja a su amiga.
-La verdad es que no.-respondió
después de suspirar.- A Sasu-chan no le ha gustado ninguna de las
candidatas, dice que todas intentan tocarlo de más.-se quejó la
morena.
-Jejeje eso te pasa por tener un hijo
tan lindo. Hasta a las universitarias enamora.-comentó con gracia la
pelirroja haciendo que su amiga hiciese un puchero.
-Tú no te quedas atrás. Tanto
Dei-chan como Naru-chan son una lindura. ¿No te preocupa que alguien
les intente hacer algo?-le preguntó curiosa.
-Mmm.... pues no. Sabes que Dei tiene
mi carácter explosivo, por lo que no deja que ningún varón se le
acerque. Y en cuanto a Naru.... pues al ser tan tierno, lindo e
inocente es verdad que tiene muchos acosadores pero... es por eso que
tanto Dei como Minato lo sobreprotegen tanto. Ambos se preocupan
mucho por él y lo mantienen vigilado las 24 horas del día.-respondió
con una gran sonrisa.
-Jajajaja es verdad. Minato siempre a
sido muy receloso con dejar que su bebé conozca a cualquier varón.
Por eso todavía Naru y Sasu no se han podido conocer.-comentó con
gracia la morena.
-Si... es una pena. ¿Te imaginas que
terminaran casándose?-preguntó ilusionada la ojiazul.
-Jajajaja de seguro intentaría matar
mi niño.-respondió la ojinegra.
-Bueno, cambiando de tema. ¿Cómo le
va a Itachi-kun en el extranjero?-le preguntó.
-Pues muy bien. Está haciendo un gran
trabajo con la sucursal de allí, aunque me encantaría que volviese
aunque fuera por un par de días.-comentó con algo de tristeza la
mujer.
-Tranquila. Sé que le echas de menos
pero es un chico muy maduro y responsable, no por nada ya tiene 22
años.-le dijo para animarla.
-Si lo sé. ¿Te puedes creer que
todavía no tiene pareja?-le preguntó.
-¿En serio? Pero si es uno de los
varones más apuestos.-dijo sorprendida la pelirroja.
-Si, pero dice que todas las mujeres y
donceles que se le acercan es solo por su físico o por su dinero.
Piensa que nunca encontrará a su persona especial.-le explicó la
morena.
-Pues que pena. Pero yo creo que sí
que encontrará a alguien que le quiera por como es.
-Si eso espero. No quiero que se quede
solo el resto de su vida por ser muy exigente.
-Tranquila. Yo pienso lo mismo de
Dei....-no puedo continuar por que una voz a sus espaldas la
interrumpió.
-¿Yo qué mamá?-preguntó un chico
rubio pelilargo, de ojos azules y piel pálida mientras cargaba en
sus brazos a un lindo rubio de cabello corto y también de ojos
azules pero de piel más acanelada.
-¡Kaa-chan!- gritó el menor de apenas
8 años mientras saltaba de los brazos de su hermano y corría hacia
su madre.
-¡Naru-chan!-gritó feliz la mujer
mientras abrazaba fuertemente su hijo menor. La morena rió al ver lo
efusiva que era su amiga, al igual que su hijo mayor que también les
miraba divertidos. Al oír las leves risitas el menor miró en su
dirección y sonrió contento.
-¡Tía Mikoto!-gritó para luego
soltarse de su madre como había hecho con su hermano y lanzarse
hacia ella como había hecho con su madre.
-¿Cómo estás pequeño?-preguntó
contenta la mujer mientras lo sentaba sobre su regazo.
-Muy bien. Dei-nii me llevó al parque
y después me compró un gran helado.-respondió contento y con una
gran sonrisa en el rostro.
-Mamá. No respondiste a mi
pregunta.-comentó el mayor al sentarse junto a su madre en la mesa
de redonda de mármol.
-Solo estábamos hablando cariño. No
es nada malo.-respondió con una gran sonrisa la mujer. Estuvieron un
rato en silencio viendo como la morena el menor de los Namikaze
hablaban felizmente hasta que a la pelirroja se le ocurrió una gran
idea.
-Nee ¿Dei-chan?-le llamó su madre.
-Dime.
-¿Tienes algo que hacer mañana?-le
preguntó con una gran sonrisa.
-No ¿por qué?-respondió este
mirándole confundido.
-Pues verás. ¿Podrías hacer de
canguro para el hijo de Miko-chan?-le preguntó.
-¿Eh?-dijo sin entender. La morena
entendió lo que pretendía su amiga a sí que procedió a
explicárselo todo al rubio mayor.
-Es que... tanto Fugaku como yo tenemos
una cena de negocios y mi hijo mayor está en Francia por lo que
necesito a alguien para que cuide de mi hijo menor.-explicó.
-Pero... ¿por qué yo?-preguntó
confundido.- Debería de haber mejores personas para ello.- volvió a
decir.
-La verdad... es que a todas las chicas
a las que he entrevistado querían algo más con mi hijo.-respondió
para después suspirar.
-A pesar de que Sasu-chan tiene la
misma edad que Naru, llama mucho la atención de las mujeres y
donceles por lo que a Miko-chan le está costando mucho encontrar a
alguien para cuidarlo.-dijo ahora su madre.
-Bueno... si solo es una noche no pasa
nada.-respondió comprensivo el rubio mayor. Su hermanito también
llamaba mucho la atención de los varones y si él no estuviese para
cuidarlo, su madre también lo tendría difícil.
-Pero Dei-nii, prometiste jugar conmigo
mañana.-comentó el menor mientras hacía un lindo puchero.
-Gomen nee Naru.-respondió el mayor.
-Tranquilo Dei puedes llevar a Naru.
Además estoy segura de que se llevará bien con Sasuke.-dijo su
madre. Bueno si ella estaba de acuerdo el mayor no tenía ningún
inconveniente.
Al menor se le iluminó la cara al oír
a su madre decir aquello.
-¿De verdad puedo, Kaa-chan?-le
preguntó ilusionado.
-Pues claro cariño. Miko-chan está de
acuerdo también.-dijo mientras le sonreía. La morena por su parte
asintió en cuanto tuvo la mirada del menor sobre ella.
Después de aclarar un par de detalles,
la morena se marchó hacia su casa contenta mientras que el rubio
menor estaba encantado de conocer a alguien nuevo.
Al llegar a su casa la morena fue
directamente a la habitación de su hijo menor, encontrándolo sobre
la cama leyendo. Era un chico con la piel pálida, los ojos tan
negros como el carbón y el cabello azabache con tonos azulados y
terminados en punta.
-Sasu, tengo una gran noticia.-le dijo
una vez se acercó hasta donde él se encontraba.
-Dime.-respondió curioso mientras
miraba a su madre. Era raro que ella sonara tan feliz.
-¿Recuerdas a Kushina?-le preguntó
mientras se sentaba al lado de su hijo.
-Si. Es tu amiga desde la
secundaria.-respondió serio como siempre.
-Pues verás. Kushina tiene dos hijos.
El mayor es Deidara y tiene 18 años mientras que el menor tiene 8 al
igual que tú.-le explicó contenta. El azabache frunció el ceño al
oír aquello.
-¿Qué quieres decir mamá?-le
preguntó mirándola desconfiado.
-Lo que quiero decir es que Dei accedió
a cuidar de ti mañana y traerá a Naru-chan.-finalizó.
-¿Por qué tiene que cuidarme y encima
traerse a su hermano?-preguntó molesto el menor.
-Mira Sasuke. Se que eres muy
inteligente pero aún así eres pequeño y no pienso dejarte en casa
solo toda la noche. Deidara es un gran chico y Naru-chan es súper
lindo, ninguno de los dos intentará nada, ya que los conozco muy
bien. Así que por favor se bueno con ellos. Sobretodo con Naru que
es muy inocente.-le explicó tranquilamente.
-Está bien.-accedió el menor para
luego suspirar y volver su atención al libro que estaba leyendo
anteriormente. La mujer sonrió feliz al oír la respuesta de su hijo
y luego salió de la estancia para dirigirse hacia la cocina para
preparar la cena.
Al día siguiente, todo comenzó como
estaba acostumbrado. El azabache se levantó temprano, se duchó y
cambió de ropa. Después bajó las escaleras para encontrarse a su
madre en el comedor, terminando de acomodar los platos. Su padre ya
se encontraba allí sentado, leyendo el periódico.
El menor frunció el ceño al observar
la silla vacía que correspondía su hermano. Mentiría si dijese que
no echaba de menos al mayor pero, no podía hacer nada si estaba
trabajando, aunque procuraba llamarle todas las semana para
preguntarle como estaba. Sin más se sentó en su lugar y procedió a
desayunar.
Lo que resta de día sucedió como
siempre. Su madre salía junto al menor a hacer la compra, al volver
iba al jardín a cuidar de sus preciadas flores mientras este leía
entretenido en el salón, y por la tarde hablaban un rato de las
clases junto a su padre para después merendar los tres.
Finalmente llegó la noche y sus padres
ya estaban en la entrada arreglados perfectamente. En ese momento
sonó el timbre de la puerta y su madre sonrió más que feliz para
abrir la puerta rápidamente.
Al otro lado, se podía observar a
ambos rubios, el menor en brazos del mayor. Sonrió contenta al igual
que el pequeño rubio, que no tardó en saltar a sus brazos.
-¡Tía Mikoto!-gritó mientras la
abrazaba.
-¡Naru-chan!-gritó ella contenta.
Tanto su marido como su hijo menor
miraron la escena confundidos. La mujer no solía gritar ni
comportarse de aquella forma, al menos, no delante de ellos. El rubio
pelilargo rió divertido al ver la expresión de ambos hombres.
Definitivamente, el pasar tanto tiempo con su madre le había pegado
ciertas manías a la morena.
-Buenas noches, Mikoto-san.-saludó el
mayor.
-Buenas noches, Dei-chan.-saludó ella
mientras bajaba al menor.- Bien os presentaré. Este de aquí es mi
marido Fugaku.-dijo mientras le señalaba.- Y este pequeño de aquí
es mi hijo Sasuke.
-Encantado.-respondieron ambos de forma
cortante y seria. La mujer suspiró al ver lo mucho que se parecían
esos dos. ¿Por qué no había podido salir a ella el menor?
-Encantado. Yo soy Namikaze Deidara y
ese revoltoso de allí....-dijo mientras señalaba a su hermanito, el
cual había comenzado a mirar curioso por todas partes y no se
quedaba quieto.-... es mi hermano pequeño Naruto.-finalizó.
-Encantado-ttebayo.-dijo él mientras
les sonreía. Por un momento el azabache se quedó paralizado al ver
aquella sonrisa pero pronto movió la cabeza para quitarse esas ideas
tan raras.
-Bueno chicos. Nosotros nos vamos.-dijo
la mujer para luego arrastrar a su marido hacia el coche.
Una vez quedaron los tres solos el
azabache volvió a sentarse en el sofá de la sala y cogió su
querido libro.
-¿Qué haces?-le preguntó curioso el
rubio cuando se sentó a su lado.
-Leer.-respondió cortante.
-Eso ya lo sé.-dijo el rubio haciendo
un lindo puchero, lo cual hizo sonreír levemente al ojinegro.
-¿Entonces?-le preguntó sin dejar su
libro.
-¿Es tan interesante? ¿De qué va?-le
preguntó inocentemente mientras se acercaba más al otro intentando
leer.
-Hmp. Va sobre asesinatos.-comentó
como si nada.
-Ehh.... ¿y no es muy difícil de
entender?-le volvió a preguntar.
-No.-respondió tranquilo.
El rubio curioso se acercó aún más
al contrario. Realmente quería leer lo mismo que el azabache. Este
divertido decidió que así no lograría nada.
-Ven. Siéntate aquí.-le dijo mientras
hacía espacio para que el ojiazul se sentase entre sus piernas. El
menor asintió contento para después acomodarse mejor, sintiendo el
pecho del azabache en su espalda y su aliento en el cuello.
Tranquilamente comenzaron a leer y
cuando el ojiazul no entendía algo se lo preguntaba al ojinegro el
cual le respondía lo mejor que sabía. Todo aquello fue observado
por el rubio pelilargo que primero frunció el ceño pero después
vio que hacían una linda pareja. Además si era el hijo de
Mikoto-san lo más probable es que las dos mujeres hubiesen planeado
aquello.
Con un suspiro procedió a caminar
hacia la cocina para hacerles la cena a esos dos, que sabía que
estarían muy entretenidos con aquel libro. Ya había salido del
salón cuando oyó la puerta abrirse. Se acercó curioso por ver
quién sería.
-¿Usted quién es?-le preguntó cuando
vio a un moreno de cabello largo atado en una cola baja, con los ojos
negros y unas marcas debajo de estos que parecían ojeras y, la piel
blanca entrar por la puerta.
-¿Eso no debería decirlo yo? Esta es
mi casa.-comentó el contrario. Su grave voz hizo que un escalofrío
recorriera todo el cuerpo del rubio.
-Entonces tu debes de ser Itachi-san.
El hijo mayor de Mikoto-san.-dijo el rubio.
-Así es, pero... ¿puedo preguntar
quién eres tú?- le preguntó un tanto divertido.
-Ah. Claro. Soy Namikaze Deidara, el
hijo mayor de Kushina.-respondió mientras se sonrojaba levemente. El
mayor no había debajo de examinarle el cuerpo con sus penetrantes
ojos negros. El moreno sonrió al ver el efecto que estaba causando
al cuerpo contrario.
-Ya veo. La amiga de mamá. ¿Y qué
haces aquí?-le volvió a preguntar mientras se acercaba al otro.
-Pues... Mikoto-san me pidió que
cuidara de Sasuke-kun por que ella junto a su marido tenían una cena
muy importante.-respondió.
-Ahh... ¿y dónde está?-preguntó al
no verle allí. Normalmente al oír la puerta se habría acercado y,
más si oía su voz. El rubio intuyendo los pensamientos del mayor
rió divertido, llamando la atención de este. El rubio tenía una
muy linda risa y el mayor no pudo evitar sentirse atraído por ese
precioso doncel. Era el chico más lindo que había conocido en toda
su vida y se veía que no era como todos los demás que se le
acercaban.
-Sasuke-kun está en el salón leyendo
junto a Naru.-respondió el ojiazul.
-¿Naru?-preguntó curioso.
-Jejeje es mi hermano
pequeño.-respondió mientras ambos se dirigían hacia el lugar
mencionado.
Al llegar el moreno se sorprendió por
lo que vio. Nunca había visto a su hermano tan a gusto con otra
persona que no fuese de la familia y, ahora, lo encontraba tan
tranquilo leyendo con un lindo rubio sentado entre sus piernas.
-Vaya. Esto no me lo habría imaginado
nunca.-dijo sorprendido. Al oír aquella voz el azabache miró hacia
la puerta.
-Aniki.-mencionó sorprendido, sin
demostrarlo por fuera, pero no se movió de su lugar.
-¿Es tu hermano Sasu?-preguntó
lindamente el rubio menor mientras giraba un poco a verle.
-Si. Aniki él es Naruto, Naruto él es
mi aniki Itachi.-dijo como si nada. El rubio iba a levantarse pero al
sentir que el azabache no quitaba sus brazos de su cintura, solo
sonrió mientras miraba al mayor.
-Encantado.-dijo y sin más volvió su
mirada al libro que tenía en frente. El mayor se dio cuenta de algo
y sonrió divertido.
-Sasuke. ¿Has vuelto a robar un libro
de la estantería de mi habitación?-le preguntó a su hermano. Este
volvió a mirarle enojado.
-No lo robé. Solo lo cogí
prestado.-respondió ante la pregunta de su hermano.
-¿Y no podrías haberme preguntado al
menos?-volvió a preguntar.
-Tú estabas fuera y tenía planeado
devolverlo antes de que volvieras.-respondió como si fuese obvio. El
mayor rió ante las respuestas de su hermano. Lo conocía tan bien
que sabía que nunca rebajaría su orgullo en pedirle algo tan simple
como un libro.
-Voy a hacer la cena. ¿Qué es lo que
queréis?-intervino el rubio mayor.
-Lo que sea está bien. Me encanta la
comida de nii-chan-ttebayo.-respondió contento el rubio pero sin
dejar de mirar el libro. Pronto frunció el ceño y giró a ver al
azabache.
-Sasu... ¿qué significa esto?-le
preguntó.
-¿Qué parte?-le preguntó a su vez el
ojinegro mientras volvía su atención al libro.
-Esto.-respondió mientras señalaba el
final de la página.
Pronto ambos mayores se vieron
ignorados por los niños que siguieron hablando entre ellos. Sin más
el rubio pelilargo se encaminó hacia la cocina, siendo seguido por
el moreno. Una vez llegaron el primero comenzó a sacar ingredientes
de la alacena y la nevera mientras que el ojinegro se sentaba en la
mesa observándole.
-¿Vas a estar mirándome hasta que
acabe?-preguntó divertido y un poco nervioso el rubio.
-Pues... no tengo nada más interesante
que hacer.-respondió también divertido.
-¡Serás!-gritó el rubio sin saber
muy bien como insultarle. El mayor solo rió al ver la cara enojada
del menor.
-¿Y qué edad tienes Deidara?-le
preguntó un rato después.
-18. ¿Por qué?-le preguntó
confundido mientras ponía el agua a hervir.
-Mmm... curiosidad. ¿Y qué tienes
pensado estudiar?
-Pues.... me encanta el arte así que
había pensado entrar a una universidad especializada en
artes.-respondió sinceramente.
-Ya veo... ¿Y tienes alguna en
específico que te guste?
-La verdad es que no. Hay algunas muy
buenas pero no terminan de convencerme. ¿Y usted?
-¿Yo? Yo ya no estudio-dijo divertido.
-No eso. Mikoto-san ya me dijo que
trabajaba en una de las sucursales de las empresas Uchiha. Lo que le
pregunté es que edad tiene. No parece mucho mayor que yo la
verdad.-le dijo sin mirarle puesto que seguía cocinando.
-Hmp. Pues sino parezco tan mayor ¿por
qué me hablas de usted?-preguntó divertido el moreno. El rubio se
sonrojó intensamente ante aquellas palabras y giró para gritarle.
-¡Solo lo hago por que es lo
normal!-le recriminó avergonzado. Eso era verdad. A los donceles se
les educaba para que fuesen respetuosos con los varones, sobretodo si
eran mayores a ellos y si los acababan de conocer.
-Tengo 22 y además nuestras madres son
las mejores amigas, por lo que no hace falta que seas tan educado y
formal conmigo.-dijo encantado al ver el sonrojo del otro.
-Hmp. Haré lo que yo quiera.-respondió
el otro haciendo berrinche mientras volvía a girar para seguir con
lo suyo.
El moreno sonrió divertido.
Definitivamente ese doncel era único, no solo por su físico, que
era bellísimo, sino por su carácter. Era la persona más
interesante que ha conocido y no pensaba dejar que se marchase sin
por lo menos conocerle un poco mejor y ser amigos.
La cena estuvo lista en poco tiempo y
el moreno fue al salón a llamar a ambos niños mientras el rubio
preparaba la mesa. Al llegar los ojos del moreno se abrieron de
sobremanera al observar a ambos menores. Estos se encontraban en el
sofá sentados pero, había una pequeña diferencia a como estaban
antes. El rubio se encontraba de cara al azabache, sentado sobre sus
piernas y con los brazos alrededor del cuello ajeno mientras se
besaban. El beso era bastante pasional, teniendo en cuenta la edad de
ambos, puesto que era del tipo francés (con lengua). Observó como
las manos de su hermano se posaban en la cintura del rubio y lo
acercaba aún más hacia él.
Siguieron con el beso sin percatarse de
la presencia del mayor hasta que este carraspeó un poco. Los chicos
abrieron los ojos y le miraron: el azabache enojado por interrumpir y
el rubio sonrojado a más no poder.
-N-no se lo digas a Dei-nii.-le suplicó
el ojiazul avergonzado. El mayor asintió entendiendo. Durante la
conversación con el mayor pudo notar lo sobreprotector que era con
su hermano pequeño y, aunque le gustase molestar a su otouto, no iba
a dejar que Deidara matara a Sasuke.
Sin más fueron hacia el comedor, el
rubio todavía sonrojado, lo cual extrañó al mayor pero no dijo
nada. Cenaron tranquilamente y después ambos niños siguieron
“leyendo” en la habitación del azabache.
Al principio fue solo curiosidad por
parte del rubio menor.
*FlashBack*
-Nee.. ¿Sasuke
por qué se besan?-preguntó un curioso ojiazul.
-Pues porque se
gustan.-dijo sin más el otro.
-¿Entonces
cuando te gusta alguien es normal besarse?-volvió a preguntar.
-Supongo que
sí.-volvió a responder.
Entonces el
rubín se giró y colocándose sobre las piernas del otro le dio un
tierno e inocente beso. El azabache se quedó aturdido ante aquello y
le miró sin entender.
-Dijiste que
cuando dos personas se gustan es normal besarse, y como tú me gustas
te besé.-explicó ante la mirada sorprendida del otro.- ¿No debí
hacerlo?-le preguntó mientras sus ojos se aguaban un poco.
-N-no es eso. Es
solo que me sorprendiste. Pero no es eso a lo que me refería
Naruto.-dijo para que no llorase.
-¿Ehh? No
entiendo-ttebayo.-le miró confundido por sus últimas palabras.
-No solo deben
gustarse, sino que tienes que querer estar siempre con esa persona.
Besarse es una forma de demostrarse entre ellos que siempre estarán
juntos.-volvió a explicar.
-Ya veo... ¿coma
mamá con papá?-volvió a preguntar.
-Así es. Es
cuando dos personas prometen casarse y formar una familia.-volvió a
decir.
-Entonces yo me
casaré con Sasuke.-exclamó mientras le abrazaba por el cuello.
-¿Cómo?-preguntó
sorprendido.
-Sip. Es porque
quiero estar siempre contigo.-dijo feliz el rubio mientras le
sonreír.- ¿Acaso tú no quieres?-le miró preocupado. El otro le
acarició con ternura una de sus mejillas y sonrió levemente.
-Pues claro que
quiero.-respondió para besarlo otra vez.
*Fin
FlashBack*
Ambos estaban
sobre la cama cuando alguien llamó. Entonces oyeron la voz del rubio
mayor diciéndoles que la bañera ya estaba lista, que fuesen a
bañarse ya.
Los menores se
dirigieron hacia el baño mientras que el mayor se dirigió a la
habitación del moreno.
-¿Pasa algo?-le
preguntó al verle entrar con la cabeza gacha.
-¿Crees que soy
idiota verdad?-le preguntó a su vez el rubio.
-¿Deidara qué
pasa?-le preguntó preocupado por verle de aquella manera. Se iba a
levantar de la cama donde se encontraba sentado cuando el rubio se
lanzó a abrazarle.
-Dei-...
-¡Sasuke me
quitó a mi hermanito!-le interrumpió gritando mientras sollozaba en
el pecho ajeno.
-Deidara....
ambos son unos niños-intentó tranquilizarle mientras le acariciaba
levemente la cabellera rubia.
-Pues el morreo
que se dieron en el salón no era inocente, precisamente.-respondió
hipado levemente mientras le miraba con el ceño fruncido.
-Así que lo
viste...-suspiró mientras se masajeaba la sien. El rubio asintió
mientras se limpiaba las lágrimas con las manos.
-Pensé que
matarías a mi hermano en cuanto te enterases.-comentó extrañado.
-No podría
matar al hijo de Mikoto-san. Además de que estoy seguro que tanto mi
madre como la tuya esperaban que esto pasara.-respondió mientras
suspiraba.
Se mantuvieron
en silencio un buen rato hasta que el rubio cayó en cuenta de que
seguía sentado sobre el regazo del mayor mientras este le abrazaba
por la espalda. Se sonrojó de sobremanera para luego alejarse
rápidamente del ojinegro el cual sonrió divertido por el
comportamiento del rubio.
-Ni que nunca
hubieras estado cerca de un varón.-comentó.
-Para que sepas,
yo nunca he dejado que un varón estúpido me pusiera las manos
encima. Son todos unos pervertidos que lo único que quieren es pasar
el rato, para luego ir presumiendo por ahí con sus amigos.-le dijo
enojado por su comentario.
-Oye, no todos
somos así-se quejó el moreno haciéndose el ofendido.
-Hmp. Pues de
momento ninguno me ha demostrado lo contrario.-dijo ahora el ojiazul
sentándose en el borde mientras se cruzaba de brazos.
-Si te digo la
verdad, a mí me pasa exactamente lo mismo.-comentó el mayor,
llamando la atención del contrario el cual le miró indicándole que
siguiera.
-Todas las
mujeres y donceles que conozco no son más que personas fáciles que
se abrirían de piernas con tal de liarse con un tipo con dinero o
que esté bueno.-respondió a la pregunta muda del rubio, para a
continuación suspirar.
-Así que fue
eso.-murmuró el ojiazul.
-¿Qué?-preguntó
extrañado.
-Pues que ayer
mi madre y la tuya estaban hablando de nosotros. No entendí muy
bien, solo alcancé a oír que nosotros nos parecíamos. Supongo que
se referían a esto.-explicó.
-Jejeje si
supongo.-dijo divertido.
Ambos comenzaron
a reír ante aquella situación. Si sus madres hubiesen planeado que
se conocieran y se agradaran no creo que hubiese salido tan bien como
lo que había pasado naturalmente.
El ojiazul se
recostó boca arriba en el colchón mientras miraba hacia el techo.
El moreno, en cambio, se encontraba sentado a su derecha mirándole a
la cara.
-Deja de
mirarme.-murmuró el ojiazul sonrojándose mientras se colocaba de
lado, dándole la espalda al ojinegro.
-No puedo
evitarlo. Eres diferente a cualquiera que haya conocido
antes.-respondió mientras se acostaba también y le abrazaba por la
cintura.
-¿Qu-qué estás
haciendo?-le preguntó nervioso por la cercanía.
-Hmp.
Abrazarte.-le susurró al oído, lo cual ocasionó un escalofrío al
rubio.
-¿Y quién te
dio permiso para hacerlo?-le recriminó mientras intentaba que le
soltase. El moreno sonrió de lado, le giró para que volviese a
quedar boca arriba y se colocó sobre él.
-No te has
esforzado mucho por detenerme.-le volvió a susurrar haciendo que
temblase levemente.
-¿D-de qué
hablas?-le preguntó en un murmullo nervioso.
-Pues que para
odiar a todos los varones, viniste a mi habitación, me dejaste verte
vulnerable y, te recostaste en mi cama.-le enumeró las razones.
-¿Y eso qué
tiene que ver?-le preguntó algo enojado.
-Pues que
cualquier varón que se precie no podría resistirse a eso.-comentó
con cierta gracia. El rubio se enojó por ello.
-Como pensé.
Sois todos unos pervertidos.-dijo enojado mientras forcejeaba para
quitárselo de encima. Se sentía decepcionado por haber pensado que
ese varón era diferente.
-Pues sí, soy
un pervertido. Pero te diré una cosa rubio.-le respondió mientras
cogía ambas manos del contrario, las subía por encima de su cabeza
y las apretó con fuerza contra el colchón para evitar que se
moviese.
-¿Qué?-le
preguntó todavía enojado, todavía más por no poder mover los
brazos.
-Eres el único
por el que me he sentido atraído de esta manera.-le susurró al
oído. El rubio se estremeció al sentir el cálido aliento del
otro.- Nunca había querido estar con alguien como quiero estar
contigo ahora mismo.-volvió a susurrarle pero esta vez mordió
levemente el lóbulo de la oreja ajena. El ojiazul jadeó
sobresaltado por la sensación que le estaba recorriendo el cuerpo,
el cual había comenzado a temblar de la emoción. Ningún varón le
había excitado y atraído tanto como el que tenía encima. Ese
moreno era un completo adonis, un demonio de la seducción, y su
cuerpo imploraba por que jugase con él. Por sentir lo que era tener
a semejante varón tocándolo, mimándolo, acariciándolo y
excitándolo. Quería sentir que aquello podía tener futuro pero,
todo tenía una condición.
-¿Estar
conmigo.... de qué forma?-le preguntó en un susurro, esperando una
respuesta en concreto.
-Hmp. De todas
las posibles.-respondió, sin percatarse, en doble sentido y eso hizo
sonrojar al rubio pero también decepcionarlo de cierta forma.
-Si solo me
quieres para eso olvídalo.-le dijo para luego empujarle de encima y
con rapidez salir de aquella habitación.
El moreno se
quedó confundido por aquella acción de rubio, hasta que entendió
el doble sentido de sus propias palabras.
-Mierda.-murmuró
para sí mientras se levantaba a prisa de su cama y se dirigía hacia
la puerta para ir a buscar al rubio.
......
Continuará ......
¡Subiendo un pedido!
Bien.... como prometí este viernes subiré el primer capítulo del Two-shot que me pidió Itsui Uzuha.
Espero que os guste el pequeño ItaDei que me pidió y os agradecería si me dieseis vuestra opinión.
Bueno, gracias por vuestra atención y sin más.... espero que os guste.
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
Espero que os guste el pequeño ItaDei que me pidió y os agradecería si me dieseis vuestra opinión.
Bueno, gracias por vuestra atención y sin más.... espero que os guste.
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Pedidos.
Bien, como dije hace un ratito, aquí subiré los pedidos que me hagáis, mientras están en lista de espera XD
Anuncio sobre los pedidos
Buenas tardes.
Bien, quiero aclarar unas cuantas cosas sobre los pedidos de fanfics.
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
Bien, quiero aclarar unas cuantas cosas sobre los pedidos de fanfics.
Primero: los comentarios se pueden dejar en CUALQUIER parte del blog. Otra cosa, que pensé que era obvia pero vi que no, es que no dejéis el mismo comentario más de una vez, por que solo lo contaré como uno.
Segundo: los pedidos irán por orden. Si ya estoy haciendo uno no me pondré con otro, porque no tengo tiempo y porque quiero centrarme lo mejor que pueda, además de que ya tengo otros en emisión en Amor Yaoi y me haría un lío yo sola XD.
Tercero: Respecto a lo dicho en el segundo apartado, eso no significa que no los acepte. Subiré un apartado en la parte de fanfics; con el nombre de Pedidos, y allí pondré el título (provisional, luego ya veré) de cada fic, junto a la pareja y quién me lo ha pedido. Solo estarán en espera, pero los haré. (=^w^=) Avisaré cuando uno termine y vaya a empezar otro, no os preocupéis.
Cuarto: Después de hacer un pedido, la cuenta de comentarios va a cero. Una vez acepte vuestro pedido, apuntaré dónde habéis comentado y cuando, y comenzaré a contar a partir de allí. Bueno no lo explicaré entero, solo sabed que por cada pedido=8 comentarios, y así sucesivamente. No cuentan los anteriores.
Cuarto: Después de hacer un pedido, la cuenta de comentarios va a cero. Una vez acepte vuestro pedido, apuntaré dónde habéis comentado y cuando, y comenzaré a contar a partir de allí. Bueno no lo explicaré entero, solo sabed que por cada pedido=8 comentarios, y así sucesivamente. No cuentan los anteriores.
Creo que esto es todo, si me faltase algo pues ya lo diré XD
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
lunes, 3 de noviembre de 2014
Resultado del Evento de Halloween
Bueno..... ahora ya sí que, defrinitivamente, terminó el evento de Halloween.
El/La ganador/a fue la única persona que participó XD.
Esta es su imagen:
Es un anónimo y espero que para la próxima se identifique puesto que si hubiesen participado más de un anónimo, no habría sabido si eran la misma persona o eran diferentes.
Por ser la primera vez lo acepto,pero que lo tenga en cuenta para la siguiente vez. ^^
Bueno... ahora cuando quieras enviarme sobre qué pareja y serie quieres el Two-shot y sobre qué lo quieres. (Mira las normas para los fanfics para ello). Asegúrate de decidirlo y notificármelo antes de una semana :D
¡¡¡Nos vemos!!!!
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
El/La ganador/a fue la única persona que participó XD.
Esta es su imagen:
Es un anónimo y espero que para la próxima se identifique puesto que si hubiesen participado más de un anónimo, no habría sabido si eran la misma persona o eran diferentes.
Por ser la primera vez lo acepto,pero que lo tenga en cuenta para la siguiente vez. ^^
Bueno... ahora cuando quieras enviarme sobre qué pareja y serie quieres el Two-shot y sobre qué lo quieres. (Mira las normas para los fanfics para ello). Asegúrate de decidirlo y notificármelo antes de una semana :D
¡¡¡Nos vemos!!!!
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
sábado, 1 de noviembre de 2014
Evento de Halloween
Bueno.... quería deciros que el evento de Halloween ha finalizado y... que sintiéndolo mucho nadie participó por lo que no hay ganador )':
Por si alguien quisiese particpidar daré de plazo hasta el martes (3/11/14). Solo por qué no quiero dejar esto así ya que pasó para el evento del cumpleaños de Tsuna.
Recordaré que es solo enviar una foto con esta temática (Halloween) y que el premio será un Two-shot de la pareja y serie que quiera (solo YAOI).
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
Por si alguien quisiese particpidar daré de plazo hasta el martes (3/11/14). Solo por qué no quiero dejar esto así ya que pasó para el evento del cumpleaños de Tsuna.
Recordaré que es solo enviar una foto con esta temática (Halloween) y que el premio será un Two-shot de la pareja y serie que quiera (solo YAOI).
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
KHR- ¿Qué pareja os gusta más? [Encuesta]
¡¡¡Buenaaassss!!!
Veréis. Yo soy una gran fan de Katekyo Hitman Reborn y del 182769, aunque supongo que ya lo sabréis por el nombre del blog XD.
El caso es que me gustaría saber cuál es vuestra pairing de esta maravillosa serie puesto que se que hay mucha gente que es fan del D18. A mi particularmente no me gusta pero yo no juzgo a nadie.
Bueno, solo quería saber eso.
Por favor enviadme vuestra opinión en un comentario, eso me haría muy feliz ^w^
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
Veréis. Yo soy una gran fan de Katekyo Hitman Reborn y del 182769, aunque supongo que ya lo sabréis por el nombre del blog XD.
El caso es que me gustaría saber cuál es vuestra pairing de esta maravillosa serie puesto que se que hay mucha gente que es fan del D18. A mi particularmente no me gusta pero yo no juzgo a nadie.
Bueno, solo quería saber eso.
Por favor enviadme vuestra opinión en un comentario, eso me haría muy feliz ^w^
Atentamente: BlackHime13, admin. (=^w^=)
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