Capítulo 5
Un azabache salía de la habitación del rubio menor con
una sonrisa en sus labios. Mientras bajaba y se dirigía hacia el
salón para la cena, se encontró con su primo que le miró y se
acercó para comprobar algo.
-¿Pasó algo verdad?-le preguntó suspicazmente al ver
la sonrisa del menor.
-Pues si...-dijo mientras ampliaba su sonrisa.- Nos
hemos besado.-dijo con autosuficiencia.
-Vaya...¿y cómo pasó?-preguntó ahora una voz a sus
espaldas.
-Hmp. Eso no os lo voy a explicar.-dijo con simpleza
mientras entraba en el salón donde ya estaban sus padres esperando.
-Aburrido~.-se quejó Sai mientras entraba detrás suyo.
Itachi solo sonrió y también entró para sentarse en su lugar.
~///~///~///~///~///~///~ En
la habitación del rubio menor ~///~///~///~///~///~///~
-Vaya~....parece que alguien ya a empezado a
actuar.-dijo divertido el de ojos aguamarina.
-Ca-cállate....no te burles.-dijo muy sonrojado el
rubio.
-Hai, hai. Yo de ti me vestiría y bajaría ya.-comentó
mientras se perdía por el pasillo.
-Hai~. Pero me alegra de que funcionara.-dijo en un
susurro y con una sonrisa un tanto maliciosa.
Sin más se vistió y bajó en dirección al salón.
Antes de entrar suspiró y justo cuando iba a abrir la puerta alguien
le tocó el hombro sobresaltándolo y haciéndolo girar.
-Gaara ya me contó lo que pasó. Felicidades.-dijo el
rubio mayor con una sonrisa.
-Eres un bocazas Gaara-nii.-se quejó el menor con un
pequeño puchero.
-Hmp. ¿Pero como sabías que iría a tu
habitación?-preguntó interesado el pelirrojo.
-Jejeje. Luego os lo cuento primero vamos a cenar.-dijo
con una sonrisa mientras abría la puerta y entraban.
Al entrar vieron que ya todo estaban allí y que solo
faltaban ellos.
-Gomen por la tardanza -ttebayo.-dijo el rubio menor
algo sonrojado.
-No pasa nada cariño.-dijo la mujer mientras le sonreía
maternalmente.
Sin más los hermanos se sentaron en la mesa, delante de
los Uchiha con los padres en cada punta de la mesa.
-Bien...¿Qué tal os van las clases?-preguntó el
cabeza de familia.
-Mmm...bastante bien.-dijo Deidara.
-Hai, igualmente.-dijo ahora Naru con una sonrisa.
-Bien.-dijo con simpleza el pelirrojo.
-Ya veo.-dijo ahora el mayor.
-Nee~ ¿Tenéis novia?-preguntó la mujer para cambiar
de tema.
Ante esa pregunta el azabache casi escupe el agua que
estaba bebiendo mientras que Itachi tosió al atragantarse y Sai le
dio golpes en la espalda para que se le pasara. La mujer ignoró la
reacción de sus hijos y fijó la vista en sus invitados los cuales
se habían sonrojado un poco,bastante por parte del rubio menor.
-Cough, cough...-siguió tosiendo el mayor de los
Uchiha.
-Oka-san...-iba a quejarse el azabache pero su madre le
interrumpió.
-Cállate, quiero saberlo.-dijo la mujer sin dejar de
mirar a los otros.
-E-etto...yo...-dijo algo cohibido el kitsune por la
mirada de todos sobre él y sus hermanos.
-No...-dijo secamente Gaara mientras ladeaba la cabeza
algo sonrojado mientras que Deidara solo negaba con la cabeza.
-Mmm~ ¿y hay alguien que os guste?-preguntó otra vez
muy interesada la mujer y otra vez la misma reacción por parte de
sus hijos aunque eso si lo querían saber.
-¿Eh? Em....bueno...-comenzó ahora Dei mirando
disimuladamente al pelinegro mayor, claro que sin que este se diera
cuenta.
-Etto...no...-negó el pelirrojo en un susurro, mirando
a Sai.
-Eeeh~ ¿Y tú Naruto-kun?-le preguntó al menor.
-Emm~...yo...algo así.-dijo en un murmullo casi
inentendible, cosa que hizo que nadie le oyera.
-Bueno...¿pues entonces qué clase de persona os
gusta?-volvió a preguntar. Ante esa pregunta su marido decidió
intervenir. Su mujer podía ser bastante cotilla cuando quería,
sobretodo si se trataba de los hijos de su mejor amiga, y sabía que
no lo dejaría por la paz fácilmente a menos que la detuviera.
-Cariño deja de atosigarles con esas preguntas.-dijo
mirando a su mujer.
-Joo~.-se quejó para luego soltar un suspiro.- Pero ya
me enteraré.-dijo en un susurro que nadie oyó. Tanto sus hijos como
los Namikaze suspiraron aliviados al ver que la mujer dejaba el tema.
La cena transcurrió sin muchos más percances. Por
parte de los Uchiha estos no dejaban de mirar a los lindos hermanos,
sobretodo el azabache, que estaba encantado por el beso que
anteriormente se había dado con el lindo kitsune.
Por su parte el rubio no dejaba de mirar disimuladamente
al ojinoche, el cual no se había dado cuenta, mientras sonreía y
hablaba con los padres de este.
Así acabaron de cenar y los tres hermanos se dirigieron
hacia la habitación del menor ya que les debía una explicación.
-¿Y bien Naru-chan?-preguntó el mayor mirando a su
rubio hermano mientras se sentaba en el sofá de antes.
-Bueno...en realidad no estaba seguro de que eso
pasaría.- dijo con sinceridad mientras se sentaba en la cama.
-¿Entonces?-preguntó ahora Gaara sentándose al lado
de su otouto.
-Bueno...Cuando salía del baño oí a su madre que le
había dicho que ya era la hora de cenar y viniera a avisarme. No
creí que lo haría pero cuando oí que se acercaba alguien volví a
ponerme la toalla en la cintura, ya que ya había empezado a
vestirme, y solo esperé a que entrara dattebayo.-dijo con simpleza.
-Jejeje, lo normal habría sido que se volteara y se
fuera.-comentó algo divertido el rubio mayor.
-Yo también creí que se giraría y se marcharía, o
que al menos me gritaría por no cerrar la puerta, por eso me
sorprendió cuando se acercó a mí y me besó. Realmente no acababa
de entrar eso en mis planes ya que yo solo quería provocarle un poco
pero... no me importó mucho la verdad.- dijo aquello último un poco
bajito mientras se sonrojaba levemente.
-Creo que no debí interrumpir entonces.-dijo con algo
de gracia el pelirrojo.
-Urusai...-dijo mientras se ruborizaba un poco más.
-Bueno...yo en la tarde aproveché para dar una vuelta
con Itachi.-comentó Dei.
-¿Si~? ¿Y qué pasó?-preguntó Naru.
-Nada en realidad. Solo me enseñó un poco la ciudad,
andamos, hablamos en una cafetería muy linda y luego vinimos para
aquí.-dijo con simpleza.
-Ya veo~. Qué lindo.-dijo el rubio menor.
-¿Y tú que hiciste con Sai, Gaara-nii?-preguntó otra
vez el menor recordando que venían los dos juntos en el tren.
-En realidad nada. Fui a la biblioteca a por un libro,
por eso me retrasé. Cuando salía para dirigirme a la estación, en
la entrada estaba Sai esperándome. Yo quería ignorarlo pero se
disculpó conmigo y hablamos un poco. Sin darme cuenta ya estábamos
de camino a la estación los dos juntos.-dijo con simpleza.
-Jejeje, ya sabía yo que él no te era tan
indiferente.-comentó Naru.
-Eso no quita el que sea un pervertido.-se quejó el
pelirrojo.
-Claro, claro.-dijo ahora con un poco de gracia el
mayor.
-Pero es verdad.
-Gaara-nii...mientras más intentes negarlo más
evidente es.
-Bueno, ya. Mejor me voy a dormir.-dijo Gaara intentando
evadir el tema.
-Si, será lo mejor.-comentó ahora Dei.
-Buenas noches.-dijo Naru.
-Buenas noches.-dijeron ambos mientras salían por la
puerta.
~///~///~///~///~///~///~ En
otra de las habitaciones~///~///~///~///~///~///~
Un azabache salía del baño después de darse una
relajante ducha. Ya hacía más de tres horas que había pasado lo
del beso con el rubio y no se lo podía sacar de la cabeza.
Inconscientemente dirigió una mano a sus labios mientras suspiraba.
Entonces se dirigió hacia el armario para coger su pijama pero en
cuanto se giró alguien le habló.
-¿Pasa algo Sasuke?-le preguntó una dulce voz desde
detrás suyo. Al reconocerla inmediatamente se giró y se quedó
embobado ante aquella imagen.
-¿Na-Na-ruto?-preguntó anonadado.
Allí, encima de su cama, se encontraba el rubio con
nada más que un boxer y sentado de una manera muy sensual.
-¿Pasa algo?-dijo de manera muy sensual, al parecer de
Sasuke, mientras se acercaba a él y le rodeaba del cuello con los
brazos.
-...
-¿Sasuke?-volvió a preguntar ante el mutismo del
mayor.
Este no respondió, tan solo le rodeó de las caderas,
lo levantó y lo llevó otra vez hacia la cama.
Cuando el rubio iba a volver a preguntar el mayor se lo
impidió dándole un fogoso beso.
Mordió suavemente el labio inferior del rubio haciendo
que gimiera y aprovechó para colar su lengua dentro de la cálida
cavidad del menor.
Este se sorprendió un poco por el repentino acto del
mayor pero siguió con el beso encantado. Con su lengua rozó la del
mayor incitándole a seguir mientras que pasaba sus manos por el
cuello del azabache profundizando el beso.
El azabache estaba encantado de oír los gemidos
producidos por el menor que se ahogaban en el beso. A los poco
minutos se tuvieron que separar a causa de la falta de aire. Mientras
regularizaban su respiración el rubio fue bajando sus manos por la
espalda del mayor y las volvía subir causando un placentero
escalofrío por parte del ojinoche.
-¿Qué haces aquí?-preguntó por fin el mayor.
-Mmm~~.Quería verte.-dijo para soltar un suspiro
al sentir como las manos del azabache bajaban por sus costados
produciéndole una descarga eléctrica por todo el cuerpo.
-¿Quieres seguir?- preguntó el rubio dejando un poco
sorprendido al mayor.
-¿Estás seguro?-dijo este.
-Hmp. Mientras tú quieras...-respondió mientras le
daba un beso al mayor. Ante lo dicho por el rubio el azabache perdió
la poca conciencia que le quedaba y volvió a besarlo como el primero
que se habían dado.
Al separarse los dos jadeaban pero el mayor no perdió
el tiempo y pasó al cuello moreno, lamiendo, chupando y mordiendo
todo a su paso dejando marcas en ese dulce y suave cuello.
El rubio lo único que podía hacer era jadear y gemir
al sentir el roce de los labios de Sasuke sobre su cuello, dejando la
marca de su pertenencia.
Poco a poco el azabache fue bajando hasta el pecho. Con
su lengua comenzó a lamer uno de los pezones del rubio para
endurecerlo mientras que con una de las manos acariciaba y apretaba
el otro para hacer lo mismo.
Cuando ya estaban lo suficientemente duros fue bajando
dejando un rastro de saliva hasta llegar al ombligo donde simuló
envestidas con la lengua. El rubio solo gemía y jadeaba ante las
acciones de su azabache mientras que con una de sus manos le
acariciaba suavemente el cabello.
Una vez el ojinegro se cansó de jugar fue bajando hasta
el boxer del menor.
-Sas...ke...-dijo el rubio con una voz ronca y muy
excitada.
-Hmp.-el azabache subió y le dio un casto beso para
luego volver a bajar.
Estaba a punto de bajarle los boxers al rubio cuando...
Pipipipi pipipipi pipipi. (Sonidos del
despertador...Hime:¬///¬ vale soy pobre y cutre no os quejéis.)
-¡¿Qué?!-gritó el azabache mientras se despertaba de
golpe y al ver el despertador lo lanzó contra la pared.
-¡Mierda! ¿Era un sueño?-se quejó el ojinoche. Luego
miró el reloj roto en el suelo y suspiró.- ¿No podía sonar un
poco más tarde?-dijo para volver a suspirar. Entonces dirigió su
mirada hacia la ventana y se quedó un rato pensando.
-¿Nee~~, Sasuke?- preguntó alguien entrando por
la puerta.- ¿Estás bien? He oído un grito y...-no terminó la
frase al fijarse en una parte de la anatomía del ojinoche, haciendo
que se sonrojara de sobremanera.
-¡L-lo...lo siento, no quise interrumpir!-gritó el
rubio mientras salía de la habitación corriendo.
El azabache al oír su voz se había girado a mirarle y
no entendió el sonrojo del menor hasta que bajó su mirada a cierta
parte de su cuerpo que se había despertado.
-¡Espera Naruto! ¡No es lo que piensas!-gritó Sasuke
levantándose de golpe y dirigiéndose a la puerta.
-Oe,otouto. Acabo de ver a Naru-chan salir corriendo de
tu habitación todo sonrojado. ¿Le has hecho algo?-preguntó un
moreno entrando en la habitación, pero al mirar a su hermano lo
entendió.
-No me mires así. No le hice nada.-dijo algo molesto el
menor.
-Si ya.¿Entonces por qué está despierta esa
parte?-preguntó con sorna, aunque ya se imaginaba la respuesta.
-Eso no fue culpa mía...estúpido sueño.-susurró lo
último para sí aunque su hermano si que le oyó.
-Bueno mejor te dejo para que te encargues de eso.-dijo
con burla mientras salía de la habitación y cerraba la puerta.
-Todo es culpa tuya.-se quejó el menor de los dos
observando los restos de lo que anteriormente era su reloj de mesa.
Después suspiró y se dirigió al baño para deshacerse de cierto
problemilla que tenía en su entrepierna.
~///~///~///~///~///~///~ En
la habitación del rubio~///~///~///~///~///~///~
-¿Qué demonios?-se preguntó este al llegar a su
habitación todavía sonrojado.
Mientras salía de la habitación de Sasuke se había
cruzado con Itachi pero le ignoró cuando le oyó llamarle ya que
solo quería encerrarse en su habitación e intentar olvidar ese
recuerdo.
Él había escuchado un fuerte ruido producido en la
habitación del azabache, la del rubio está casi al lado de esta, y
al oírle gritar se preocupó.
No se esperaba que al abrir la puerta encontraría el
reloj del mayor roto en el suelo y a él con una cara de frustración
y empalmado en todo su esplendor. “Sasuke si que la tiene
grande...” no pudo evitar pensar, entonces no pudo más que
ruborizarse y salir corriendo de allí por culpa de la vergüenza,
tanto de haber visto eso como de haber pensado aquello.
-¿Pasa algo, Naruto-kun?-preguntó Mikoto preocupada
desde la puerta. Ella al verle salir corriendo de la habitación de
su hijo menor se preocupó y fue a ver que pasaba.
-N-no...es nada Mikoto-san.-dijo este como pudo. Todavía
estaba un poco nervioso por lo recientemente visto.
-Si tu lo dices. Pero no dudes en decírmelo si Sasuke
te hace algo.-dijo la mujer para luego irse de allí.
“¿Era su imaginación o ella había hablado en doble
sentido? Además de sonar muy feliz por la idea.” se preguntó el
rubio. Prefirió no pensar en ello y se dirigió hacia el baño para
despejarse un poco.
Definitivamente ese iba a ser un largo día...aunque
siendo sinceros...tenía curiosidad en saber qué era lo que el
azabache había soñando para ponerse así.
Soltando un suspiro entró en el baño y estuvo allí un
buen rato.
Al salir, se vistió y se dirigió al salón para
desayunar. Todos ya estaban allí así que solo se sentó en su sitio
y no dijo nada durante todo el desayuno. Además de que no podía ver
a la cara al azabache.
-Me pregunto que le pasó a Naru-chan.-le dijo en un
susurro Dei a Gaara.
-Mmm~...no sé pero lo voy a averiguar.-le
respondió este.
-Pasó algo ¿verdad?-le preguntó Sai a Itachi. Este
solo sonrió.
-Tranquilo...solo que Naru-chan vio la reacción natural
del hombre al levantarse...claro que después de tener un muy
agradable sueño.-dijo este con burla. Sai lo entendió y miró a
Sasuke que miraba a su hermano con una mirada de odio. “Estúpido
Itachi” pensó el azabache.
El padre no entendía nada tampoco. Veía a su hijo
menor querer matar con la mirada a su hijo mayor, a Sai riéndose
disimuladamente, a Naruto sonrojado y sin poder mirar a Sasuke, a sus
dos hermanos susurrarse algo entre ellos y, a su mujer completamente
feliz sonriendo de oreja a oreja. Definitivamente la llegada de esos
chicos a su casa iba a ser muy interesante.
Sin más el desayuno finalizó y todos se dirigieron a
sus respectivas instituciones.
Itachi y Deidara se fueron juntos andando y platicando.
Los otros cuatro se marcharon también juntos pero el
único que hablaba era Sai, que se burlaba de Sasuke mientras que
Gaara intentaba hacer que Naruto le dijera qué le pasaba,
y...Sasuke...bueno él iba pensando en algo, estaba tan concentrado
que no le prestó la más mínima atención a Sai mientras que miraba
fijamente al rubio que caminaba en frente suyo y sonreía, después
de todo...iban a comenzar con su plan ese mismo día.
“Definitivamente...un día muy largo” pensó el
rubio mientras suspiraba. Aunque no se imaginaba ni de lejos lo que
le sucedería ese día...
......Continuará......
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